Capítulo 25- Nos casaremos...

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-¿Tu hermano?-pregunté confundida.- Pero si él... ¿Él estaba en el correccional no?- pregunté confundida. Mi novio tenía un hermano, él tenía dos años menos que Andrés y uno menos que yo, era como Andrés de aspecto pero con ojos oscuros, tenía algún que otro tatuaje, era como el hermano malo, robaba y se llevaba siempre mal. Andrés y él se llevaban bien, mi novio siempre le salvaba el culo hasta que dijo basta, se cabrearon y a su hermano lo metieron en el correccional.

-Estaba, lo han sacado... No quiero verle... No quiero volverlo a ver nunca más...

-Tranquilo, estaré contigo, no te preocupes...

-No quiero que me hable, no quiero verlo, no quiero ni saber de él... No puedo verle...- susurró.- No quiero ponerme histérico, no quiero gritar, no quiero hacerte daño a ti por su culpa...

-Cariño, tranquilo, no me harás daño, te conozco, conozco tus ataques de rabia, tus enfados, cuando te pones agresivo... Por mucho que te enfadabas conmigo y parecía que me ibas a hacer daño, nunca lo hacías. Nunca me has chillado ni pegado ni nada, cuando lo ibas a hacer te calmabas. No te preocupes por mi. Y con Dylan, tu hermano, no lo hables, estaré contigo, yo tampoco le voy a hablar, sabes que me caía muy mal. Tienes que estar tranquilo, estaré contigo en todo momento, si te agobias, nos vamos para casa, no hay problema...- susurré acariciándole la espalda, Derek siguió cotilleando en mi librería, estaba muy nervioso, podía sentirlo.

-Sabes que nunca te haría nada... Te amo...

-Lo sé. Te amo...- susurré besando su mejilla y el timbre de la puerta sonó. Derek me miró y yo a él. Asentimos, los tres bajamos poco a poco nerviosos. Derek porque veía a mamá después de un año, yo porque Derek lo estaba y mi novio por su hermano y porque cuando está mi madre siempre se pone nervioso. Llegamos al piso de abajo y Derek fue a abrir la puerta.

-¡MAMÁ!- gritó Derek y se abrazaron. Derek se echó a llorar mientras no paraba de susurrar que la amaba.

-Mi niño...-susurró mi madre.- No sabes cuanto te eché de menos...

-Y yo mamá...-susurró Derek y estuvieron un buen rato abrazados, se separaron y mi madre me abrazó a mi.

-A ti te vi hace menos pero también te echaba de menos mi niña...-susurró mamá.

-Y yo...- susurré, se abrazó con mi novio y volvió a la puerta, entró un hombre, alto, pelo castaño, tenía alguna cana, ojos azules, buen cuerpo para los cuarenta años que debía tener.

-Bill, estos son mis hijos, Derek e Isabella, y él el novio de mi hija, Andrés. Familia, él es mi novio, Bill.-anunció mi madre. Miré al hombre y estaba temblando, pobrecito, me sabía mal. Lo abracé para poder susurrarle en su oreja:

-Estate tranquilo, estás temblando, no te comeremos, pero solo te pido que hagas feliz a mi madre...- susurré y él asintió.- Relajate un poco anda...- susurré separándome de él. Aun no había dicho palabra. Se saludó con Derek y con mi novio y volvió al lado de mi madre, le cogió de la mano nervioso y sonreí mirando sus manos. Andrés me abrazó por la espalda, posando su cabeza en mi hombro.

-Vamos a por la maleta que está en el coche...-habló mi madre, asentimos y salieron.

-Se les ve felices...- susurré.

-Sí... Pero le hace daño a mamá y está muerto...- dijo Derek y reí.- ¿Por qué lo abrazaste?- me preguntó, mi novio me abrazó más hacia él y se lo agradecí, me encanta estar en sus brazos.

-El pobre estaba temblando, me daba pena.

-Si bueno pero la ropa la combina como la mierda.-dijo Derek y me eché a reír.

Doble vida, un nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora