"Moriremos los dos."

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- ¡Espera! – chillo revolviéndome en la silla que me mantiene presa – Por favor.

- ¿Por qué debería, hija? – me dice con una sonrisa cínica.

- Quiero que te expliques, quiero conocer porque demonios mataste a mamá – le suplico.

- Tu madre era preciosa cuando la conocí – suspiro, acabo de conseguir el tiempo que necesito para pensar –. Era demasiado joven cuando se casó conmigo, pero parecía que me amaba igual que yo a ella.

- ¿Tú la querías?

- Más que a nada en este mundo, por desgracia era hija de mi mayor enemigo y dejé de lado ese amor por la venganza – su semblante se vuelve frío.

- La mataste – afirmo.

- Así es, y con el paso del tiempo la culpa se ha hecho más grande, y por más que te he intentado alejar de este mundo, tú has acabado metida en él por tu propia voluntad.

- No mientas – con un ligero movimiento consigo sacar la cuchilla que Yongguk me había obligado a guardar en las mangas –. Tú lo único que querías de mí era prostituirme.

- Al principio sí, ahora no – niega –. Tenía pensando que te casaras con Sung-kyu.

- ¿Sung-kyu? – abro los ojos asombrada.

- Ahora es el jefazo de una mafia de drogas – se ríe ante mi cara de sorpresa –. Un buen partido para ti, hija mía.

- Hazlo – aseguro –. Cásame con él y deja a Yongguk libre.

- No.

- Fue accidente, esa mujer se metió en el camino de la bala – poco a poco voy cortando la cuerda.

- La mató y ahora él correrá el mismo destino – le apunta a la cabeza y me mira –. Despídete.

Todo pasa muy rápido, Yongguk se levanta de la silla de un salto y sale corriendo en dirección a mi padre, yo logro cortar las cuerdas y me libero fácilmente, miro en dirección a los dos hombres y observo su lucha con la pistola.

Corro hacia Yongguk y le paso mi cuchilla a su mano libre, él le propina un duro golpe en el cuello a mi padre, provocándole que comience a sangrar.

- Desgraciados – murmura.

Me acerco a donde yacen nuestras cosas y me comunico con Zelo, le digo que corra hacia nuestra posición que no hay que perder tiempo.

- ¡SORA! – me giro y rápido me agacho, la bala golpea la pared que yace enfrente de mí.

- ¡CORRE! – la voz de Yongguk resuena por toda la fábrica abandonada, mi cuerpo se tensa de los nervios.

- ¡No, no quiero dejarte atrás! – le grito de vuelta – Me prometiste que decidiría yo, matarlo o no.

- ¡Sora que corras, maldita sea!

Reprimo las ganas de llorar y salgo corriendo por la puerta principal, nada más llegar al pasillo veo a Zelo esperándome impaciente, observo a sus labios que se mueven con demasiada rapidez, está hablando con Yongguk por el intercomunicador.

- ¿Zelo? – me abrazo con fuerza a él.

- Salgamos de aquí – me dice agarrándome con fuerza de la muñeca.

- ¡Espera, espera! ¿Qué hay de Yongguk? – Zelo no abre la boca en todo el trayecto hasta la salida – ¡ZELO!

- ¡Él no va a salir! – su voz furiosa pero a la vez triste, me provocan ganas de vomitar.

Nos escondemos en la furgoneta, yo me tumbo y comienzo a llorar de la impotencia, ¿qué no iba a salir? Y una porra.

Me levanto rápido, y consigo a esquivar a Zelo en mi carrera por llegar a donde estaba él, la persona que más amaba en el mundo, qué me había hecho ser la mujer más feliz en todo el maldito el universo, él que me hacía querer más y más de sus besos.

- ¡Sora! – la voz de Zelo sonó más cerca de lo que imaginaba, pero de la nada todo se volvió oscuro y la bola de fuego me engullo.

- ¡YONGGUK!

Ya no había un nosotros, ya no habría más besos, ni abrazos, ni caricias. Ahora solo era yo y el calor abrasador que flotaba a mi alrededor, el fuego consumía todo a mi alrededor, todo parecía una pesadilla, sin embargo, mis lágrimas y las de Zelo eran completamente verdaderas.

Bang Yongguk's POV

- ¡Sora corre, maldita sea! – gruñí notando el sabor metálico de la sangre por mi garganta.

Su figura se desvaneció en mis ojos, y supe en ese mismo instante que jamás la volvería a ver. Llamé a Zelo por el intercomunicador.

- Llévatela lejos – susurro mientras le propino una patada en la barriga al padre de Sora.

- ¿Y tú, qué harás? – me pregunta sabiendo la respuesta.

- Zelo, cuida de ella para siempre ¿me entiendes? – el malnacido se levanta del suelo, corto la comunicación.

- Siempre – logró escuchar antes de que el aparato se apague.

Me limpio la sangre que chorrea por mi boca y me apresuro a coger las pistolas de mi funda, lo miro retorcerse de dolor.

- Moriremos los dos – afirmo –. Y tú te pudrirás en el infierno rata inhumana.

- Pero la dejaremos sola – se ríe, le disparo.

- Haría cualquier cosa por ella, si tengo que morir, lo haré – me acerco a él, está muy herido.

- Ahora mismo te podrías ir, voy a morir de todas formas.

- No lo hago por ti – le sonrío, me giro hacia un grupo de cajas y disparo sin piedad, el exnovio de Sora cae al suelo – Las ratas se reproducen ¿sabías?

- ¡Desgraciado! – saco la granada y la lanzó a su lado, el padre de Sora comienza a gritar.

Me apoyo contra una pared y sonrío.

- Te echaré de menos pequeña – las lágrimas que jamás fueron capaz de caer, caen por mis mejillas –. No me olvides, te quiero Sora.

La bomba estalla y noto como un tirón hacia el suelo que me sumerge en una espiral de dolor, todo se ha acabado.

Grito de dolor al notar toda la explosión en mis poros, ¿así sabía la muerte?

Sin embargo, mi último pensamiento es para ella, para la mujer de mi vida, siento no poder vivir feliz a tu lado, pero por favor hazlo tú por mí.

Y el aire dejó de entrar por mis pulmones.

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Se ha terminado, ¿creo? La verdad no estoy muy segura con el final, de todas formas el capítulo de la semana que viene sí que será el último. 

Nos leemos,

XOXO.

One Last Shot /BAN YONG-GUK - BAP/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora