Capítulo 22.
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Desconocida.
¿Han tenido esa sensación de haber cambiado? Como sí no pudieran recordar su infancia y olvidaran todo lo hermoso que ocurrió en su niñez; como sí alguien les hubiera borrado la memoria y se hubiera encargado de desaparecer todos aquellos recuerdos tan significativos. A veces, cuando me miro en el espejo no me reconozco en absoluto. Me siento perdida y no puedo evitar observar aquellos ojos que me devuelven la mirada; una mirada vacía, desolada y sin nada de brillo. No miento cuando pienso que a veces me dan ganas de vomitar y siento asco de mi reflejo; tal vez eso explique porque últimamente prefiero cubrirlo con una sábana, y así evitar torturarme todas las mañanas.
Esos son el tipo de pensamientos que prefiero guardar para mí misma. Después de todo, sí la gente pudiera leerme la mente me tacharían de depresiva y me juzgarían sin darse la oportunidad de ver más allá. Es gracioso, porque juro que todos se han sentido mal en algún momento; sé que alguna vez se han sentido una basura y les han dado ganas de tirar la toalla. Y sí todavía eres de esa persona que cree que jamás dejaría que la tristeza la abrume, sólo espera un poco más; espera a que la persona que más quieres te falle algún día; espera a que tus padres se decepcionen de ti o simplemente espera a que te rechace el amor de tu vida.
Luego de eso, vuelve aquí y dime a la cara que no te sentiste mal. Ten las agallas de mentirme y de seguir creyendo que la gente que sufre de depresión es estúpida.
Ojalá yo pudiera decir que la causa es la adolescencia, el rechazo de un chico o simplemente las ganas de llamar la atención. Ojalá mis razones se atribuyeran a simple situaciones cotidianas y se pudieran resolver fácilmente. Ojalá no tuviera a un psicópata detrás de mí esperando a que falle; ojalá no hubiera sido humillada por un traidor que me quitó la única cosa que sentía mía.
Mi dignidad.
Pero ya estoy cansada. Estoy harta de generar lástima por donde paso y de llorar por lo que me ha ocurrido. Estoy harta de vivir pensando en el pasado y de negarme la posibilidad de tener un futuro.
¿Qué el problema es Voldemort y su maldita presencia a mi lado todos los días? Pues bien, no me importa sí tengo que matarlo con mis propias manos. Al diablo su paternidad y la sangre que compartimos. Él mató con sus propias manos al que había sido un padre para mí. No le importó mi dolor, mi sufrimiento y lo que yo pensaría al respecto. ¿No se supone que quienes te aman jamás te lastiman? Bueno, me refiero al verdadero significado de esa frase; es obvio que las personas a veces te hacen daño inconscientemente, pero otra cosa es hacer las cosas adrede y conociendo las consecuencias que eso traerá a largo plazo.
Sé que ese sujeto sintió placer al lanzar el hechizo de muerte hacia ellos. Después de todo, él no puede amar a nadie. No aprecia a sus seguidores, no aprecia a los magos, no quiere a los mestizos y no me quiere a mí. En realidad dudo que se aprecie a sí mismo. Nadie que se tenga autoestima se haría tal daño; no se convertiría en un asesino y no disfrutaría ver el sufrimiento reflejado en los ojos de alguien más. Una persona que valga un poco la pena en este mundo, se preocuparía por el sufrimiento de los demás y les tendería una mano cuando más lo necesita. No les daría la espalda y sólo los usaría para su beneficio.
Eso es lo que yo creía.
-Es inútil- expreso frustrada, saliendo de mis pensamientos y tirando todos los libros al suelo de la biblioteca sin importarme el regaño que me llegara después de eso- ¡No existe ni una maldita pista!- continuó frotándome las sienes con las puntas de los dedos y soltando un fuerte suspiro.
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Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).
RandomNada es como parece. Es el quinto año en Howgwarts y en vez de tener que enfrentar a Voldemort, Harry tendrá que atenerse al cambio de su mejor amiga ¿Estará preparado o deseará enfrentar al señor tenebroso antes de sus sentimientos? Los personajes...