"En busca del lugar invisible..."

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Bang Yongguk's POV

- ¡¿Por qué le dijiste semejante estupidez?! - Zelo entró hecho una furia por la puerta de casa.

- ¿Decirle qué a quién?

- No te hagas el tonto Bang, ¿por qué la trataste así? - frustrado me levanté.

- Confundió sus sentimientos.

- ¿Y cómo estás tan seguro de que lo hizo? - lo miré a la cara.

- Nadie me puede amar.

- ¿Por qué?

- No merezco que lo hagan, yo solamente soy una máquina de matar, un monstruo. No tengo solución.

- ¡Pero que estupideces estás diciendo! - Zelo me agarró de la camiseta por los puños - Ella te quiere, y tú la quieres a ella, así que deja de hacer el gilipollas y afreta tus malditos sentimientos hacia ella de una puta vez.

- ¡Tú no sabes nada, aparta! - intenté apártalo, pero él rápido me apretó más el agarre y me lanzó contra la pared.

- Está perdida por tu culpa, y muy dolida - Zelo se acercó a mi cara -. Arregla toda la mierda que le has hecho o esto acaba.

- ¿Qué acaba? - reí.

- Solo necesito apretar una tecla del teléfono para avisar al jefe de lo que hiciste - tragué duro - ¿O no te acuerdas que te acostaste con su hija?

- ¿C-cómo lo sabes?

- Me extrañaba que salieras tan tarde por la noche, así que te seguí y descubrí, bueno, con quién te estabas encontrando.

- Solo lo hice una jodida vez.

- Pero lo hiciste, y engañaste a esa pobre chica con la promesa de traerle de vuelta a su padre - gruñí.

- ¿A dónde llevaste a Sora? - Zelo sonrió ladinamente.

- Claro que te importa, y mucho - rodé los ojos -. Está en su casa.

- No quiero herirla - murmuré para mí mismo.

- Ya lo has hecho hermano - Zelo me pasó el teléfono -. Llámala y arréglalo, la quiero de vuelta por esta casa. Ella hacía de este lugar un sitio más cálido.

La llamé una vez, dos, tres, diez, pero no contestaba. Zelo y yo decimos coger el coche y presentarnos en su casa de improvisto, sin embargo allí no había nadie.

- Zelo, ¿dónde demonios está? - Zelo negó preocupado -¿La universidad?

- No fue, ya me lo comunicaron - apreté el volante.

- ¿Dónde mierdas estás preciosa?

Mi teléfono comenzó a sonar, rápidamente lo cogí y observé las letras de 'Número desconocido', miré a Zelo y él me asintió en respuesta, acepté la llamada y coloqué el altavoz.

- ¿Preocupado, Bang? - una voz masculina sonó del otro lado de la línea - ¿Dónde está la zorrita?

- ¿Dónde la escondes, malnacido?

- En un lugar invisible - rio -. Sabes, no tienes tan mal gusto con las mujeres. Ella es muy apetecible.

- ¡Ni se te ocurra tocarla o te juro que te mato! - apreté mi mandíbula.

- Fue muy excitante verla sentada sola al lado de la tumba de su madre mientras lloraba por ti - gruñí -. Me dieron ganas de follármela allí mismo.

- S-u-é-l-t-a-l-a ahora mismo.

- Prefiero divertirme antes - se escuchó como abría una puerta, unos sollozos casi imperceptibles sonaban al fondo -. Sora, cariño, ven aquí - los sollozos se hicieron más fuertes -. Dile que te hecho o ¿prefieres que se lo cuente yo gatita?

- Y-Yongguk - mi vista se nubló -. a-ayúdame por favor.

- Eso no preciosa - volvió a reír -. Cuéntale que te hice cuando llegaste - silencio - ¡Qué le cuentes zorra!

- Me ato a una silla - Sora comenzó a llorar -. y me hizo, me hizo - su voz se escuchó distorsionada -. ch-uupar.

- ¡Dime dónde estás maldito malnacido! - chillé furioso - Cuando te encuentre, te cortaré los huevos y se los daré de comer a un sucio chucho.

- Se viene la segunda ronda, Bang - un golpe secó acompañó a la voz del psicópata - ¿Qué le haré esta vez?

- No te atrevas a tocarla de nuevo - Zelo me miraba asustado.

- Qué pena, pero ya lo he hecho - y colgó.

Apreté con fuerza el volante, volviendo a mis nudillos de un color blanquecino, maldije en voz alta todo lo que se me paso por la cabeza. Por mi estúpida idiotez ella estaba así, sufriendo en manos de algún loco, gilipollas, gilipollas.

- La encontraremos cueste lo que cueste - murmuré para mí mismo mientras encendía el coche y apretaba con fuerza el acelerador.

- ¿A dónde vamos? - miré a mi compañero con decisión.

- En busca del lugar invisible.

Sora's POV

- Nos vemos más tarde gatita - el encapuchado se fue y de nuevo cerró la puerta con la llave.

Me levanté del suelo adolorida y caminé despacio hacia el montón de ropa que yacía revuelto encima del colchón que me servía como cama, rápidamente me la puse y comencé a llorar de la impotencia. El que me tenía retenida aquí volvería luego y deseará tocarme como antes, me sentía sucia y muy estúpida. No debería ir sola a un sitio sabiendo que Zelo y que Yongguk me habían advertido de que alguien me buscaba, pero no, tenía que dejar mi orgullo intacto.

Me recosté suavemente intentado no apoyarme en las caderas, estaba muy cansada y lo único que quería en ese momento por muy estúpido que fuera, era estar recostada en el pecho de Yongguk, sentirlo respirar mientras dormía y observarlo mientras hacía muecas en sus sueños pero nada de eso ocurriría, el secuestrador no me había dejado escuchar nada de lo que dijo Yongguk con lo cual no sabía que podría haber dicho. Y, para que engañarnos, él no iba a salvarme, ya lo había hecho una primera vez y había quedado como mi héroe, pero no habría una segunda.

Miré a la pared y volví a llorar pensando en todo lo que había dejado atrás, Sunny, Young-jae, Zelo, mis estudios, todo al traste.

- Por favor que alguien me ayude - susurré llorando a la nada.

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Fin de semana duro, chicos.

Te extrañaré abuela. Nada más que añadir.

XOXO.


One Last Shot /BAN YONG-GUK - BAP/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora