Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

Terminando una etapa

           

Capítulo 34.

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Despedida.

Sus ojos me miran con cariño, mientras siento como mi corazón late con fuerza y mis mejillas arden por la vergüenza, al no poder sostener su brillante mirada por mucho tiempo. Una sonrisa de melancolía se encuentra sobre mis labios y trato de postergar aquel horrible momento, sin atreverme a pronunciar palabra alguna. Veo los mechones de su cabello rubio moverse con el viento y mi mueca se transforma en una de tristeza, al notar como se está tragando sus propias lágrimas. Un vacío se forma en mi pecho al saber que jamás volvería a verlo. Se habían acabado nuestras charlas nocturnas, nuestras bromas y aquellas tardes de vuelo. Adiós a sus reclamos, consejos, risas y hasta sus comentarios llenos de sarcasmo que tanto me sacaban de quicio.

Antes de que rompiera en lágrimas, sus brazos me rodearon con fuerza.

-Estoy orgulloso de ti- susurro con cariño acariciando mi cabello con delicadeza.

-No me dejes- pedí de forma entrecortada empezando a derramar lágrimas- Por favor, no lo hagas.

-No es como si tuviera opción-exclamó soltando una risa fingida- Sólo quería decirte adiós.

-¡No!- grité abrazándolo con fuerza como si tuviera la sensación de que en algún momento lo iban a arrancar de mis brazos-Esto no es justo, por qué no te dan otra oportunidad a ti también- sollocé frustrada.

-Porque aquí el acto desinteresado, fue el tuyo hermosa- miré a sus ojos extrañada y pude notar que él también estaba conteniendo las lágrimas mientras aparentaba fortaleza.

-No lo entiendo.

-Tú te sacrificaste por el mundo mágico, yo lo hice porque no hubiera soportado un mundo sin ti- confesó con una pequeña sonrisa.

-Ni siquiera hubiéramos derrotado a Voldemort sin tu ayuda de todas formas- aclaré molesta- ¿Por qué diablos no piensan en eso eh?- reclamé mirando hacia arriba como si pudiera sentir que alguien superior estaba presenciando este momento.

-Recuerdo que una vez alguien me dijo "Este mundo no es nada justo"- expresó imitando mi tono de voz y girando los ojos divertido.

Sonreí con tristeza ante su comentario sin sentir que ello me reconfortara al menos un poco.

-Anda, regresa y ve a saludar a tu queridísimo Potter- me animo sin ningún tono de malicia en aquella frase.

-¿Qué haré sin ti?- pregunté dirigiendo mi mirada hacia el suelo.

-Las primeras semanas echarás de menos mi hermosa presencia, pero luego encontrarás otras razones para vivir- respondió acariciando suavemente mi rostro.

-Pérdoname por todo el daño que hice- admití dejando salir aquello que me exigía mi conciencia desde hace tiempo.

-Gracias por enseñarme que la vida va más allá de un apellido y un estatus económico- sonreí con ternura al ver que corría su rostro avergonzado luego de mencionar aquella frase- Tú me hiciste más bien que mal Hermione y eso es algo que no has llegado a entender.

-Gracias por estar allí cuando no tenía a nadie más.

-Eres como un chicle en el zapato, no hay quien pueda deshacerse de ti- comentó a broma ganándose un golpe en la cabeza con fuerza- ¡Auch Hermione, era un simple chiste!

-Deja de matar el momento con tus tonterías Malfoy- pedí molesta.

-Que aburrida eres- expresó con sarcasmo.