Capítulo 22 | Lo Siento.

1K 65 2
                                    


Terminamos de desayunar, salimos del restaurante caminamos hasta el paseo Santa Lucía. Por cierto, Yayo casi se cae por tomarle una foto, llegamos a la metro plaza había un puesto de flores, Yayo me compró un pequeño ramo y nos dimos un descanso en una fuente cercana.

-¿Te ha gustado el día?.— Me pregunta Yayo.

-Ha sido un buen día, no puedo quejarme... lastima que mañana nos vamos.

-Entonces ¿Ya lo pensaste?.— Suspiré, llegó el momento terrible ¿Cómo se lo diré? Después de tanto que ha hecho por mi...

Desde que llegué a la CDMX aun lo recuerdo era 2009, recuerdo que llegué al departamento con las manos llenas de cosas, con el cabello lleno de mechas rosadas.

| Flashback |

Mi llave que no funcionaba trataba y trataba de abrir la maldita puerta pero no funcionaba. Un chico gordito con una camiseta de Legend Of Zelda que se acerca a mi. 

-Créeme así nunca la vas abrir...solo tienes que dar un empujón ¡y listo! tiene su maña pero al menos podrás dejar tus cosas.— Dejando la puerta abierta, me ayudó a meter mis cosas.

-Gracias, no tenías que hacerlo, soy nueva en la ciudad me llamo ____.- extendiendo mi mano.

-Eduardo pero me dicen Yayo.—  Dando un apretón de mano.

-¿Vienes a estudiar o trabajar?.—Preguntó Yayo.

-Estudio, estudiaré en esta universidad que está cerca.-Dije.

-¿Enserio?  ¿Qué estudiras?.

-Diseño Gráfico.

-Yo también estudio esa carrera, tal vez te vea por ahí, fue un gusto conocerte ____.- nuevamente estrechamos nuestras manos.

2 años después, Yayo abandonó la carrera para ser músico y hacer videos en Internet. Ahora estoy en Monterrey sentada junto a él, esperando mi respuesta.

-¿Qué piensas ___?.— Yayo haciéndome volver a la realidad.

-Nada, recordé cuando te conocí...Dios, recordé esas mechas rosadas creo que era demasiada loca.-Yayo rió por mi comentario.

-Todos tenemos unos tiempos de cortes terribles y de gordura como yo pero tenías el cabello bonito.-Le dí un golpe, ambos reímos.

-Entonces ¿Qué dices?.-Pregunta ansioso.

Ambos nos quedamos callados mientras por mi cabeza pasaban muchas cosas y lo que paso con José me hizo sentir mal. ¿Qué tal si lo toma mal? como me dijo José solo tengo que ser sincera aun que tenga mi corazón en la garganta.

-Yayo he estado pensado que ¿Estás seguro de esto? por que somos mejores amigos desde hace tiempo y bueno ¿No crees que estamos no destinados a eso? digo, no quiero lastimarte o diciéndote que si solo hacerte sentir feliz...lo que trato de decirte es que no me veo como una novia a tu lado.— Yayo no tenía ninguna expresión fácil ni siquiera de tristeza solo callada y seria.

-Te entiendo, esto fue una tontería.- Yayo se levanta camina tratando de alejarse de mi.

-Lo siento Yayo, nunca fue mi intención fue lastimarte...-Yayo me interrumpe molesto.

 -No te preocupes por mi, estaré bien... volveré al hotel.-Dijo en un tono grosero.

Mierda, ya estaba hecho el daño, lastimé a la persona más importante de mi vida ¿Acaso perderé a mi mejor amigo?

Subimos al carro entrando a un momento más incómodo. Todo el camino fue muy silencioso hasta que llegamos al hotel ni trato de despedirse ni de mirarme, sólo quería tomar mis cosas y irme.

Espero que te haya gustado el capítulo ¡No olvides darle favorito y comentar!

Contra Fuego | José Salazar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora