Luna de colores

13-Los Tonks

Remus se levantó al día siguiente de mejor humor, tomó su ropa y se metió a bañar antes de que los demás despertarán.
Tonks se levantó y parpadeo para acostumbrarse a la luz.
-¿Quiere que yo siga mi vida? Pues la seguiré. Hoy es mi día libre así que iré con mis papás -decía Tonks, mientras se levantaba sintió unas ganas enormes de vomitar-. Demonios -y llevándose las manos a la boca salió de su cuarto hasta el baño del pasillo.
Remus aún se bañaba cuando escucho que alguien tocaba la puerta-. Ahora no, Canuto. Espera un momento ya voy a terminar -dijo mientras seguía con su tarea.
Tonks pensó que si se quedaba más ahí haría un completo desastre todo así que con un Alohomora abrió la puerta de par en par.
-Canuto, te dije que te esperes, que ya...- pero Remus escucho los lamentos que no pertenecían a Sirius, abrió la cortina para ver y vio a Tonks vomitando -¡Tonks!
Tonks no tuvo tiempo de voltear pues seguía devolviendo todo lo que tenía en el estómago. Remus tomo cuidadoso el cabello de Tonks para que no se marchará, mientras se pasaba una toalla en la cintura.
-Ya, tranquila -dijo Remus cuando Tonks terminó-. Todo esta bien.
-Estoy manchada de vómito, no me veas -dijo Tonks con una mueca en la boca.
-Vamos, no sería la primera vez -dijo Remus divertido mientras se levantaba y ayudaba a Tonks a hacerlo-. Ven, necesitas limpiarte.
-Gracias -dijo Tonks mientras Remus limpiaba sus comisuras con una toalla más pequeña-. Yo lo siento -Tonks se avergonzó y bajo la mirada para encontrarse con el cuerpo mojado y semi-desnudo de Remus.
-Yo... voltéate, ¡ahora! -dijo Remus al percatarse de la mirada de Tonks-. Tonks, voltéate... o me volteó yo.
-Una vuelta no me vendría mal.
-Nymphadora.
-No me digas así -Tonks se acercó a él, Remus no tenía un cuerpo de ensueño como el de Sirius, era delgado pero algunos de sus músculos estaban bien contorneados- Aparte yo también te había visto así.
-No es verdad, sólo habías visto mi torso y yo llevaba mucho más ropa esa vez -Remus sintió que su cara se ponía roja.
-Te has puesto rojo -dijo Tonks entre risas-. Mira, está bien. Sí quieres que me vaya me voy.
-Si, es lo mejor- Remus se hacía a un lado para que ella pasará libremente-. Nos vemos en un rato para que me platiques por que estabas así.
-Claro, señor Lupin -dijo Tonks pasando a un lado de él-. Gracias por ayudarme-. Tonks se acerco a él para darle un beso en la mejilla.
-E-Es lo menos que podía hacer- dijo Remus con la voz cortada y tragando saliva.
Tonks noto el gesto y se pegó todavía más haciendo que su blusa se humedeciera ya que Remus seguía mojado por su ducha interrumpida.
-Por favor... vete a tu cuarto -y con todo el dolor de su alma la separó y la guió hasta la puerta mientras la abría.
-¿Y el autocontrol, Remus? yo sólo te estaba agradeciendo -dijo Tonks en la puerta mientras sonreía de oreja a oreja.
-La Luna me afecta...- dijo cerrando la puerta-... Y tu también.
Tonks fue hasta su cuarto y se tiró en la cama con una sonrisa, Remus... Remus estaba mirándose al espejo con una sonrisa en la cara mientras se vestía. Ninguno de los dos se percató de los pares de ojos pertenecientes a Ginny y Hermione que observaron la escena divertidas.
Ese día después de que todos desayunaron la mayoría fueron a ayudar en las cosas de limpieza pero Remus se quedo en la cocina con Sirius.
-Gracias por lo de ayer... me ayudó mucho, Canuto.
-Admitelo, Lunático... ¡Sin mi pierdes la cabeza!
-Cállate, Black- dijo Remus lanzándole un pedazo de chocolate-. Pero un poco sí.
-Hola, ¿interrumpo algo? - dijo Tonks asomándo la cabeza por la puerta.
-No, de hecho que bueno que estas aquí porque... porque Molly me estaba llamando y no quería dejar a Remus sólo -decía el animago mientras se levantaba y caminaba a la puerta-. Nos vemos en un rato.
-En verdad piensa que le creemos, ¿cierto?- dijo Tonks mientras se sentaba frente a Remus.
-Efectivamente -Remus sonreía tímidamente- ¿Qué te pasó hoy en la mañana? ¿Qué comiste anoche? ¿Te duele la cabeza? ¿Has tomado algo?
-¡Remus, tranquilo! Ayer comí una cosa muggle y desde que lo vi no me gustó, sin embargo, me lo comí.
-¿Por que lo comiste? No lo hubieras hecho.
-Un amigo lo invito y no soy mal educada, mis papás ... ¡mis papás! -Tonks se levantó rápido de la mesa-. Me voy a verlos, llevo semanas sin verlos.
-¿Te irás sola?
-Si, ¿por qué?
-Acabas de vomitar. No puedes ir sola. Estaría mal, ¿te puedo acompañar? Sólo hasta la puerta.
-Claro, vamos.
Y así ambos se despidieron de los habitantes de la casa habitantes para salir hacia a casa de los Tonks.