-¿Y eso?-Pregunto Josh, confundido.
-Eso es mi despedida, Josh. Necesitaba hacerlo por una última vez, pero nosotros... yo... Amo a Ashton, y quiero hacer las cosas bien con él.
-Creo que es un poco tarde.-Dice un pequeño con cabellera rubia atrás de él.
-Ash, ¿Qué? ¿Tú? ¿Qué haces aquí?
-Me engañas justo enfrente de mi gimnasio y pretendes que no me entere, está bien. Te vi desde allí y dije "Oh, que tierno, ha venido a buscarme" no entendía como sabías que era aquí, pero no me importo. Pero ahora veo que, de hecho, no lo sabías.
-Ashton...-Comenzó Josh.-No pasa entre nosotros, nos estabamos despidiendo y...-Ashton asintió.
-Podría despedirme así de Harry, de Louis, de Zayn, estoy seguro que te molestaría.-Sus ojos estaban húmedos, comenzó a alejarse, nuevamente rumbo al gimnasio. Niall intento seguirlo, pero él lo tomó de la camiseta.
-Ni siquiera se te ocurra mirarme de nuevo, hoy me voy a casa de Zayn. No quiero volver a verte.
Harry llegaba a la parada del bus al mismo que tiempo John lo hacía, le sonrío desde el otro lado elevando una mano en el aire y el otro camino para acercarse, dejando un beso en su mejilla.
-Hey ¿Cómo estás?
-Bien, ¿Listo para esta noche?
-Preparado.-Sonríe.-Será genial.
-No puedo creer que vayas a hacer algo así.-
-Calla, no es la gran cosa.-John arqueó las cejas y soltó una risa.
-Bien, si eso es lo que crees. ¿Cómo crees que estará Louis al enterarse?-La expresión de Harry se volvió rígida de un momento a otro.
-No lo sé.
Louis recibió un mensaje en su teléfono cerca de la medianoche, cuando nuevamente estaba solo en su cama. Harry se había marchado antes de que él llegara, y su partida lo hacía sentirse más solo de lo usual, la fría noche no ayudaba a su situación. Movió su mano para desbloquear el teléfono y leyó el texto, desconocido: "Inocente que eres." Adjunta había una imagen, recordó el momento en que alguien le había hecho lo mismo a Harry, ¿Sería una situación similar? ¿Estaría fuera de contexto? Espero a que descargara para poder verla. Sentía como su estomago se retorcía, y como su pecho se aceleraba. Era Harry con un hombre moreno, de unos 25 años de edad o tal vez más, Harry tenía un gorro colorido de cumpleaños infantil, y collares de papeles en el cuello, reía y acomodaba un cartel, pero no llegaba a leer que decía porque la foto estaba siendo tomada de incógnito. "Métete en tus mierdas, confío en mi esposo." "Entonces ven, está en Andrae 434"
Con la dirección frente a él ya no podía ignorar la situación, podía ir y saber que era lo que realmente estaba sucediendo, se acabarían sus dudas, se acabaría su desconfianza. ¿Pero qué haría si aparecía allí y Harry estaba, de hecho, trabajando? ¿Con que rostro lo miraría y le diría que no había confiado en él como había prometido? Miro la foto. No había ropa o estantes, no había una vidriera, no había gente. Y claramente, las tiendas de ropa no permanecían hasta la medianoche abierta, pero él estaba ciego y no quería creer que él pudiera estar haciendole eso. Confiaban en su Harry más que en nadie. Pero aún seguía recordando al otro Harry, al que realmente conocía, al que había desaparecido cuando se confesó. Al Harry travieso, que disfrutaba de ir a la cama con alguien diferente, que amaba las fiestas y el deporte, al chico rudo, al grosero. Al chico que creía que no volvería a ver nunca. ¿Qué tal si ese Harry había aparecido nuevamente, y estaba dispuesto a serle infiel? Tomó su chaqueta, solamente había una forma de quitarse todas las dudas.