Capítulo 33 Sacrificios 2/2

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POV NASHI

Esperé ese golpe. Los segundos se me hicieron eternos... Recordé muchas cosas y a muchas personas.
Los del gremio, mi familia, Eien y el resto de dragones, mis amigos... Creo que era ahora a las puertas de la muerte cuando me daba cuenta de lo que sentía por cada persona que conocía. Era irónico que mis ideas se aclarasen precisamente ahora. Pensamientos como: "Debería haberlo hecho" "Ojalá se lo hubiera dicho" cruzaron mi mente. Había un hueco para cada uno de ellos en mi corazón... incluso para aquel al que brindé mi más sincera amistad y solo obtuve su traición como pago.

Cerré los ojos y aguardé el golpe....

Pero no hubo ninguno. Sentí que una gran fuerza arrastraba el peso de E.N.D y me liberaba de él en el preciso momento que las llamas rozaron mi rostro. Llegué a sentir su calor pero este se desvaneció como un espejismo.
Abrí los ojos y vi a E.N.D tumbado en el suelo a menos de un metro de distancia. Sobre él, alguien le estaba impidiendo moverse.

Levanté la vista algo mareada y no pude contener unas lágrimas de sorpresa al ver a Yume intentando detener a E.N.D

-¿¡Otra vez tú!?-preguntó Zeref a lo lejos con una voz cargada de ira.

-¿Yu...me?-pregunté.

-Nashi... yo.. lo siento mucho.-se escusó.-Todo este tiempo te engañé y no sabes cuanto me he odiado por ello.

-Apartate.-ordenó E.N.D-Eres un demonio de Zeref ¿por qué me interrumpes?

-Porque... porque no estoy de acuerdo con esto.-confesó Yume mientras apretaba los hombros de E.N.D.-no quiero que Nashi muera... Yo no... no podría soportarlo.

-Yume...-murmuré.

-Deshazte de este molesto demonio E.N.D-ordenó Zeref.-No perdamos más tiempo.

E.N.D encogió las piernas y empujó a Yume al aire mientras se levantaba y creaba una llamarada negra. Se dio la vuelta y me miró con malicia. Iba a terminar lo que había empezado, de eso no había duda.
Pero Yume aterrizó entre él y yo y extendió los brazos.

-No la tocarán.-declaró.

-Interesante...-murmuró E.N.D-¿Un demonio que defiende a un humano? ¿Te estás revelando contra Zeref...?

-Tengo mi propia manera de pensar y no acepto lo que planea hacer Zeref. Como los seres humanos yo también tengo sentimientos y sueños.

-¿Sueños?-preguntó el demonio mientras reía.

-Sí. Luchar por mis propios ideales, por la gente que me importa... tener a alguien a quien proteger por mi propia voluntad... Ese ha sido siempre mi sueño.

-Yume...-susurré y él me miró de lado brindandome una tierna sonrisa.

Yume se había revelando contra Zeref. Le había desovedecido y había actuado por su cuenta mientras había estado en Fairy Tail. Supuestamente debería haberme llevado con Zeref a la mínima oportunidad pero en su lugar compartimos los días y las horas e incluso me llevó a Era sin el consentimiento de Zeref... ¿Era posible que se hubiera delatado como demonio ante el gremio para que yo no cayera en la trampa del mago negro? ¿Lo había hecho para... protegerme? Y ahora estaba haciendolo de nuevo; interponiendose entre el demonio más fuerte y su presa. ¿Por qué? ¿Por qué arriesgarse tanto por mí?

-E.N.D, hazte a un lado.-ordenó Zeref y el demonio obedeció.

Yume miró a su amo y se movió para que ninguno de los enemigos tuviera acceso a mí.

-No dejaré que te lastimen más.-confesó Yume sin mirarme.

-Eres un demonio caprichoso Yume.-dijo Zeref mientras caminaba hacia nosotros.-Un demonio no puede pensar, no puede elegir, no debe sentir. Un demonio solo sabe obedecer a su amo y si no es capaz de hacerlo... ¡entonces no sirve!

Zeref desapareció de la vista y Yume me lazó al suelo quedando él sobre mí.
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Un golpe seco.
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Una tos.
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Una risa.

