"No me quiero ir..."

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- ¡Está muy fría! – salí corriendo del agua hacia la toalla.

- Te dije que no te metieras – Yongguk río desde la toalla contigua. Le saqué la lengua.

Llevábamos prácticamente toda la mañana en el lago, habíamos comido y después paseamos un rato por los alrededores del lago. Había olvidado lo que se sentía al estar en sintonía con la naturaleza pero ahora con Yongguk lo había recordado, y no quería que aquel momento acabará.

- Anda ven – Yongguk palmeo el lugar vacío de entre sus piernas y con cuidado de no caerme me acerqué y me coloqué entre ellas, mi cara se enrojeció.

Yongguk pasó sus brazos por mi pecho y me abrazó dándome calor, se sentía tan bien estar entre sus brazos. Relajé mi postura y apoye mi cabeza en su pecho, noté como se tensaba y al instante volver a la normalidad. Me beso delicadamente la cabeza, sonreí mientras cerraba los ojos y aspiraba en limpio aire del bosque.

- Tienes que volver mañana – comencé a dibujar círculos en mi pierna.

- ¿Tan pronto?

- Tenemos trabajo – me tensé –. No me importaría que te quedarás en nuestra casa pero tú tienes que volver a la universidad.

- Vale – suspiré.

- Yo también quisiera que no te fueras, aquí estás segura – me cogió de la barbilla –. Pero nadie debe de saber de esto.

- ¿Qué es esto Yongguk? – acercó nuestros rostros.

- Sentimientos – acarició mis labios con los suyos, para después unirlos completamente. Realmente iba a extrañarlo.

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- Vuelvo mañana – agarré con cuidado el plato de comida de la alacena.

- ¿Tan pronto? – se quejó mi hermano por el teléfono.

- ¿Cómo qué tan pronto? ¿No extrañas a tu hermana? – río nervioso – ¡Oh! No me digas nada, tú y Sunny, lo había olvidado.

- Es maravillosa – bufé.

- No hace falta que me digas como es mi mejor amiga Romeo, ni tampoco que me cuentes como son tus actos sexuales con ella ¿sí? – gritó por el altavoz – Solo dile que vuelvo mañana, tendrán la casa para ustedes toda la noche.

- Sora no sigas – esta vez reí yo.

- Cambia las sábanas, te quiero – y colgué.

Cené mientras veía una película con Zelo en salón, y como todas las películas que ponían los domingos era una auténtica mierda. No tenía sentido alguno, y por eso la mayoría del tiempo Zelo y yo nos reíamos de las incoherencias que sucedían.

Cansada decidí subir a la habitación de Yongguk a descansar, no me molesté en encender la luz ya tenía la suficiente confianza como para ir a oscuras, en cuanto me recosté en el colchón me quede profundamente dormida.

No sé cuánto tiempo había pasado desde que me había ido a dormir pero de repente noté una respiración agitada en la habitación.

- ¿Q-qué pasa? – murmuré dormida.

Encendí la lámpara de noche y me llevé la grata sorpresa de ver a Yongguk completamente asustado cerrando la puerta, tenía la cara demacrada. ¿Qué le había pasado?

- ¿Te encuentras bien? – él se acercó rápidamente a mí y se colocó de rodillas mirándome.

- Prométeme que no me dejarás – lo miré interrogante.

One Last Shot /BAN YONG-GUK - BAP/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora