Desperté al medio día, algo cansado pero eso no quitaba el hecho de estar con todo el ánimo para la cita de la tarde. Estaba emocionado, en la noche no pude dormir muy bien debido a la excitación. Es como cuando vas a viajar a un lugar que te gusta mucho y sientes cosas en el estómago y te impacientas. Eso me pasaba a mí.
Bajé a desayunar y mi madre estaba haciendo el almuerzo.-¡Hola má!. Buenos días.
-Hola dormilón y buenas tardes querrás decir. ¿Cómo amaneciste?.
-Bien gracias. Por cierto en la tarde saldré y llegaré tarde. ¿Sabes donde está mi traje azul marino?
-Espera un momentito...¿desde cuándo avisas y no pides permiso?
-Desde que cumplí los 18, y es casi lo mismo. Yo te aviso y tú dictaminas si me das o no tu aprobación.- le sonreí, ella hizo lo mismo.-
-Pues no te doy. ¿Cómo la ves?.- pronto cambió su semblante a uno lleno de seriedad.
-¡Pero vieja! no puedes, ya tengo todo listo. No soy callejero y lo sabes, hago todos mis deberes y me va bien en la U.- suspiré.- ¿Podrías dejarme salir solo por esta noche?...mamita linda, hermosa y preciosa.- puse cara de perro degollado.
-Aish, está bien, pero antes de las doce te quiero aquí. Y antes de ir ordena tu cuarto, parece chiquero y huele a alcantarillado.
-¡Sí!, oye má...¿12:30?
-12:15 y es mi última oferta.- hice un puchero y luego asentí de mala gana. Igual no me podía quejar, de todos modos vería mi Kookie.
Dieron las 3 de la tarde y salí a recoger el ramo de rosas. Al regresar a casa me dispuse a asear mi cuarto, me encontré cosas que ni siquiera yo sabía que existían como: comics del año de la pera, comida descompuesta, ropa que no encontraba porque nunca la metí a la ropa sucia, entre otras cosas. Solo me faltó encontrar una rata muerta pero una araña se le acercaba bastante. Ambas me dan fobia.
Al terminar mi tarea ya eran las 5 así que me duché y relajé mientras tarareaba canciones de BigBang.
Alisté el regalo más las rosas, me vestí con mi traje, arreglé mi corbata y cabello, y salí a buscar a Kookie.
Toqué el timbre y salió con un traje burdeo oscuro, se veía hermoso, muy hermoso. Llegamos al cerro y nos recibieron meseras que rodeaban los 30 años. Nos pasaron una mesa a la luz de las velas y trajeron la entrada, luego la cena, el postre, y así se nos fue la comida entre risas, anécdotas de la infancia, miradas, leves caricias en las manos. Era la cita perfecta, tal como lo había planeado. Decidimos dar una pequeña vuelta y caminamos hasta llegar al lago, ya era de noche por lo que las luces hicieron acto de presencia. Todo se veía sensacional, nos sentamos a la orilla y seguimos conversando de la vida. Cuando regresamos la mesa ya no estaba, en su lugar se encontraba una manta negra y cojines plateados. Pronto los violines armonizaron una melodiosa canción que conocía a la perfección debido a su constante reproducción en la radio: Thingking Out Loud de Ed Sheeran. Era el mejor escenario, bajo la luz de la luna y entre otras pocas artificiales en el firmamento y la vista de toda Seúl iluminada tal como lo había imaginado. Ahora era el momento indicado, saqué la caja y se la entregué, mostró asombro cuando la abrió.-Wow Jimin es precioso.
-Como tú.
-Ese piropo está algo añejo, ¿no crees?
-Sí.-reímos.- me preguntaba si t-tú...am, querrías ser.- maldición me estaba poniendo nervioso y no paraba de tartamudear.-
-Ya escúpelo.- río entrelazando su mano con la mía, tomé aire y...
-Quires ser mi, ¿novio?
-Por supuesto que sí.- me dio un casto beso en los labios y nos miramos un momento.- ¿Me puedes poner la pulsera? .- asentí y se la coloqué, se le veía perfecta.- Muchas gracias.- se acercó lentamente y besó mis labios. Fue un momento tierno, nos separamos y rocé mi nariz con la ajena, nos miramos por unos cuantos segundos y volvimos a unirnos en un beso. No sé si cargado de amor pero me gustaba esta sensación. Era agradable estar cerca de él.
Mis manos fueron a su cuello profundizando el beso y mi lengua se coló de por medio, jugando con cariño junto a la contraria. El menor tomó mi corbata con una mano y jugó con ella. Yo me encargaba de revolver su bien peinado cabello.
Pronto su mano fue a mi entrepierna, acariciándola mientras yo soltaba leves gemidos de placer. Solté su cabello y llevé mis manos hasta su saco dejándolo caer al césped, fui hasta su camisa y desaté botón por botón para después sacar su corbatín negro.
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"Destino Entrelazado." (JiKook)
FanfictionEs 1950 y Jimin se va a la guerra contra Corea del Norte dejando a su amado atrás. Lamentablemente muere y JungKook por su corta edad no pudo estar ahí luchando a su lado. Nunca logra volver a rehacer su vida, años después muere en circunstancias m...