Abrí los ojos y lo que vi ante mí me paralizó. Yume me miraba tiernamente mientras mantenía sus brazos a ambos lados de mi cabeza. Sonreía... sí... pero temblaba.
Rodé la mirada hasta su estómago y allí descubrí que el puño de Zeref lo atravesaba de lado a lado. La sangre de Yume caía sobre mi ropa mientras el mago negro sacaba de la forma más tosca su brazo del cuerpo de Yume.
Él tosió y del agujero de su estómago brotó sangre como si de una cascada se tratase.

*Music on-

-Yu...me.... Yu...me.-gemí una y otra vez.

Pero su sonrisa no desaparecía mientra sus ojos claros no dejaban de perforar los míos.

-¿Por... qué? ¿Por qué... lo has
.. hecho?

Mi voz se quebró en aquel instante y mis ojos se aguaron. No podía soportarlo. Un dolor incesante había aparecido en mi pecho y sentía que no podía seguir mirando al que había sido mi salvador.

-Na..shi.-murmuró Yume aún manteniendo su sonrisa.-¿Algún día... algún día podrás... perdonarme?

Su pregunta atravesó mi corazón como una daga de punzante filo y las lágrimas acumuladas en mis ojos resbalaron sin control.
Deseaba decirle muchas cosas, abrazarle, calmar su dolor... pero... no podía moverme. Solo lo obdervaba mientras una parte de mí moría lentamente.

-¿Perdonarte?... ¿De qué hablas....?-sonreí mientras lloraba y con mi mano temblorosa acaricié su mejilla.-Eres mi amigo... No necesitas mi perdón...

-Na...shi.-volvió a murmurar y esta vez su cuerpo empezó a desmenuzarse en un polvo de luz negra que se evaporaba en el cielo.-Lo siento... no he podido... protegerte. Solo te he hecho daño, te he alejado de todos... te he utilizado...

-No digas eso...-le rogué. No podía verlo así.

-No merezco tus palabras... Morir es lo único que me queda ahora... Pero ¿sabes?...

Su cuerpo ya casi había desaparecido en aquella vaporosa oscuridad y tan solo su rostro y los brazos quedaban.

Se acercó a mi rostro lentamente y cerró los ojos y yo lo miré mientras mis lágrimas no cesaban de caer. Cerré los ojos y me consumí en el dolor de mi pecho.

-Aunque mi deber era utilizarte... acabé enamorandome de ti.

Sus labios rozaron mi frente y abrí los ojos al tiempo que su rostro se desvanecía en el aire conservando aquella sonrisa sincera... Sobre mi pecho cayó algo y mientras me incorporaba vi que era el pendiente en forma de pluma que Yume siempe llevaba en su oreja.

-"Tenías razón Nashi... madie es libre, hasta los pájaros están encadenados al cielo... Pero una pluma de ave puede brindarte la libertad que ofrecen las invisibled alas de tu espalda"

Ese fue un último susurro. Una última muestra de que la existencia de Yume había desaparecido de este mundo.
Cerré mi puño y apreté la pluma con todo mi ser mientras me ponía de pie tambaleandome.

E.N.D y Zeref estaban uno pasos más allá, observándome impasibles.

-Qué demonio más inútil... Su existencia no valió nada.-aseguró Zeref mientras se limpiaba la sangre.

-Inútil...-dije mientras mi cabello tapaba mi rostro.-¿Que no vale nada?...-apreté la pluma.-Su existencia... ¿no valió nada?

Un aura demoníaca empezó a rodearme mientras Zeref me miraba interesado. En mi cabello aparecieron unos cuernos enroscados, mi piel se cubrió de escamas negrad y mis colmillos sobrepasaron mis labios.

Todo mi cuerpo estaba cambiado, lo sentía...
De mi espalda emergieron dos alas desiguales: una era el ala de un demonio, negrs y huesuda cual murciélago y la otra... La otra era la de un ángel de plumas blancas... Plumas de ave para alcanzar tanto el cielo como la libertad.

-¿Tanto te importaba una escoria como él?-preguntó Zeref mientrad estudiaba mi nueva forma.-¿No fue él el que te trajo a mí?

-Cállate.-ordené con voz hueca y levanté la mirada.

Una mirada llena de odio y furia, unos ojos del color de la sangre, brillantes de aterradores. Unos ojos de demonio.

-¡¡¡NO VUELVAS A LLAMAR ASÍ A MI AMIGO!!!

Caos en el tiempo (NOTQE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora