Capítulo 17

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-Se que estoy haciendo mal –Bajó la mirada-, pero no quiero que te preocupes en si me estoy burlando de él. Eh decidido dejar de huir, voy a vivir a razón de cómo vayan surgiendo los acontecimientos con Santino –Volvió a mirarlo con las comisuras de los labios levemente alzadas-. No voy a soltarle ya quien soy, pero tampoco voy a tardar más de dos semanas...

-Bien –Asintió Sandro-. De momento, te concedo ese privilegio –Se alzó de manos-. Pero si veo necesario, el tener que intervenir con la verdad por algo que no me guste, lo haré sirenita.

-Acepto –Dijo alargando su mano para cerrar el trato.

-No habrá marcha atrás pequeña –La miró fijamente a los ojos, al tiempo que estrechaba la femenina mano.

-Lo comprendo Sandro –Respondió con miles de mariposas volando en su estomago-. Y ahora, a pelearme con el coche de Santino.

-Eso, eso... -Se frotó las manos con humor-. Si veo algún cambio que me interese, también se lo pediré a tu tío.

-¿Eso no es trampa? –Rió Jaimie.

-No –Le tiró de la coleta-. Eso se llama compartir con un querido y amado amigo.

Era cerca de la hora de cenar cuando aparecían por el parquin. Se lo había pasado de maravilla con todos en el arreglo del coche de Santino. Los chicos, habían cogido aprecio a Sergei y la tarde había sido toda risas con las bromas de Sandro. Quien a más, no había parado de hacerle preguntas sobre coches y motores, saltando extasiado al ver que tenían todas su preguntas respuestas de sus labios. Verdaderamente estaba muy a gusto con él, y aquello era porque no tenía que ocultarle nada.

Podía ser ella libremente, sin tener que medir sus palabras para no meter la pata. Ahora lo veía claro, aquello es lo que quería con Santino.

-Sobre los Mercedes C111 –Comenzó hablar Sandro caminando hacia el ascensor, pero su amigo les interrumpió.

-Espero que la respuesta tuya, sea la misma que la mía –Antepuso Santino, apareciendo al lado de ellos con mirada un tanto seria.

-¡Hola compañero! –Sonrió estrechándole la mano con fuerza-. ¿Descansaste bien?

-Demasiadas horas para mí gusto –respondió observando a Jaimie-. Tendrías que haberme despertado. Solo espero poder dormir luego...

-Eso será fácil de solucionar –Rió Sandro con buen humor-. Te provocamos otra descarga de adrenalina y...

-Ha, Ha... -rió con sarcasmo Santino-. Muy gracioso ¿Vais a cenar?

-Sí –Volvió hablar Sandro, apoyando un brazo en el hombro de la chica. Confianza que no pasó desapercibida a ojos del otro piloto-. Aquí mí sirenita, viene hambrienta. ¿Te apuntas? Queremos ir a un bar de Frankfurts –Rió-. Queremos comida basura.

-Vale –Asintió con gesto de cabeza.

-Darme diez minutos para ducharme –Pidió con voz nerviosa Jaimie.

-Te esperamos aquí –Indicó Sandro con un guiño de ojos.

-Hasta ahora –Se sonrojó al ver como la miraba Santino y para ocultarlo salió con paso apresurado.

***

-Si no llegáis a toparos conmigo, no creo que me hubierais invitado a cenar con vosotros –Escupió Santino un tanto celoso, en cuanto la chica hubo subido al ascensor.

-Pues estas muy equivocado, yo sí iba a buscarte mientras ella se duchaba –Se defendió con calma.

-Os veo muy bien juntos –Volvió a señalar Santino en un pequeño gruñido.

Ocultándose Al Amor  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora