Abrí la puerta y eran ellos dos, me miraron asustados, entraron y cerré la puerta. Suerte que el baño era grande.
-¿Qué te ha pasado?- me preguntó Sam.
-Nada, estoy bien. No me pasó nada.
-Vimos lo de afuera... Andrés, ¿estás bien?-preguntó Lena.
-Sí, estoy bien. ¿Tienes alguna camisa azul parecida a la suya?- preguntó Andrés.
-Sí, tengo una pero no se si le irá bien.- respondió Lena.- Voy a por ella.-dijo y se fue.
-Andrés, ¿estás bien?- preguntó Sam.
-Sí, tranquilo...
-¿Y por qué cojeabas?
-Solo me duele el pie, nada más...
-Enséñamelo.- exigió su primo.- Sabes que estoy estudiando para médico, sé lo que hago.- él asintió y se quitó el zapato y el calcetín, me cogió la mano con la suya, sus manos grandes las cubría la venda que le puse antes, su primo se agachó, y cuando cogió el pie para alzarlo, presiono mi mano con la suya, haciendo una mueca.- ¿Te duele?- preguntó y asintió. Siguió presionando su mano con la mía, mientras su primo le miraba y tocaba el pie.
-Tranquilo...-le susurré.- ¿Te duele mucho?- pregunté y asintió.
-A ver, no creo que nada esté roto, pero tienes el pie hinchado. Ve al medico y cuando salgas me llamas y te digo. Pero no hay nada roto por mucho daño que te haga. Máximo dos semanas de reposo o tres.- Lena entró con la camisa sonriendo.
-La he encontrado.- dijo sonriendo, me la dio, la miré y creo que me iría bien.
-Muchas gracias...
-No es nada, en serio. ¡Por ti lo que sea!- chilló Lena y sonreí.
-Isabella, ¿le puedes poner tu el calcetín? Si lo hago yo le haré daño.- dijo Sam, asentí y se levantó.- Salimos que en teoría estamos en el baño, no tarden parejita.-sonreímos y Lena y Sam salieron. Me puse de espaldas a él y me empecé a desabrochar los botones de la camisa.
-No te pongas de espaldas, te he visto muchísimas veces desnuda, no pasa nada...-dijo sonriendo.- ¿Puedo desabrocharte yo la camisa?- preguntó sonriendo.
-Ya está desabrochada, otra vez...-dije sonriendo.
-Venga... Pues abrochártela... Estoy lesionado...-dijo haciendo un puchero.
-Solo es abrochar una camisa bobo.- dije quitándome mi camisa.
-Preciosa...-susurró Andrés mirándome, me giré y sonrió.- Así más preciosa...-susurró. Me puse la camisa de Lena y me la abroché.
-A ver, te pongo el calcetín y el zapato, si te duele me dices.- asintió y empecé a ponerle el calcetín con cuidado, hacía muecas pero no dijo nada. Le abroché el zapato y me levanté. Cogí la camisa sucia en una mano y ayudé a Andrés a levantarse. Salimos del baño y volvimos a la mesa. Dylan hablaba con su madre en una punta de la sala, la pequeña vino hacia nosotros y se puso a mi lado.
-¿Eres la princesa de mi primo?-preguntó y asentí.- ¿Y él es tu príncipe?- preguntó y asentí.- ¿Y cuando Andrés se vaya a Australia, seguirás siendo su princesa?- preguntó y no supe que contestar, por suerte, Andrés me salvó.
-Pequeña Mery, ella siempre será mi princesa. Aunque yo viva en Australia y no estemos juntos, ella siempre será mi princesa...- dijo Andrés y me sonrojé.
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Doble vida, un nombre
Ficção AdolescenteIsabella Morgan Clark: modelo, ojos verdes, pelo castaño, buen cuerpo, estudiosa, tiene un hermano gemelo, Derek, amante de literatura y con un novio perfecto. Aaron Scott: cantante, ojos verdes, pelo negro, buen cuerpo, estudioso, amante de literat...