7. First day

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El timbre resonó por todo el instituto para el cambio de clases. Primer día para Dylan que hablaba con algunos alumnos en su clase.

-Alucinante- dijo uno de los compañeros- A penas unas horas en el instituto y ya tienes a Carlota Mumphis a tu alrededor.

-¿Es verdad eso que rumorean de que estuviste hablando con Bukowski?- preguntó curioso un segundo chico.

-Si, estuve un rato hablando con ella en el partido ¿Acaso importa?- respondió Dylan sin gustarle mucho el tema de conversación.

-Claro que importa, tío. Nadie había hablado con ellas dos tan pronto. ¿Qué hiciste?

-No hice nada. Porfavor cambiemos de tema.

-Vale, pero dinos ¿serás bueno o rebelde? Por que estas entre lo dos bandos si has empatizado con los dos...

-No he empatizado con nadie, apenas llevo dos horas aquí- negó Dylan.

-No parecía eso con Carlota- dijo el otro mientras le echaba una ultima mirada a la rubia la cual se dirigía a la salida de la clase tras hablar con Dylan.

Fue en ese momento cuando la morena de los rebeldes o malos, como quieras llamarlos, entraba a la clase y no dudó un segundo en hacer lo siguiente. Carlota se hubiera comido el suelo si no fuera por dos chicos del equipo de rugby que cotilleaban el pasillo y que la cogieron en su caida por culpa de la zancadilla de Cher. La lider rebelde cruzó la clase con una sonrisa en la cara y se sentó en su sitio.

-No entendeis lo de cambiar el tema ¿no?- se quejó Dylan abriendo sus libros de historia y pasando ya de sus compañeros.

La profesora entró en la sala entonces y empezó la clase. 

Tras unos 50 minutos de napoléon, napoléon y más napoleón, llegó educación física. Las chicas más mimadas del lado bueno ocupaban los espejos del vestuario sin ganas de salir para hacer deporte solo para enseñar sus pocas curvas bajo las mallas o los pantalones cortos. Una vez fuera, el profesor les llevó al gimnasio donde decidió que estaba demasiado cansado para dar una clase decente y dejó que un partido de balón prisionero se ocupara de entretener a los alumnos. Esto significaba una cosa: diversión para los rebeldes. Que mejor que dar de balonazos a las delicadas pijas de Carlota, que para más diversión de Cher, ella estaba en esa clase. El profesor entregó los balones y se acomodó sobre la gradas. Cher se aseguró de estar en el equipo contrario a Carlota y empezó la diversión.

Los balones empezaron a volar y a aterrizar sobre los cuerpos del enemigo. Los neutrales intentaban interrumpir en el juego como podían pero aquello era más una guerra entre bandos. Cher sobrevivía por si misma con gran habilidad y Carlota sobrevivía a costa de otros. Dylan estaba en el equipo en el que estaba Cher y eso no le hacía mucha gracia a Carlota. Los balonazos continuaban y la gente iba cayendo, pero iban bastante empatados.  

-¡Aaaaah!- exclamó una chica de pelo corto- ¡Sois unos brutos!

-Menuda delizadeza la buenecitas- dijo Aroa, una rebelde que lucía californianas azules.

-¡Paraaaaaaad!- gritó Mumphis.

Descargó tanta potencia de voz que todos hicieron lo que pidió. 

-¿Podriamos descansar un rato? Creo que me he hecho daño en el pie- dijo salntando un poco a la pata coja para mostrar su dolor- y me gustaría hacerme una coleta decente porque el pelo ya no lo aguanto en la cara.

-Lo que me faltaba por oir- murmuró Cher.

El balón que Dylan llevaba en las manos atravesó el aire interrumpiendo el parón que había pedido Carlota a gritos. La rubia, que gracias a su extrema delgadez era algo ágil, esquivó el balón que iba en dirección a sus pies, ya que el nuevo tampoco quería ser tan bruto de hacerle daño simplemente poner de nuevo en marcha el juego.

Sorry, I'm badDonde viven las historias. Descúbrelo ahora