Capítulo 51 | Día Uno.

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Tomamos el vuelo a San Diego, California, tomamos vuelos diferentes así que teníamos algunas horas para José y para mí antes de llegaran los demás.

-¿Qué quieres hacer?.— Le pregunté.

- No lo sé, podemos ir al mall.— Me dice.

-Necesito comprarme unas camisas podrías ayudarme a elegir unas.— Me dice, fuimos a la tienda favorita de José, compró varias cosas, me emocioné cuando salí de la tienda.

-Mira, una cabina de fotos.- Nos acercamos, miré que José metía un billete.

-¿Qué haces?.- Pregunté molesta.

-Quiero tomarme unas fotos contigo.

-Yo lo pagaré, no te preocupes.- Me negó mi billete.

-No, soy un caballero y no dejaré que tu gastes, yo lo hago.- José metió el billete, entramos a la cabina después de varias fotos salieron.

-Esta me gusta mucho, bueno en todas salimos bien.- digo.

-Me quedaré con esta, es más, la pondré en mi cartera junto a la de Jux.

-¿Tienes una foto de Jux? Tu obsesión con los pelones, me impresiona cada día.- Dije en tono burlón.

-¿Qué? Noo, Yayo me la regaló porque fue la primera vez que lo rape y me la quedé sólo pongo cosas súper importantes.- Me sonrojé.

-La guardaré en un lugar especial, bueno ¿Qué podríamos hacer?

-Rodrigo llega en una hora, podríamos ir con el.

-¿Hay una playa no? podemos ir allá.- José asentó la cabeza, la playa nos quedaba algo lejos estaba atardeciendo cuando llegamos.

-atrévete a meterte al agua te apuesto.

-Ni loca me meto con este clima es agradable venir.

-Me gusta venir a la playa, es relajante, si pudiera viviría aquí.- Prendiendo un cigarro.

-Sería increíble poder despertar con esta vista.

- O cuando quieras estar solo venir a aquí y pensar.- Nos quedamos callados por unos largos minutos.

-He pensado en volver a casa, dejar la CDMX.- Dije con la cabeza abajo, casi se le sale el corazón a José.

-Pero aquí creaste una vida y nos tienes a nosotros ¿Qué hay de la universidad?.

-Lo sé, pero sabes que extraño mi vida allá pero...por algo vine también, sería difícil irme de la CDMX.- José toma la mano de ____.

-Bueno, sabes que cuentas conmigo para cualquier cosa.

-Lo mismo digo contigo, estaré para apoyarte.

-Gracias por estar aquí.- Le da un beso en la mejilla.

Damos una caminata por la arena, José se adelantó, casi corriendo había una pequeñísima colina trató de subir y pero cayó, fui corriendo hacia él pero empezó reír.

-¿Te ayudo a levantarte?.-Extendí mi mano.

Él la tomó, no podía evitar mirarlo ama esa bella sonrisa, seguimos caminado. Él voltea a verme no puedo evitar sonrojarme cada vez que lo miro, veo mi futuro junto a él, Sigue corriendo adelante de mi.

-¿Crees que ya hayan llegado? no quiero irme de aquí.- Nos sentamos en la arena, cubriéndonos con una sabana ligera, me recargué en su hombro que apenas alcanzaba.

-Yo tampoco.-Suena su teléfono.

-Ya llegaron,debemos irnos si queremos alcanzarlos.- Tomamos nuestras cosas,  fuimos a la parada del camión.

Cuando nuestro camión llegó, él entrelazó mi mano con la de él, lo miré mientras sostenía una pequeña sonrisa.

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Contra Fuego | José Salazar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora