Contra Fuego | José Salazar.

Capítulo 78 | Cita.

José.

No dejaba de mirar a ____, se veía muy hermosa. Le dí un beso en la mejilla y la abracé por detrás, me levanté de la cama y caminé por la habitación.

Había como una especie de sala que daba al balcón, Tienda ya estaba despierto y me senté junto a él.

-¿Hace cuanto que no te levantabas temprano? como las personas normales.- me preguntó.

-No sé wey, demasiado tiempo, la bebida no te hace tanto efecto, levantas como si nada.

-¿Cómo te ha ido con ____? Wey, eres muy afortunado.-le da un sorbo a su café.

-Súper bien wey, al principio yo pensé que no funcionaría pero todo está bien, además la amo bien cabrón.— Encendí un cigarro.

- Me alegro mucho por ti wey, se nota que también ella, podrías sentar con ella.—Expulsé el humor.

-No mames Tienda, es muy pronto además podríamos terminar en cualquier momento, ya se que soy casi treintón pero bato.

-Deberían hacer algo, bueno ya que están aquí, no sólo estar con nosotros, deberían salir, tener una cita.

-Lo he pensado wey, pero no sé a donde llevarla...wey, no se nada de este lugar.- Tienda me interrumpe.

-No hay pedo cabrón, salgan esta noche, una cenita algo, es más te daré una lista de lugares.

—Quiero darle el anillo lo antes posible.—Tienda se me queda mirando impactado, no aguanté y me dió un ataque de risa.

-Es broma wey, Gracias.- Tienda dió un respiro de alivio.

-Ay cabrón, no me asustes.-Mucho, Mucho más tarde, me alisté para la cita.

Hacia frío esa noche, quería verme "decente" así que me peiné mi cabello y me puse mi fiel boina.

-¿Porqué tan decente pepe?.- Llega strecci al cuarto.

-Tengo una cita strecci, con mi niña.

-Te oyes ridículo, no necesitas ponerte decente para coger.- y ya empezó con sus pendejadas.

-Ay, cállate ridículo, tu no crees en el dulce y bello amor.- reí un poco y seguía arreglándome.

-Si creo pero está debajo de las faldas de las mujeres, ¡Ay mira quien lo dice! al wey que es la primera mujer con la que te veo y ya te trae cabrón.

-Me gusta bato, si me trae cabrón, es lo único que voy a decir además estoy en París, tengo que disfrutar esto con ella, tienda me dió una buena idea.

-Nada de lo que te diga tienda es bueno, además te ves ridículo ¡Pepe, por dios!.

-Olvídalo Strecci, no me vas a convencer, yo saldré con mi morra, au revoir.— Me veía bastante mamador con este abrigo largo que traía puesto.

Ella me espera en la mini sala, se veía tan hermosa, me acerqué a ella y le planté un beso en los labios.

Fui por mi cámara pequeña, Tienda se me acercó y me da una pequeña hoja y se lo agradecí.

-¿Me veo bien con este abrigo mamador?.- ___ se ríe.

-Te ves muy bien, hasta decente.- lo dice en forma de broma o eso creo.

-Cosa que no es, aclarando.- dice el pendejo de Strecci, aún que a ella le causo más risa.

-¿Qué te pasa wey? ¡Dios mío, strecci!.- Ella me pregunta que si nos vamos estirando su mano, tomé de ella y la entrelacé y salimos del hotel.

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