Luna de colores

3-La primera noche

Ya tenía mucho tiempo que todos se habían ido a dormir o eso pensó Remus, que bajo despacio a la cocina a comer un poco de chocolate. Su madre le enseñó que el chocolate en él tenía un efecto extraño, lo ayudaba a sentirse mas calmado y eso era justo lo que necesitaba.
Bajo las escaleras y con mucho cuidado llegó a la cocina, no sin antes voltear a ver la pata de Troll que estaba en el pasillo.
Remus sonrió.
-¿Espera por qué haces eso? -pensó.
Esa pata de Troll le recordaba a Tonks, y por eso sonrió. 
-No, ¿cómo puedes estar pensando en ella? Tienes la edad de sus padres- dijo mientra buscaba en la alacena el chocolate- claro y eso es lo mínimo, tomando en cuenta tu problema y que cada mes corre la posibilidad de que la mates y te la comas -encontró el chocolate, se sentó en la mesa y comenzó a comerlo.
El pobre licántropo se regañaba mentalmente por pensar en Nymphadora, mientras comía un poco de chocolate. En otro lado de la mansión Tonks hacia lo mismo pero ella sin regañarse.
-Que hermosos ojos y su sonrisa... y las cicatrices que tiene en el rostro, ¡Merlín! - decía Tonks abrazando a su almohada mientras sonreía como adolescente- pero...- la sonrisa desapareció de su rostro-,debe de estar casado y con una familia, aunque no vi argolla por ningún lado -sacudió la cabeza y se bajo de la cama-. Necesito un vaso de leche caliente.

Con mucho cuidado Tonks bajo las escaleras, pero como todo estaba en completa oscuridad y ella no llevaba su varita, no se percató de la pata de Troll y se fue de bruces con todo y pata.
Remus que se encontraba por su segunda barra de chocolate escucho el ruido y salió con varita en mano a ver que pasaba.
-Lumus -susurró antes de salir de la cocina-, ¿Quién anda ahí?
-Soy yo Remus- dijo Tonks que se encontraba sentada en el suelo con el cabello amarillo.
-¿Qué hace en el suelo?- dijo Remus acercándose a ella para ayudarla.
-¿Qué hace? -dijo Tonks reprimiendo una carcajada y cambiando su cabello a rosa chicle-. Creo que no te acuerdas de mi, yo jugaba contigo.
-Claro que me acuerdo, es sólo que eso ya tiene mucho tiempo y bueno, no sé cómo hablarte ahora- dijo Remus rascándose nervioso la nuca.
-Pues ahora pasaremos tiempo juntos así que sería bueno que me trataras como lo hacías antes. 
Remus no pudo aguantar y empezó a reír, Tonks pensó que se reía de lo que había dicho y eso la hizo enojar. Remus vio que el cabello de ella se volvía rojo y ceso las risas.
-Sólo quería que te sintieras en confianza, no había necesidad de que te burles de mí -dijo Tonks que ya empezaba a subir las escaleras.
-¿Qué?, espera- dijo Remus corriendo tras ella-.Yo no me estaba burlando. 
-¿No? - dijo Tonks volteandose para quedar a unos cuantos centímetros de él.

Remus retrocedió.

- No, mira puedo explicar mi risa, ¿me acompañas a la cocina? -dijo Remus bajando las escaleras.
Tonks lo pensó no más de 5 segundos y es que a quien quería engañar, si Remus le pedía ir a la luna ella diría que sí. Con paso firme se dirijo a la cocina, pero al instante que paso a un lado de Remus fue inevitable oler su perfume natural, que olía nada más y nada menos que a chocolate.

-Gracias, por favor siéntate- dijo Remus que hacia aparecer dos tazas de Chocolate caliente mientras se sentaba frente a ella y apaga la luz de su varita.
-Por nada. Ahora date prisa que mañana es mi primera guardia y no quiero dormirme en ella.
-Seguro que no. Escucha yo no me estaba burlando de ti, nunca lo haría es sólo que mencionaste que sería bueno que nos lleváramos como antes y no pude evitar recordar como nos llevábamos y las caras que pondrían todos al ver algo como eso- dijo Remus sonriendo calidamente.
-¿Por qué?- dijo Tonks que seguía tratando de mantenerse sería y cortante, aunque su cabello ya se había tornado rosa chicle.
-Bueno, es que no sé si recuerdas pero tu me tratabas como se tus caprichos mandaban.
-Eso no es verdad -dijo Tonks carcajeandose.
-Oh, claro que sí. Si tus papas no te querían dar algo siempre me lo pedías a mí....
-Porque tú me lo dabas -interrumpió Tonks.
-Exactamente- dijo Remus en medio de un bostezo-. Disculpa, no he dormido bien estos días. Bueno es mejor que subamos a dormir, mañana es la primera guardia y supongo que necesitarás toda la energía posible.
-En camas separadas, ¿cierto?- bromeó Tonks.
-Claro, por supuesto, no fue mi intención... fue una mala elección de palabras -dijo Remus apenado que notaba como sus mejillas comenzaban a cambiar se color. 
-Pero si te haz puesto más rojo que un tomate.
-Será mejor que subamos a la cama... de cada quien, separadas, en cuartos diferentes, ¿me estas entendiendo, verdad?- dijo Remus que ya se había levantado de su asiento para que Tonks no notará el color en sus mejillas.
-Pero claro que entiendo. Vamos a la cama Lupin- dijo Tonks subiendo las escaleras.
Remus se había quedado petrificado, esto no podía estar pasando, sin embargo sólo asintió y subió las escaleras.
-Este es el mio, en realidad esta muy cerca del tuyo- sonrió Tonks cuando llegaron a uno de los primeros cuartos-. Será mejor que descanses, buenas noches Remus -Tonks se puso de puntitas y le dio un beso a Remus muy cerca de la comisura de los labios-. Ahora ve, que tienes que dormir. 
La puerta se cerró, dejando a un licántropo sin palabras, rojo y muy avergonzado de un lado, y a una metamorfomaga entusiasmada, feliz y adormilada del otro.
-¿Qué demonios acaba de pasar?- pensó Remus que entraba a su cuarto y se tiraba en la cama -Le doblas la edad, es mejor que dejes de sentirte así porque no llegarás a nada con ella. Debo controlarme, es la primera vez que estamos solos y me comportó como un adolescente... Qué vergüenza.

-¿Eso contó como un beso?, fueron sólo las comisuras pero... -Tonks no podía dejar de sonreír como niña en dulceria-. Será mejor que duerma, mañana me espera un día con ese hombre.

Y así los únicos dos inquilinos despiertos se quedaron dormidos, ambos pensando en aquel beso de buenas noches.