Too ugly for you » Cameron Dallas©

[018]

"Amigos."

Cierro la puerta de mi casa y me recargo en esta de espaldas mientras que respiro, mi madre me mira extrañada mientras que se dirige a la cocina donde ya escucho la voz de mi padre. No puedo dejar de pensar en lo que vi en el hospital, ¿Cameron está saliendo con alguien? no puedo creerlo, aun tenía algo de esperanza. Aunque digamos que yo tampoco he estado haciendo las cosas bien, empecé a salir con Luke y creí qué tal vez podríamos llegar a algo después de un tiempo, y ahora de un día para otro ¿estoy en algo con Nash? creo que eso fue lo que le dije y di a entender. Realmente necesito dormir y no despertar en años.

— ¡Papá! —Exclamo al ver al hombre que me dio la vida saliendo de la cocina con una manzana en su mano, a punto de llevarla a su boca, pero en cuanto me ve corriendo hacia él deja la manzana a un lado.

Envuelvo mis brazos alrededor del cuello de mi padre mientras que grito emocionada, no sé por cuántas semanas se fue de viaje pero me parecieron demasiado largas, más bien eternas. Mi padre corresponde a mi abrazo gustoso mientras que ríe.

— Yo también te extrañé, pero solo un poco, eh —Espeta mientras que ambos nos volvemos a incorporar, rompiendo el abrazo. Río por su comentario y él vuelve a tomar la manzana mordida sobre la mesa.— ¿ya comiste? Lauren está preparando pasta con pollo.

— Papá, realmente quisiera conversar contigo mientras comemos juntos, pero, no he dormido ni un poco desde hace dos días, y la verdad no tengo hambre —Le explico mientras que intento justificarme, él asiente mientras que le da un apretón a mi hombro con su mano libre y me sonríe.

— De acuerdo, cariño, ve y descansa lo que necesites —Me dice comprensivo mientras que se acerca y me da un beso en la frente, me siento como una pequeña niña totalmente chiflada y consentida por su padre.— tú mamá se encargará de explicarme lo de Nash. Ahora, sube a tu habitación y duerme un poco.

Le doy un corto abrazo a mi padre y después empiezo a subir las escaleras rápidamente, apresurada por sentir mi colchón debajo de mi cuerpo cansado. Al pasar por la sala de estar del segundo piso me encuentro con mi hermano menor, quien al verme me saca la lengua y me presume sus carritos nuevos, sé que los está estrenando por los envoltorios a un lado de él, vaya, parece que mi padre ha traído regalos para Greg y para mi no, ya no me siento chiflada y consentida. Ignoro al pequeño rubio y sigo mi camino a mi recámara.

Me siento en la orilla de la cama en cuanto llego a mi pieza y dejo que mis pies cuelguen apunto de tocar el suelo después de retirarme los zapatos de los mismos, me hago una coleta y suelto un suspiro mientras que me quito la ropa que traigo puesta, quedando en ropa interior, busco una de las playeras que a propósito compro en tallas más grandes para poder usar como batas y me la pongo, es lo más cómodo de este mundo.

Escucho el timbre de la casa sonar, pero me importa un carajo quien sea, están Greg y mis padres para atender, sí, Greg tiene sólo cinco años, o cuatro, tal vez tres, no me interesa, el punto es que necesito dormir y no despertarme hasta que mis veintidós horas de sueño sean concebidas, o me pondré de peor humor, después de todas las malas decisiones que he estado tomando últimamente no puedo encontrarme de buen humor.

Cuando apenas han pasado unos segundos en los cuales he empezado a sentir un poco de paz interior, la puerta de mi habitación se abre. De inmediato finjo estar dormida, así será más fácil que quien haya entrado se vaya lo más rápido posible y me deje dormir de verdad. Escucho como cierran la puerta lentamente y puedo escuchar como ponen el pestillo de la misma, frunzo el ceño y abro los ojos ya que estoy de espaldas a esa dirección.