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Cameron PDV

Unos golpes rápidos en mi puerta son los culpables de que despierte de mi delicioso sueño, me quedé dormido después de los últimos mensajes que le envié a Maya. Tomo mi celular a un lado de mi en el colchón y espero tener en notificaciones el nombre de la chica que tanto quiero, y un terrible sentimiento de decepción me invade cuando veo que en mi celular sólo hay notificaciones de personas que sinceramente no me interesan, esperaba tener en espera mensajes de Maya, aunque fueran secos y cortantes, esperaba algo mínimo y ni eso obtuve, pero no puedo enojarme, estoy consciente de que merezco su desprecio.

Los gritos de mi madre al otro lado de la puerta hacen que ponga los ojos en blanco, que suerte que siempre pongo el pestillo a la puerta antes de dormirme, para evitar que me molesten, aunque aún así lo hacen. Coloco una almohada sobre mi rostro y me quedo así por unos segundos intentando tener tranquilidad, pero es algo que no logro obtener.

— ¡Danna ya está abajo! —Exclama mi madre dando leves golpes a la puerta, abro los ojos como platos al caer en cuenta de que olvidé por completo la cena con mi novia falsa.— apresúrate, Cameron.

— Vete, en seguida bajo —Respondo seco esperando que me haya escuchado, y al parecer lo hace, ya que deja de golpear la puerta como lo estaba haciendo.

— Debes tener una novia decente y millonaria ¿Quién mejor que ella? Nadie querido —Dice en un susurro, incluso pienso que ha pegado su boca a la orilla de la puerta para poderla escuchar por lo bajo que lo ha dicho, pongo los ojos en blanco y hago una mueca. No respondo a lo que dice y espero a escucharla irse lejos de aquí.— sólo apresúrate.

Me pongo de pie y al llegar a mi ropero comienzo a sacar la ropa que me pondré para bajar, sé que mis padres esperan que baje con un atuendo lindo y formal, claramente no les daré el gusto y bajaré con mi pijama, de todas maneras Danna nunca muestra importancia por lo que llevo puesto, es una buena chica y me ha dejado muy claro que realmente me quiere, por lo menos ella no tiene que fingir quererme.

Mientras me baño, no puedo ni siquiera relajarme por el agua caliente, no dejo de pensar en la actitud de Maya, sé que he sido un imbécil pero no estaba siendo tan mala conmigo, o al menos eso creo yo. La posibilidad de que Taylor haya abierto la boca y le contara a Maya todo sobre lo que realmente hago en Irlanda me hace querer gritar de coraje, tal vez no debí contarle a ese chico, aunque también le conté a Nash. Puede ser que Maya esté enterada de que no le ayudo para nada en la empresa a mi padre, que el dinero que le llevo cada fin de semana es obsequiado y algunas veces robado de la billetera de mi madre, y que tengo una relación con la hija de unos empresarios millonarios, mientras que ella se encuentra en Los Ángeles, embarazada de mí.

Al terminar de ducharme salgo del baño con una toalla envuelta alrededor de mi cintura, pero está casi cae de mi cuerpo en cuanto brinco por la sorpresa que me llevo al encontrarme a Danna sentada en la orilla de la cama, esperándome. ¿Cómo demonios entró? La chica rubia trae un lindo vestido de vuelo color azul lleno de pequeñas flores blancas, luce tierna y adorable, y si lo es, pero después de un tiempo resulta estresante estar a su lado.

— ¡Danna! —Exclamo con felicidad fingida y una sonrisa incomoda, la rubia sonríe ampliamente y se pone de pie para caminar hacia mí, se coloca frente a mí y pasa sus brazos por mi cuello.— Eh... ¿Qué haces en mi habitación?

— Ya no aguantaba las ganas de verte —Responde a mi pregunta aun manteniendo su sonrisa, no sé cómo puedo engañarla de esta manera, no se lo merece, pocas veces en la vida me siento culpable y ahora me siento así. Ella se lanza a darme un beso y me giro dándole la mejilla, lo cual nota pero no dice nada.— ¿Cómo has estado?

Too ugly for you » Cameron Dallas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora