Too ugly for you » Cameron Dallas©

[014]

"¿Debería de olvidarlo?"

— Me voy del país —Dice mientras baja su mirada, mi boca se abre para hablar, pero luego se cierra y me quedo muda, no sé que decir, espero no sea un chantaje o una de sus tontas bromas.— incluso del continente, pues me voy a Irlanda.

— No me gustan las bromas, no me pongas de más mal humor —Le pido tratando de reír, pero no lo logro, y al ver su cara dudo que sea una broma, es rara la vez que Cameron está así de serio.

— Te juro que no lo es, Maya, me iré mañana en la mañana —Habla en serio mientras que toma mis manos con la suyas, asiento mientras que mantengo mi vista en un punto fijo de la habitación.

Ni siquiera debería de importarme, después de todo desde que Cameron llego aquí solo me he traído problemas, ha arruinado mi reputación y no tengo idea de que es lo que siento realmente. Entiendo que el trabajo de su padre es complicado, ser millonario no es fácil, pero que terrible debe de ser mudarte tan seguido y de manera tan repentina a lugares muy diferentes, recién acababa de llegar aquí.

Pasan minutos y ambos nos mantenemos en silencio, Cameron me voltea a ver nervioso pero no se atreve a decir algo, y yo tampoco.

— ¿No...no vas a decir nada? —Pregunta tocando mi hombro con su mano, me giro a verlo y hago un puchero con mis labios inconscientemente.

— No sé que decir, Cameron —Admito y dejo de mirarlo, ahora solo escucho su respiración lenta y tranquila, quiero abrazarlo, pero no lo hago.

— ¿Vas a hacer algo? —Pregunta mientras se muerde las uñas, está nervioso. Y no entiendo a qué se refiere con esa pregunta.

— ¿Q-qué se supone que deba de hacer? —Siento como un nudo comienza a formarse en mi voz, carraspeo y disimulo dedicándole una sonrisa sin mostrar mis dientes.

— No lo sé ¿qué crees que deberías de hacer? —Pregunta y comienza a acercarse, cuando su mano se coloca en mi cintura me sobresalto por el tacto. Me alejo de él, parándome de la cama en un instante.

— Sólo puedo decirte... —Hago una pausa y tomo un largo suspiro.— que te deseo suerte.

Parece confundido por mis palabras, sacude la cabeza como si estuviera asimilando lo que dije, se para de la cama y se queda parado mientras me ve, luce incómodo.

— Bien, eso supuse, gracias —Dice y toma la perilla para salir por la puerta, lo detengo acercándome a él y tomo su mano. Veo como su rostro se ilumina al darse la media vuelta.

No sé porque lo he detenido, no tengo nada que decirle, ninguna palabra sale de mi boca, simplemente no quiero que se vaya. Al tenerlo así de cerca siento como mi pulso aumenta, intento disimular lo nerviosa que puede ponerme con tan solo mirarlo pero es inútil, el sabe lo que causa en mi, y se ha dado cuenta que ahora mi corazón late tan rápido por él.

Cierro la puerta lo poco que ha logrado abrirla y vuelvo a girarme hacia él, sus manos se colocan en mis caderas mientras que poco a poco comienzo a quedar acorralada entre la puerta y su cuerpo. Coloco mis manos en su cuello, mirándolo directamente a los ojos, ahora siento como si mi corazón se quisiera salir de mi pecho o como si estuviera subiendo por mi garganta.

Observo sus labios, gruesos y rosados a escasos centímetros de los míos y siento la necesidad de besarlos, pero no sé si hacerlo sea lo correcto. Cameron remoja sus labios con su lengua y entonces no resisto, sin pensarlo mucho y de manera rápida estampo mis labios con los suyos, cierro mis ojos en cuanto lo hago y empiezo a besarlo como lo hice el otro día en casa de Nash, solo que esta vez no fue por un juego de la botella, esta vez podría decirse que es un beso sincero, al menos de mi parte lo es.

Sus brazos se envuelven con fuerza en mi cintura mientras que sus labios se mueven a la par con los míos. Su lengua se introduce en mi boca en cuanto le doy acceso y el beso se intensifica, llevo una de mis manos a su nuca y abro más mi boca. Lo único que se escucha en la habitación son nuestros chasquidos y la música del piso de abajo. Nos separamos para tomar aire y entonces Cameron baja hasta mi cuello, pongo mis manos en sus hombros y aprieto con fuerza mientras siento como chupa mi piel sensible.

— Cameron —Digo su nombre en un gemido en cuanto siento su mano tomar con fuerza mi trasero, para de besar mi cuello ahora húmedo y se queda así por unos segundos mientras que siento su aliento chocar contra mi piel.

Ambos nos separamos de golpe en cuanto tocan la puerta, lo primero que hacemos es limpiarnos los labios y arreglarnos el cabello mientras que nos alejamos de la puerta, cuando está se abre es a Nash a quien vemos, presiono mis labios mientras que intercambio miradas nerviosas con Cameron y mantengo mis manos unidas detrás de mi espalda.

— Cameron, tú padre vino por ti, está esperándote abajo —Nash le informa mirándonos con el ceño fruncido, enciende la luz y entonces se queda con los ojos bien abiertos, estoy casi segura de que mi labial se estropeó y he dejado a Cameron con sus labios y alrededor rojos, y bueno, yo igual.

— Bien —Es lo único que dice antes de dirigirse a la puerta, se detiene en la misma y voltea a verme por última vez.— ¿Maya?

— Que te vaya bien en Irlanda, suerte en tu vuelo mañana —Le digo con una sonrisa forzada.

Ni siquiera sé que es lo que acaba de pasar. ¿Por qué no puedo tener ni un poco de dignidad? lo he dejado besarme y tocarme de nuevo, eso debería de ser ilegal, estoy segura que así dejaría de permitirlo. Cameron se va de la habitación sin decir más, una parte de mi quería detenerlo, pero la otra parte me insistió en dejarlo ir, así que lo mejor será no insistir.

Nash cierra la puerta a sus espaldas mientras que mantiene sus labios presionados, me observa con una ceja alzada mientras que se cruza de brazos frente a mi; en cuestión de segundos ha comenzado a reírse como un loco, y entonces supongo que verme la boca como la de un payaso es el causante de su risa descontrolada.

— Wow —Exclama después de reírse por unos segundos. Le muestro la lengua y empiezo a limpiarme el rostro con la tela de mi ropa blanca.— entonces... ¿le pediste que no se fuera?

— Mmm, no —Respondo con obviedad mientras que continúo intentando dejar mis labios limpios de nuevo, observándolos en la cámara delantera de mi celular.— ¿tenía que hacerlo?

— No, claro que sólo si querías hacerlo —Responde encogiéndose de hombros.

— Espero que en Irlanda encuentre a alguien con quien si pueda jugar —Le digo mis buenos deseos hacia Cameron, Nash ríe mientras que niega con la cabeza al ver que no me lo tomo a mal.

Aunque intento disimular que no afecta el que Cameron se mudará a otro continente en menos de veinticuatro horas, lo hace. Suena estúpido, pero no quiero que se vaya, mi mente ahora mismo está en guerra. ¿Debería de olvidarlo y ya?

Mientras que continúo limpiando mis labios con el cuello de mi camisa, me lastimo la nariz, al moverla con el dorso de mi mano me doy cuenta de que está lastimada, me quejo mientras que intento saber exactamente qué me sucede, por lo que el ojiazul se aproxima a mi con cara de preocupación.

— Nash, creo que me han roto la nariz.

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