Capítulo 34-Patadas inesperadas

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Cenamos tranquilamente, eran las once y media y fuimos al salón, nos sentamos como antes. Carla, que estaba a mi lado, encima de Pete, empezó a hacer muecas de dolor y la miré preocupada.

-¿Estás bien?

-Sí, pero me da muchas patadas... Lo apuntaré al fútbol...-respondió ella acariciándose la barriga.

-Pete.-lo llamé.- Otra vez le da patadas...-expliqué, él la miró y ella volvió a hacer una mueca.

-Mañana tenemos médico, se lo diré porque no parece muy normal...-dijo acariciándole la barriga.

-¿Qué? No, no, no, no... ¿Y si me tienen que hacer un parto prematuro? Pete no...-susurró Carla histérica.

-Tranquila... Seguro que debe ser algo que has comido y lo ha excitado, nada más. No digas bobadas...-dijo Pete riendo y abrazándola.

-No para de dar patadas...-susurró Carla.

-A ver, ¿Isabella algún sitio para que se tumbe?- preguntó Pete, asentí, los llevé a la habitación de mi madre. Entramos y abrí la luz, Pete hizo tumbarse a Carla, ella se tumbó boca arriba pero seguía quejándose.- Ponte de lado...-sugirió Pete. Carla se puso de lado tumbada pero se seguía quejando.- ¿Tienes una almohada?- me preguntó, asentí, se la pasé y se la puso debajo de la barriga. Se sentó a su lado y le acarició la barriga.- Tienes que relajarte, piensa en el mar, en la playa, no sé, en algo que te relaje...-susurró Pete, ella asintió y le cogió la mano libre a Pete.- ¿Mejora?- preguntó Pete y ella asintió.- Venga... Ya está preciosa...-susurró acariciándole la barriga con una mano y con la otra la mano de Carla.- Voy a por agua, Isabella, ¿puedes hacerlo tu?-me preguntó, asentí e hice lo que hacía él, pero yo era mucho más torpe.

-¿Lo hago bien o prefieres de otra manera?-pregunté preocupada y ella me regaló una cálida sonrisa.

-Así va bien... Ya no da patadas... Solo se mueve...-susurró.- ¿No tengo mucha barriga para estar solo de cuatro meses?- la miré y tenía razón.- Creo que no solo estoy de uno... A veces noto dos corazones...-susurró.- Eso Pete no lo sabe pero... Creo que se lo diré... Mañana me hacen una ecografía, espero que solo sea uno...

-¿Y si son dos?- pregunté.

-Dolerá más y lo pasaré fatal... No pueden ser dos Isabella, no pueden...

-Carla, considerarlo una opción. No te dolerá más si son dos, te dolerá igual, solo que cuando salga el primero, después saldrá un segundo. Puede que tengas que hacer más esfuerzo pero valdrá la pena. Mi madre pudo sola, tu podrás acompañada. Cuéntaselo a Pete, como antes mejor.

-Ya pero como dijo que tuvo complicaciones en un parto múltiple... Tengo miedo...

-Carla, si no se lo cuentas tu lo haré yo.-dije seria y ella asintió. Pete volvió a entrar con un baso de agua, se lo dio a Carla, ella bebió y lo dejó en la mesilla.

-Pete...-suspiró ella.- Tengo que decirte algo...-susurró Carla y él la miró preocupado.- Creo que vienen dos...

-¿Por qué?-preguntó Pete.

-Porque tuve los síntomas del embarazo des de la primera semana, tengo más barriga del que es normal y a veces cuando la piel se tensa, me duele. También noto como si hubieran dos corazones... Pete... No puedo tener gemelos... No podré...- susurró Carla cogiéndome más fuerte de la mano. Pete se acercó, le cogió la otra mano y se sentó en la cama.

-Si son dos, pues que vengan dos. Que vengan los que quieran. Podrás hacerlo, yo confío en ti y se que podrás... Mañana te harán la ecografía y lo sabremos. Pero si son dos, no pasa nada, como si son tres o cuatro... Podremos con los que hagan falta. Eso sí, estaremos una temporada sin sexo...

Doble vida, un nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora