Capítulo 44.-Cita y....

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Escuché mi despertador y gruñí. Hacía dos meses que Andrés se había ido y lo llevaba lo bien que se puede llevar. Todo estaba como siempre y mi situación con Aaron no había cambiado. Éramos amigos, nada más. No me besó más ni me presionó y se lo agradecí. Siempre podía contar con él y siempre estaba dispuesto a ayudarme o consolarme. Kyle igual y todos. Me estaban ayudando mucho y se lo agradecía a todos. Carla hacía lo que podía con su enorme barriga pero era divertido verla. Le quedaba solo un mes para hacer los ocho y dar a luz. Ella y Pete estaban muy nerviosos y emocionados y eso me hacía feliz. Kate y Derek no se hablaban y se evitaban. Se hacían daño entre ellos pero era mejor no ponerse en medio. John había encontrado novia y estaba feliz con ella. Jake y Sarah tenían muchas discusiones por tonterías pero se querían. Ethan seguía como siempre igual que Lina, Kyle y mamá. De Bill no supe nada pero mejor. Hoy, a pesar que era domingo mi alarma sonó. La ignoré, di media vuelta y seguí durmiendo.

-Isabella... Venga gruñona.

-Derek es domingo.-gruñí.

-No soy Derek y eso ya lo sé. Venga gruñona que tenemos todo el día por delante.

-Aaron quiero dormir. ¿Qué haces aquí?-pregunté abriendo los ojos.

-Una cita. Tu y yo. Hoy. Derek me dio pase libre. Venga gruñona.-dijo haciéndome cosquillas y me levanté de golpe.

-Juegas sucio.-gruñí.-¿Clark o Morgan?

-La que más te guste.

-Morgan.-dije cogiendo ropa del armario y me metí en el baño. Me duché, me cambié y me maquillé por encima. Salí y Aaron estaba tumbado en mi cama. Repito. MI CAMA.-Aaron.

-Dime princesa.

-Sal de mi cama.-gruñí.

-Es muy cómoda.-dijo riendo y me tiré encima suyo.-Vale, vale.-se rindió riendo.-¿Vamos?

-¿Dónde?

-Ya te lo dije. Una cita. Tu y yo.

-¿Cita?

-Sí. Vamos.-dijo levantándose.

-¿Pero dónde?

-En un sitio sorpresa. Venga gruñona.-dijo cogiéndome del brazo y me arrastró hacia su moto. Me subí detrás suyo y él arrancó rápido. Se metió por un bosque y paró a la mitad. Bajó y cogió una mochila. Bajé también y miré a mi alrededor. Era puro bosque.

-¿Una cita en un bosque? Estarás de broma.-medio pregunté medio afirmé.

-Te gustará. Ya verás como merecerá la pena.-dijo con una sonrisa. Me cogió la mano y empezamos a andar.

-¿Está muy lejos?

-Para nada.-dijo muy seguro.

Si digo que pasamos todo el día andando, ¿me creerían? Porque así fue. Hablábamos y reíamos pero igualmente toda la mañana andando. Paramos para comer y seguimos. El sol se empezaba a ir y estaba muy cansada. Me tiré al suelo exhausta y él rió.

-Aaron, no puedo más.-gruñí.

-Si ya no queda nada.

-¡Llevas todo el maldito día diciendo lo mismo! ¡Quiero un baño! Apesto a sudor y estoy cansada.-me quejé.

-Te llevo yo. Si ya estamos.-dijo levantándome.-¿Quieres que te lleve?

-Quiero ir a casa...

-Si queda nada y todo eso valdrá la pena. Te lo prometo Isabella. Vale la pena.

-Vale...-gruñí.

-Así me gusta.-dijo cogiéndome la mano y sonreí. Seguimos andando poco rato y paró.

Doble vida, un nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora