Cruzada de brazos y apoyada sobre aquella pared de ladrillos esperaba Cher impaciente. Al otro lado de la calle Carlota caminaba juntos a sus perritos falderos que cargaban con la mayoría de sus bolsas. Pensaba que las chicas como ella no salían entre semana, aunque fuera a comprar. La morena no mostró gesto de malestar ni de asco, su rostro no cambió de expresión, no creía que alguien como ella mereciera ni siquiera un ceño fruncido por su parte.
Por fin las puertas del local de boxeo se abrieron dejando paso al rubio al que esperaba acompañado de un chico y una chica castaños.
-Vaya, desde cuando Cher Bukowski va a buscar a alguien- dijo Clark con una sonrisa acercándose a ella.
-Necesitaba hablar contigo - dijo seca.
-Ah vale- dijo confuso- Pues hablemos de camino al descampado, así te llevo a ti y a Eris.
Cher asintió y Clark se despidió del otro chico. Ella y Eris, una chica de más o menos la misma edad que Cher aunque lucía más baja que ella, siguieron al rubio en busca del coche de este. La rebelde no sabía mucho sobre la chica simplemente que era compañera de boxeo de Clark desde hace ya bastante tiempo, que era novia de Andrew con el que solía competir en carreras de coches y que, aunque fuera bajita, la palabra débil no estaba en su descripción.
En cuanto llegaron al coche Clark y Eris dejaron sus bolsas de entrenamiento en el maletero. Cher se acomodó en el copiloto y Eris en los asientos traseros mientras Clark cogía el mando del volante.
-Bien, de que querías hablar- Arrancó el coche.
-Sobre lo de Dylan
-Eso ya tiene solución- dijo comprobando que no se chocara con ningún coche al salir del aparcamiento.
-Lo sé, en concreto quería hablar de esa solución. Creo que deberíais dejarlo estar.
-¿Dejarlo estar? ¿En serio?- dijo riéndose.
-Aunque se relacionara un poco con nosotros no significa que fuera de los nuestros- dijo defendiendo al nuevo.
-Si que lo era. Estuvo con nosotros durante unos días y de repente parecía un amigo de toda la vida de los pijos.
-Venga ya, si tan pronto estaba con nosotros como se hablaba con los empollones-contraatacó Cher levantando levemente la voz.
-¿Se puede saber que bicho te ha picado? El otro día estabas incluso dispuesta a darle dos hostias- Clark imitó su tono.
Cher no respondió, sabía que no iba a sacar nada de aquello. Los chicos como Clark eran realmente cabezotas. Era extraño que Cher lo defendiera, normalmente pasaba y dejaba que hicieran lo que les diera la gana, y eso debía hacer ¿para que defenderle?
-¿Quién es ese Dylan?- preguntó Eris desde atrás.
-Nadie importante, solo un traidor- respondió Clark sin quitar la mirada de la carretera.
¿Traidor? Todo eso le recordaba a la mafia de su padre, donde liquidaban a los que hablaban más de la cuenta o intentaban escaquearse.
El coche llegó a su destino, el descampado, el mismo lugar en el que había estado días atrás, lleno de coches y de adolescentes. El aire inundado de humo era tan habitual en sus vidas como el agua.
-Tengo que ir a ver a Shane- dijo secamente antes de perderse entre la gran multitud.
Estaba claro que le había molestado que Cher quisiera evitar aquello.
-Así que ¿un traidor? Pensaba que lo tenías todo controlado- comentó Eris.
Cher puso los ojos en blanco y comenzó a caminar entre la gente.
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Sorry, I'm bad
Teen FictionEn la mayoría de historias se habla de la típica chica tímida, dulce y solitaria. Marginada por los demás por pura envidia. Ponemos a las chicas populares como personas con la vida solucionada, sin ningún problema al que enfrentarse. Pero yo creo qu...