Capítulo 7- ¿Andrés en España?

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-¿Andrés?-pregunté con lágrimas en los ojos. Él me miró sonriendo.

-Yo mismo.- dijo, grite de alegría y me tire encima de él llorando. Lo abracé, fuerte, muy fuerte. Lo echaba de menos.

-Te amo, joder no te merezco.- dije llorando en su pecho.

-No llores pequeña, estoy aquí, contigo.-dijo abrazándome. Yo... No podía parar de llorar.- Ya está pequeña, estoy contigo. No llores preciosa.- me secó las lágrimas y entró en casa.

-Isabella, ¿por qué mierda gritabas?- dijo Derek en bóxers, saliendo de la habitación de mamá.- ¿Andrés?

-¿Derek?- dijo sonriendo Andrés. Se abrazaron y Andrés volvió detrás mío y me abrazó por la espalda.- Te amo.- dijo en mi oreja, me giré y lo besé. Echaba de menos sus labios suaves, moviéndose encima de los míos, mis manos en su nuca jugando con su pelo, sus manos en mi cadera, su lengua jugando con la mía. Nos separamos por falta de aire y los dos sonreímos.- Te echaba de menos.

-Y yo.- dije abrazándolo.- ¿Cómo es que has venido?

-Sabía que hoy era un día malo para ti, y pensé, ¿Y por qué no hacerle una sorpresa?- dijo sonriendo.

-Te amo, joder no te merezco. Eres el mejor.- dije abrazándolo otra vez.

-Tengo hambre, ¿has desayunado?- negué con la cabeza.- ¿Cocinamos juntos?- dijo sonriendo.

-La otra vez casi se nos quema los panqueques.- dije riendo.

-Es que tus besos saben mejor.- dijo besando mis labios fugazmente. Fuimos a la cocina y yo hacía lo que me decía. Ya saben, no se cocinar. Después de una hora terminó de hacer los panqueques. Los primeros se nos quemaron, ya saben, no se puede besar a alguien y cocinar a la vez. Los sirvió en dos platos y nos sentamos en la mesa.- ¿Quieres?- dijo con un tenedor en la mano con panqueque. Yo asentí y él se lo puso entre los labios.- Cógelo.- reí pero cogí el trozo, besándolo, de su boca sabía mejor.- De tu boca sabe mejor.- dijo sonriendo. Me puse un trozo en mi boca y él hizo lo mismo que yo anteriormente. Y así nos comimos los dos panqueques, a besos. Con el último trozo, escuché cuatro voces detrás de nosotros. Giré mi cabeza y me encontré con Jake, Ethan, Aaron y Derek, mirando. Me puse roja como un tomate.- ¿Aaron Scott?- dijo Andrés a mi lado, me giré y lo miré confundida.

-¿Andrés Murphy?- preguntó Aaron.

-¿Se conocen?- pregunté confundida. Andrés se levantó y se abrazaron con Aaron. Todos los miramos confundidos. Que yo sepa, tienen la misma edad pero no muchas cosas más en común.

-Era mi mejor amigo cuando éramos enanos.- dijo Andrés sonriendo.

-¿Así que tu eres su novio?- preguntó Aaron.

-Sí, y orgulloso.- dijo Andrés sonriendo y yo me puse roja. Se saludaron con Ethan y Jake y se sentaron en la mesa. Jake pasó por mi lado y me dijo:

-Se veían muy tiernos "desayunando".- me puse roja y sonreí. Se sentaron todos en la mesa, Andrés a mi lado, y por debajo de la mesa me cogía la mano, era tan tierno... Aaron y Andrés recordaron viejos tiempos. Cuando los cinco chicos terminaron de desayunar, se fueron a ver la televisión, pero yo cogí del brazo a Andrés, para que se quedara en la cocina.

-¿Subimos a mi habitación?- pregunté coqueta.

-Me gusta el plan.- dijo sonriendo. Lo cogí de la mano y lo llevé a mi habitación. Cerré la puerta y me besó, y le besé. Empezó a bajar por mi cuello, mi debilidad.

-Joder, te echaba de menos.- dije juntando nuestros labios otra vez. Me tumbó en la cama, poniéndose encima de mí. Bajé por su cuello, besándolo y mordiéndolo y él gemía con su voz ronca y masculina terriblemente ardiente. Volví a su boca y le quité la camisa blanca. Él me quitó la mía y me observó por unos instantes.

Doble vida, un nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora