"Me olvidé de quien era yo..."

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Bang Yongguk's POV

- Exactamente dos años sin vernos – miré de soslayo a Sora y mi furia aumentó al observar sus ropas rajadas y su cara roja posiblemente de puñetazos, hijo de p*ta.

- Has tardado en salir de tu escondite, un minuto más y hubiera muerto – Bae señaló a Sora.

- No sé quién es – tenía que mentir para protegerla, no me podía arriesgar a que volvieran a por ella.

- ¿No? – Bae sonrió ladinamente – Entonces no te importará que haga esto.

Bae se acercó al cuerpo inconsciente de Sora, la cogió por los pelos y la obligó a mirarlo. Su cara estaba manchada de sangre seca en su labio y mejillas, y de moratones de un color muy oscuro. Debería haber tardado menos, estaba herida y era todo por mi maldita culpa. Era un auténtico gilip*llas.

El sujeto le colocó una navaja justo en una de las mejillas y por el sonido de dolor de Sora y la fina carretera de sangre que corría por su cara sabía que se la había clavado. Sin embargo no podía hacer nada, no podía demostrar que ella me importaba, que ella estaba conmigo, que ella confiaba en mí.

La navaja ahora se encontraba en su vientre, preparada para ir subiendo lentamente hacía sus pechos y cortar cualquier tipo de tela que se interpusiera en su camino.

Bae me quería provocar y lo estaba consiguiendo.

Sin que se diera cuenta llevé mis manos a mi cinturón y agarré fuertemente la pistola que siempre llevaba, y que más de una vez me había salvado la vida. En cuanto aquel subnormal se despistara un mísero segundo, le clavaría unas cuantas balas de propina por todo lo que le había hecho a Sora.

- Nena me están dando ganas d- – Bae paró de subir la navaja y concentro la mirada de nuevo en Sora.

- Púdrete mal nacido – y disparé.

Sora's POV

Negro era lo único en lo que podía pensar, lo único que podía sentir, lo único que podía ver. No sabía dónde estaba ni qué había pasado. No podía moverme, no podía hablar, ni siquiera podía abrir los ojos. Todo era frustrante, muy frustrante, quería despertar pero no podía.

Me concentré con todas mis fuerzas en abrir los ojos pero no se abrían, no querían, parecían que estuvieran pegados con pegamento. Quería despertarme, quería saber que había pasado, quería saber dónde estaba. Después de unos cuantos intentos fallidos acabé dándome por vencida y esperé a sentirme cansada de nuevo para volverme a quedar dormida, con la esperanza de esta vez sí despertar de una vez por todas.

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- ¡Buenos días! – parpadee varias veces acostumbrándome a la luz de la habitación – ¿Cómo te encuentras?

- Me duele todo – me quejé – ¿Quién e-eres?

- ¡Oh! Siento no haberme presentado soy Choi Jun Hong pero me apodan Zelo. Un placer – el chico que se encontraba a mi derecha sonrió amablemente.

- Yoon Sora.

- Si lo sé, Yongguk me ha hablado de ti – Espera, espera, espera, ¿quién?

- ¿Yongguk? ¿Está aquí? Espera, ¿dónde estoy?

- Estás en nuestra casa y sí, él está aquí.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy aquí?

- Unos cómplices de Choi te atacaron en tu casa. Bang y yo fuimos a salvarte – Zelo sonrió amablemente – Pero no pudimos evitar que te hirieran. Lo siento.

Desvié mi mirada de Zelo y la posicioné en mi cuerpo, me dolía todo. A simple vista visualicé bastantes cortes y morados en las piernas y muñecas. ¡Mierda! ¿Y ahora cómo le explicaba yo esto a Young-jae? ¡Young-jae! ¿Dónde estaba? Mordí mi labio nerviosa y al instante grité de puro dolor.

- ¡No hagas eso! – Zelo me regañó – Tu cara se llevó la peor parte.

El chico me acercó con mucho cuidado un pequeño espejo para que me pudiera observar, pero debería no haberlo hecho. Mi labios estaban hinchados, sobretodo la parte inferior, y mi mejilla izquierda presentaba un 'bonito' hematoma violeta. ¡Dios! ¿Qué me habían hecho?

- Los moratones se irán en una semana – rápidamente Zelo me arrancó el espejo de mis manos – Las heridas tardaran un poco más, tienen que cicatrizar del todo.

- ¿Mi hermano?

- Está bien, supone que este fin de semana harás un trabajo universitario con una compañera.

Suspiré derrotada. ¡¿Es qué no puedo ser una chica normal?! ¿Por qué tenía una panda de locos que maltratarme? Yo nunca había hecho nada 'muy' malo en mi vida. Sollocé levemente mientras llevaba una mano a mi amoratada cara. Estaba asustada, muy asustada. Quería volver a mi casa, quería volver con mi hermano y Sunny, quería volver a ser pequeña para que mi madre me abrazará y me dijera que todo estaba bien, cuando realmente nada lo estaba.

Aproveché para levantarme de la cama cuando Zelo me avisó de que iba a prepararme algo de comer, pero no creo que fuera una buena idea porque, nada más posicioné los pies en el suelo un fuerte dolor me recorrió todo el cuerpo. Maldije internamente mientras hacía fuerza con los brazos para levantarme, hasta que conseguí ponerme en pie. Me acerqué despacio al gran ventanal que había y observé a través de él. Estábamos en medio de la nada, la vista de la ventana estaba ocupada por un lago gigantesco rodeado de un bosque frondoso, el cuál no nos vayamos a engañar se me pareció mucho al de Crepúsculo ¿dónde estaba?

- ¿Qué haces? – me preguntó una voz ronca desde atrás mío.

- ¿Uh? – aparté mi vista del ventanal y me di la vuelta para encontrarme con él – ¿Yongguk?

- ¿Qué se supone que haces? – ¿por qué actuaba tan frío? Creía que había cambiado cuando, bueno ocurrió lo de la mejilla.

- ¿Dónde estamos?

- Estamos en mi casa, a las afueras de la ciudad – Yongguk se acercó a mí – No deberías salir de la cama.

Yongguk me agarró delicadamente del antebrazo, y en un abrir y cerrar los ojos me encontraba cargada entre sus brazos, lentamente caminó hasta la cama donde había estado reposando y me dejó allí de nuevo. Sin embargo no quise que aquel contacto se rompiera y por eso antes de que quitara los brazos de mi cuerpo me abracé a él por el cuello, rápido noté como se tensaba.

- Gracias – susurré – Muchas gracias.

El silencio invadió la habitación, un silencio cargado de palabras que nunca llegarían a ser pronunciadas.

No me aparté de Yongguk, no quería ¿Por qué? Fácil, su aroma me atraía, su tacto me enloquecía y sus ojos, que ahora me miraban, me hacían perderme en ellos y olvidarme de todo a mí alrededor.

Él se fue acercando poco a poco a mí, no apartaba la vista de mis ojos ni yo de los suyos, me olvidé de quien era yo, de quien era él, del dolor que sentía y únicamente me concentré en las mariposas que de nuevo comenzaban a florecer.

Y es que, uno no elige de quien se enamora ¿no?

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¡Hola de nuevo!

Os traigo nueva dosis de Yongguk y Sora. :3

Espero que estéis pasando un buen verano, que ya falta poco. {Despresión ON} 

Por cierto, muchas gracias por la acogida de {Mi recuerdo de ti.} - Yoongi, me alegra que os haya gustado. 

¡Ah! También me he creado un twitter dedicado exclusivamente a las novelas: https://twitter.com/WhisperOfNights  me encantaría hablar con vosotras. 

Nos leemos. XOXO.


One Last Shot /BAN YONG-GUK - BAP/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora