Capítulo 7

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Una pequeña luz entró por la ventana de Scarlet, esta al notarla giró hacia el otro lado de la cama, apartando las sábanas blancas de seda que la cubrían, abrió levemente su ojo derecho y vió el reloj digital rosa que estaba sobre la pequeña mesita de noche. "Las 11:30 " Marcaba.

Scarlet se levantó, cansada, tocando su cabeza con dolor. No quería ni pensar en lo de ayer, esos recuerdos hacían aumentar las punzadas. Se puso sus zapatillas color pastel y salió de su cuarto.

Para su sorpresa encontró a una Didi pensativa sentada en la ventana.

- ¿En qué piensas?- preguntó Scarlet curiosa sacando a Didi de sus pensamientos, rezaba para que no hablase del incidente de anoche.

Didi suspiró.

-¿Ahora qué pasará ?- dijo mirando a su amiga con cara de preocupación.

- ¿A que te refieres?-dijo Scarlet mientras de acercaba más a su amiga, suspirando.

-¿No te has parado a pensar en que ellos van a la misma universidad que nosotras?, ¿y que los tendremos que ver todos los días...- dijo levantándose de la ventana - después de lo que ha pasado?

Sacarlet se dejó caer sobre el sofá.

- Tienes razón, pero por culpa de ellos no nos vamos a sentir incómodas ni nada, no dejaremos de ser quienes somos por esos impresentables, ¿si?- Dijo mirando fijamente a su amiga con una mirada tranquilizadora. Scarlet tiene ese Don para hacer que todo pareciese más fácil con una sonrisa.

Didi caminó hacia la cocina, la cual estaba unida al pequeño salón. La mesa estaba incrustada en el suelo y florecía en forma cuadrada hacia arriba. La campana gris colgaba del techo encima de la mesa fabricada en mármol, cuya superficie era verde prado y la larga cocina donde se encontraban los fuegos y los armarios que guardaban los vasos era de color gris. La mesa estaba rodeada de taburetes acolchados con almohadones pastel que hacían que las comidas fueran más fructíferas. Este apartamento era un lujo, aparte de la alfombra estampada de vaca que cubría el suelo de madera oscuro.

- Scarlet tu tampoco te equivocas.- Dijo en bajo, Madison aún seguía dormida.- pero les gustamos y.. en el fondo quizás nos gusten.

Su amiga la miró desde el sillón sin ninguna expresión, hasta que sonrió de medio lado. Lo primero que se le vino a la cabeza fue Harry, quería negarlo, por Madison, pero no se puede luchar contra los sentimientos.

- No creo que quieran saber nada de nosotras después de esto.- Dijo Scarlet algo triste, rascando suavemente su cara.

- ¿Quiénes qué? - se escuchó salir del pasillo.

Didi y Scarlet se giraron.

- Buenos días angelito.- Dijo Scarlet dulcemente alargando la mano que Madison sonriente chocó con cariño.

- Café, por favor.- Suplicó Madison a Didi tirándose al sillón con Scarlet y hundiéndose entre los cojines.

Didi frunció el ceño.

- Un té te vendrá mejor, debes de tener el estómago revuelto.-

Madison asintió con la cabeza.

- Te haré uno rojo para ti Scarlet.- Sonrió junto a ella y se apresuró a los armaritos a coger las bolsas de té.

De repente el timbre sonó, temblando ese sonido agudo que pronto erizó nuestra piel. ¿El cartero, quizás?

Las tres chicas se miraron preocupadas.

Scarlet fue a levantarse apartando a Madison de su regazo, pero Didi alzó un poco el brazo señalando a que parase.

- No te molestes, iré yo.- Peinó un poco su pelo ondulado con las manos y bajó el hombro de su pulover que llegaba hasta la rodilla. Se acercó a la puerta, esperó a que Madison y Scarlet se sentaran bien y se arreglasen con las manos.

No Control [One Direction] <Hot>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora