Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

Conociendo la verdad

Capítulo 14.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-
Venganza.

Eso es lo primero que pensé luego de la burla que Granger me había hecho en el comedor. Afortunadamente, la oportunidad se presentó ante mis ojos sin que la hubiera planeado con anticipación.
Estaba en la enfermería a causa de un dolor de cabeza que llevaba atormentándome toda la mañana, y mientras Madame Pomfrey buscaba una posión, pude observar que Draco entraba rápidamente a la enfermería con su nueva mejor amiga en brazos.
Movida por la sorpresa y curiosidad, decidí esconderme en una de las camas y correr las cortinas para que no se dieran cuenta de mi presencia.
Gracias a Merlín, la enfermera olvidó mi intromisión y se dispuso a atender a su nueva paciente. Dada la situación, pude enterarme de las nuevas noticias; al parecer Draco Malfoy iba a ser padre y la mamá era nada más y nada menos que la asquerosa sangre sucia.
Me dio asco y rabia imaginar a esos dos procreando a semejante bastardo. Además, tuve que contener el grito de furia que quería salir de mi garganta y aguantar las lágrimas causadas por la traición.
Necesitaba sacarme la espinita de rabia que tenía y sabía cuál era la mejor forma de hacerlo.
Aunque no lo demostrara a los cuatros vientos, yo estaba segura que a la sangre sucia le seguía importando la opinión de los leones con los que había convivido durante los años anteriores. Debido a eso, yo estaba segura qué persona estaría feliz con la información que acababa de descubrir y me ayudaría a cumplir mi anhelada venganza.
La sangre sucia me la iba a pagar y no me importaban las consecuencias.
Iba hacer que lamentara el momento en el que sedujo a Draco con su cara falsa y repleta de una inocencia que ya no tenía.
Lograría que llorara, sufriera, se arrastrara por el suelo del dolor y sintiera que le arrebataron la esperanza y deseo de vivir.
Haría que sintiera exactamente lo que yo pase hace algunos años, cuando me arrebataron todo lo que amaba.
Jamás iba a olvidar quién era Pansy Parkinson y por qué no se debería haber metido en mi relación y mi futuro.
La sangre sucia pagaría, así sea lo ultimo que haga.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

Había pasado una semana desde aquella fatal noticia y durante todo ese tiempo, Hermione no había salido de su habitación en ningún momento.
Me había encargado de llevarle algo de comida a la recámara. Sin embargo, cada vez que pasaba en la madrugada a recoger los platos, siempre encontraba más de la mitad de los alimentos que allí se servían.
No había pronunciado palabra desde aquellos susurros que había presenciado en la enfermería y no había querido ir a clases a pesar de las consecuencias de ello.
Estaba cansado de su actitud inmadura y cobarde.
Había intentado darle algo de tiempo para que se recuperara de la noticia, y se acercara lentamente a mi para que se desahogara y le contara sus pensamientos; pero ya había pasado demasiado tiempo y una parte de mi sentía que jamás iba a reaccionar por sí misma. Debido a eso, decidí enfrentarla y hacer que me cuente la verdad detrás de esa noticia.
Desde hace varios días Potter me mira con rencor y he olvidado el número de veces que me ha preguntado por la salud de Hermione.
El idiota cree que yo sé absolutamente todo de su vida.
Aunque pocos lo crean, yo tampoco sé mucho de los acontecimientos que vivió Mione en las vacaciones. Es cierto que estuve con ella gran parte del tiempo y sé el secreto más importante de su vida, pero hay muchas cosas que no he entendido todavía.
La más importante está relacionada con su embarazo.
Necesitaba que me lo explicara, pero no sabía cuál era la manera más sutil para tratar el tema con ella. Más aún teniendo en cuenta el shock en el que había entrado después de eso. Sin embargo, era necesario tomar medidas al respecto y saber qué haríamos con ese pequeño problema que crecía en su vientre.
Después de estar perdido en mis pensamientos, decidí acercarme a la puerta de su recámara durante las clases, para que ningún alumno de la casa nos interrumpiera en la conversación. Aún así, era una ventaja que en Slytherin los alumnos más aplicados recibieran su propio cuarto.
Finalmente, decidí tocar suavemente la puerta y esperar algún tipo de respuesta de parte de la dueña de la habitación.
-Hermione, necesito hablar contigo- expresé sin esperar su respuesta y entrando para iniciar la conversación pendiente.
Definitivamente no esperaba encontrar esa imagen ante mis ojos. Atrás había quedado aquella chica maquillada, elegante, sonriente y luchadora.
La habitación estaba llena de libros esparcidos por el suelo, probablemente tirados en un ataque de furia; la cama estaba destendida y sobre ella estaba mi chica con la mirada perdida.
-Herms- susurre preocupado- necesitamos hablar seriamente- no podía dejar que su estado me afectara e impidiera sacarla de esta pesadilla.
-Vete Malfoy- expresó con la voz rasposa producto de la falta de ánimo, alimento y conversaciones en esta semana.
- No me voy a mover Hermione; te di una semana para que abrieras los ojos y aceptaras la situación. No lo hiciste, así que es el momento de intervenir- dije firmemente a la vez que me sentaba suavemente sobre la cama y me posicionaba a su lado.
-¿quién es...- no alcancé a plantear la pregunta cuándo ella me interrumpió bruscamente- Sí sólo veniste a resolver tus dudas, ve dando media vuelta- contratacó furiosa desquitando sus problemas conmigo.
-¡DEMONIOS HERMIONE SÓLO ESTOY PREOCUPADO POR TÍ!- exprese furíco mientras la tomaba por los hombros y la sacudía con fuerza- solamente dime que no es él por favor. Sé que esto tiene que ver con todas las pesadillas que tienes en la noche- comenté soltando el agarre y tomando su rostro dulcemente, mientras miraba sus ojos y veía las lágrimas acumulándose.
-Sé que tiene relación con todas aquellas veces que me acercaba a ti y corrías asustada- continué perdiéndome en mis recuerdos- sólo dime el maldito nombre del asqueroso sujeto que te hizo eso- terminé el discurso, sin contar que una lechuza entrara por la ventana rápidamente y dejara a la vista el periódico del mundo mágico.
En su portada resaltaba un solo reportaje enmarcado en mayúsculas:
"Los Malfoy y el fin de su gloria".
No pude evitar que Hermione tomara rápidamente la edición y comenzara a leer el artículo.
Su mirada me confirmó todo.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0