Maldecir. Eso era lo único que Carlota podía hacer. Su casa inundada de aquellas personas a las que despreciaba profundamente. El estruendo de la música martilleaba sus oídos. Por una parte quería vomitar y por otra llorar. Pero, encontrando una similitud con Cher, su reputación ganó la batalla y mantuvo el tipo. Debía planear como sacarlos de allí aunque en el fondo sabía que era algo imposible. Sus fiestas estaba limitadas por las normas de sus padres y las leyes del estado, y en apenas cinco minutos se habían mandado a la mierda todos y cada uno de aquellos límites. Se sentía en parte estúpida, ¿montando ella una fiesta en su casa? ¿con Cher y su gente deseando divertirse sin que la culpa caiga sobre ellos? ¿cómo no se le había pasado la posibilidad de que aquello podía pasar? Era obvio que iban a aprovecharlo. Después de que acabará todo no sabía como arreglárselas para que no pensaran que había sido ella la promotora de todo.
Los invitados de Carlota aún no habían asumido lo que acababa de pasar. De pronto se sentían totalmente descolocados. La rubia soltó un gritito algo contenido de rabia.
-Esto si que se le puede llamar una fiesta- dijo Cher observando orgullosa la sala.
A unos metros de ellos Norah y Skyler ya se desperdigaban movidas por el ritmo de la música. Clark no tardó en acercarse a Norah para aprovechar el momento.
-Esto es horrible...- masculló Carlota.
Dylan al lado de las dos chicas soltó un silbido de asombro.
-¡¿Es que no sabéis los que son los posavasos?!- gritó la rubia al ver el desperdicio que se montaba por un lado de la habitación.
Miró a Cher, soltó un último gruñido y se apresuró a detenerlos.
-Es impresionante la verdad- comentó Dylan que sorprendentemente no mostraba molestia alguna por aquel "motín"- No había visto montarse una fiesta de este calibre en tan poco tiempo hasta ahora.
-¿Acaso habías ido a alguna?
El castaño sonrió, sorprendía como aguantaba a todos los ataque de Cher con tanta facilidad.
-Sigues mosqueada eh- dijo cruzándose de brazos.
-Imbécil- murmuró.
-Si, sigues mosqueada- confirmó- Se me olvidaba que nadie desobedece a Cher Bukowsky. Que pena, yo que pensaba que podíamos ser mejores amigos- dijo con una sonrisa burlona y echando su peso sobre la pared del salón.
Cher de pronto se descolocó un poco. ¿Un buenecito atacándole con sarcasmo? Eso nunca. Aquel chico comenzaba a liarla de una manera extrema. Era capaz de pegarse una tarde entera riéndose con él y de repente ponerle de lo nervios siendo un estúpido perro faldero de Carlota o comportándose como todo un capullo rebelde. Nadie hasta ahora había sido capaz de enfrentarse a ella de la manera que lo había hecho Dylan aquella mañana en el instituto. No era la primera vez que utilizaban el sarcasmo con ella, pero si la primera en la que no sabía como responder. Una pequeña parte de ella se había planteado que aunque fuera del grupo de Carlota podría haber una amistad entre ellos. El resto de su mente llamaba ahora estúpida a aquella pequeña parte.
Simplemente rodó lo ojos y dirigió sus pasos a la pista de baile.
-Eh- el nuevo volvió a captar su atención- Te admiraran cuando vean tu talento, aunque supongo que tu prefieres que te teman.
Y de nuevo volvía a ser agradable. La liaba. Y lo odiaba.
Siguió su camino entre la multitud y alcanzó a Skyler que bailaba sola en el centro. Los invitados se habían apartado del centro de la fiesta, intentando alejarse del barullo que tan poco soportaban. "Love Myself" de Haileen Steinfeld retumbaba en los altavoces y Cher no dudó en dejarse llevar por la música. El baile era otro de sus puntos fuertes y no iba a quedarse atrás. Eran sus pequeños momentos de libertad, donde no sentía nada caer sobre sus hombros. Tanto reputación como mafias desaparecían de su mente. Un pequeño corro se formó en el medio de la pista y las batallas de baile captaron la atención de casi toda la fiesta. Muchos chicos y alguna que otra chica valiente se amenazaban con sus acrobacias de breakdance y más tarde hip hop reinó en la pista. Aroa invitó a Cher a que se uniera a ella y esta no lo dudó, los dotes de Cher sobre la pista no eran ningún secreto, pero los invitados de Carlota, esta incluida, se sorprendieron, nunca la habían visto hasta ese momento en plena fiesta.
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Sorry, I'm bad
Novela JuvenilEn la mayoría de historias se habla de la típica chica tímida, dulce y solitaria. Marginada por los demás por pura envidia. Ponemos a las chicas populares como personas con la vida solucionada, sin ningún problema al que enfrentarse. Pero yo creo qu...