One Last Shot /BAN YONG-GUK - BAP/

"Nunca quise hacerte daño..."

Ring, ring, ring.

<Molesto y asqueroso despertador, algún día de estos no dudaré en tirarte a la pared hacia una muerte segura>. Me incorporé en la cama y apagué el aparatito del demonio, me deshice de todas las mantas que me cubrían y me dispuse a levantarme cuando mi vista se fijó en la ventana, no estaba cerrada del todo y una suave brisa penetraba e inundaba mi habitación, que yo recuerde anoche la cerré después de que el extraño se fuera ¿o no? Ya no lo recuerdo, estaba cansada y lo más probable era que hubiera caído rendida antes de cerrarla.

El día se había levantado un poco frío, ya se comenzaba a notar que el invierno estaba a la vuelta de la esquina, adoraba la nieve, los días nublados y la ropa abrigada. Tarde bastante en ducharme, el agua estaba muy calentita y no quería salir; me vestí y me peiné mi rebelde cabello para después bajar a desayunar.

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- Un cappuccino para llevar – ordené a la camarera – Muchas gracias.

Revisé la hora en el móvil, llegaba con tiempo de sobra a la universidad, mientras le daba otro sorbo a mi bebida volví a revisar la exposición que me tocaba realizar hoy para la clase, estaba un poco nerviosa nunca me ha gustado hablar en público no obstante el tema que había elegido lo manejaba bastante bien con lo cual si algo saliera mal estaría bajo control.

- ¡Buenos días, Sora! – mi compañera de asientos, Min-Hee, me saludó alegremente – ¿Nerviosa?

- No, bueno un poco tal vez – Ambas reímos.

El profesor entró y me mandó llamar a la pizarra para comenzar la exposición, respiré fuertemente mientras me levantaba. <Puedes hacerlo, ¡vamos!>.

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- ¡Felicidades, fue todo un éxito! – Min-Hee me abrazó – Nunca había visto al profe tan contento como hoy, esto se merece una ración extra de postre.

- ¿Qué había hoy en el comedor? (cantina)

Los ojos de mi amiga brillaron – Flan – Y sin dudarlo mi amiga me agarró del brazo y me arrastró destino: Mundo de los Flanes.

Nos sentamos en el interior del edificio, cerca de unas estufas, el frío de por la mañana era nada comparado con el de ahora y por lo que mi hermano me dijo antes de salir estaba prevista una ola de frío.

- Come despacio, el flan no desaparecerá.

- Todo es culpa de los nervios, mañana expongo yo, no debería haber elegido el tema de adaptación.

- El tema es fácil pero muy extenso – aseguré.

- Para ti todo es fácil – Min-Hee infló los mofletes – Por cierto, hay un nuevo cotilleo en el campus.

- ¿Otra vez la mimada? – Mi amiga negó en rotundo, su cara se adornó con una sonrisa maligna que daba mucho miedo.

- Un chico nuevo – Bufé – ¡Ehh! Está volviendo locas a todas las chicas del campus.

- ¿Y...?

- ¡Oh, oh! Mira por ahí entra.

Me giré hacia la entrada, y como había dicho mi amiga, la gran mayoría de chicas se habían acercado a él, acorralándolo. ¿Sería tan guapo, como para atraer a tantas chicas a la vez? La manada de mujeres se apartó del joven para que se pudiera sentar tranquilo en su mesa y gracias a ese movimiento pude observar a un ahora conocido chico. ¡Un momento! ¡Ese era Sung-kyu!

- ¿Sora? – Me giré de nuevo hacia mi amiga – ¿Lo conoces?

- Por desgracia creo que sí - ¿Cómo podía estar en mi misma universidad? A él nunca le interesaron las ciencias, ¡tsk! Parece que al destino le gusta torturarme.