-Solo quería comunicarte, que cualquier cosa rara que notes en el transcurso de la carrera no dudes en notificárnoslo –Habló veloz, pero sin mirarlo a la cara-. Espero que esté todo a tu gusto. Suerte –Dijo lo último con el corazón en un puño y dando un leve golpe en la corbata de la puerta, para erguir el cuerpo y alejarse de allí mirando a un punto fijo, para no romper en lágrimas.
Quería darle las gracias, pero si le hablaba en aquel momento, sabía que no pararía de decirle cosas. Acabando por confesarle que era un idiota y que la amaba... Solo se limitó a mirarle el rostro, el cual reflejaba dolor al no atreverse aguantarle la mirada y apretando con un poco de más fuerza de la acostumbrada el volante, para no alzar sus manos y acariciar su cabello antes de atraparle el rostro para besarla.
Sabía que aquella rabia le iba a beneficiar en la carrera, al tener un comportamiento más agresivo que el que empleaba habitualmente. Iba a ganar. Es lo que se merecía llevarse de su corta estancia en Alemania. Llevarse algo que no fuera un recuerdo amargo. La sirena sonó, indicando que apenas quedaban dos minutos para el comienzo. La gente que estaba sentada en las gradas, comenzaba agitar sus banderas con gran excitación, al ver que el semáforo que daba la salida prendía sus luces. La adrenalina ya borboteaba por su cuerpo, provocando que diera un par de pisotones al acelerador para escuchar su motor rugir... El semáforo se puso en rojo. Solo quedaba un minuto. Ningún piloto miraba ya a ningún otro lugar que no fuera hacia el frente. Aquellos segundos en la salida, eran muy decisivos. Uno no podía estar pensando en las musarañas. ¡Naranja! Quedaban treinta segundos, su mano derecha ya se hallaba sujetando el freno de mano. Lista para accionar su agarre, en cuanto brillara la luz de color verde. La gente, presa de la emoción no aguantaba el estar sentado. Todo el mundo se había alzado, para enfundar ánimos a sus pilotos. ¡Verde! Ya no veía nada, solo el culo de los coches que iba adelantando, hasta posicionarse en segundo lugar. Un pequeño vistazo a uno de los retrovisores le hizo sonreír un poco, al ver que dos coches atrás iba Sandro pelando por posicionarse tras él y tratar de asegurarse un lugar en el podio de la victoria. Pero aún quedaba mucho de carrera y nunca se sabía lo que podía ocurrir.
-¿No quieres verlo? –Dio un respingo, al ser su soledad invadida. Cosa rara, dado que toda persona que estaba por allí, solo tenía ojos para la carrera.
-Hola Sergei –Saludó con sonrisa tímida-. Si te soy sincera, siempre me eh puesto así de nerviosa cuando competía Santino –Hizo una mueca-. Eh observado la salida. Solo vuelvo a ese caos, cuando quedan apenas tres vueltas... -Cogió aire-. Creo que es o máximo que aguantan mis nervios. Y tranquilo –Le guiñó un ojo-. El equipo sabe donde encontrarme si surge algo.
-Muy bien –Se encogió de hombros-, solo te adelanto que la cosa sigue igual. Santino en segundo lugar, y Sandro luchando por llegar al tercer puesto –Metió las manos en los bolsillos delanteros-. Pero...
Los gritos ahogados del público, causó que callara y la mirara con ojos de alarma. Algo había ocurrido. ¿Pero el qué? No soportaba el tener que esperar a que vinieran a buscarla, tenía que saberlo ya. Salió corriendo hacia donde estaban todos, para descubrir que tres coches habían resultado implicados en un accidente en la pista, causando que los demás pilotos tuvieran que hacer malabarismos para no llevárselos por delante. Aquello significaba, que iban ha tener que reducir velocidad eh ir tras el coche de seguridad, mientras retiraban los accidentados de la pista.
Los buscó con la mirada, pudiendo respirar con más calma al verlos en las mismas posiciones. El accidente, había sido por la mitad del grupo. No afectándoles a ellos en nada. Pero ya estaba perdida. Sus pies no se movían del lugar. Iba a ser observadora de todo el resto de la carrera, quisiera o no quisiera. Ya no tenía la suficiente fuerza para alejarse de allí. Por suerte, Sergei se compadeció de ella rodeándola por los hombros y darle su total apoyo.
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Ocultándose Al Amor COMPLETA
RomansaPortada realizada por @sarelighlp Esta nueva historia, ocurre en el siglo XXI, pero digamos que es solo un poco diferente al nuestro. No, la gente no se tele-transporta ni los coches vuelan. Simplemente, existe un poco de magia en el amor. To...