Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

Atando cabos

Capítulo 3.

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Vacío.

Seguramente no es de extrañar aquella sensación de mariposas en el estómago que sueles sentir en innumerables ocasiones. Sin embargo, esta vez no me refiero a aquella relacionada con el amor, el nerviosismo o simplemente la emoción que se presenta al ver a tu alma gemela a los ojos. Por el contrario, estoy hablando de aquel sentimiento de miedo, extrañeza y falta de aire que se presenta cuando tienes un presentimiento o también llamado corazonada, una mala en realidad o al menos eso sería en mi caso.

Algunas personas le llaman sexto sentido pero a veces suele ser utilizado por las mujeres de forma sexista o con el objetivo de sentirse superior. Debido a ello, no pondría en duda que también los hombres pudieran experimentarlo, aunque en mi caso al ser mujer no podría opinar mucho al respecto; después de todo a mi parecer todos esos argumentos de superioridad, estereotipos, generalidades y demás no eran nada cercanos a la realidad y cualquier ser humano o no, podría experimentarlos o sentirlos sin duda alguna.

De nuevo me desvíe del tema, creo que en algunas ocasiones me pierdo en mis pensamientos y puedo llegar a confundir a más de uno con ellos. Tal vez por eso en algunas ocasiones me consideren algo rara, o puedan llegar a creer que simplemente quiero mostrarme más inteligente y profunda que la gente de mi alrededor. Algunas personas hasta pueden llegar a decir cosas de este estilo: Esos pensamientos, palabras y frases son muy sencillas de escribir o pensar en realidad; no tienen nada de interesante y por el contrario sólo representan el ego y la poca imaginación que puede tener una persona.

Bueno, después de todo todos somos libres de pensar diferente y si esas palabras son una excusa pobre para decir algo carente de sentido o demostrar envidia no creo que se deban tomar importancia. No quiero sonar presumida ni orgullosa, simplemente considero que es mejor evitar ciertos comentarios y no dejarte afectar por ellos, ya que si llegas a hacerlo sin duda alguna solo podría llevar a una depresión, tristeza o melancolía.

Como iba diciendo, desde hace algunos días (tres para ser exacta), he empezado a sentir un vacío peculiar en mi estómago. Algo que puede ser comparado con el miedo o simplemente estar relacionado con un suceso actual de mi vida. Al parecer, dejar de recibir una carta semanal de mis padres desde hace más de un mes me puede estar afectando más de lo que creía. Se que debería estar feliz por un poco de libertad y no tanto control por parte de ellos, pero sabía que esa actitud de su parte no significaba nada bueno y por esa razón estaba imaginando la peor de las situaciones en mi cabeza.

Sin embargo no estaba nada preparada para lo que venía.

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El tiempo es ingrato y lamentablemente no se puede detener con facilidad, ni siquiera siendo mago y utilizando hechizos puedes estancarlo durante más de dos minutos sin quedar exhausto. Dado esa limitación, no pude evitar que la semana que quedaba de clases jamás se terminará y me tuve que enfrentar al peor de mis miedos: ser la marioneta de Lucius Malfoy.

Ahora, aquí estoy en una sala de reuniones donde se podía observar una larga mesa rectangular en cuya cabecera se sentaba el líder y jefe del futuro mundo mágico. Las paredes se notaban sin vida al ser nada más que bloques de concreto grises donde descansaban cuadros sin ningún sentimiento de alegría y cuyo ambiente denotaba oscuridad.

Es el escondite del Señor Tenebroso ¿Qué más podría esperar al respecto?, me decía a mi mismo. No sé, tal vez algo menos obvio.

- Draco te estábamos esperando, eres el invitado de honor aquí - fue la voz del líder que me sacó de mis pensamientos.

- Él estaba esperando por esto toda su vida Señor- me ayuda mi padre al notar mi nerviosismo y ver que me quedo sin palabras.

- ¿Por qué no dejas que tu hijo hable más al respecto Lucius?.

De acuerdo Draco, demuestra que tienes la habilidad de mentir propia de tu casa.

Llego la hora.

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Observaba a mi mejor amiga extrañado. Hace horas llegamos a la casa de los Weasley y desde el tren de regreso solamente había mencionado dos frases diferentes: ya llegamos y hola señores Weasley. Eso no es normal y menos con lo metódica que es Hermione. Parece sumida en su mundo y preocupada por algo diferente a los exámenes, después de todo en lugar de que sus ojos muestren un brillo de desafío en su mirada y se muerda el labio inferior con lentitud al pensar en los exámenes, esta vez simplemente tiene los ojos perdidos y lleva su mano para cubrirlos cada diez minutos.

No es que le este prestando mucha atención a sus movimientos al fin y al cabo.

- Herms, ¿qué te ocurre?- pregunte al fin luego de tanto pensarlo.

- Bueno, al parecer a mis padres se les olvidó mi existencia- me respondió con una sonrisa triste la cual odiaba ver en sus labios, era mejor cuando reía por las estupideces que Ron decía en algunas ocasiones.

- ¿Por qué lo dices?

- Hace más de un mes que no me responden ninguna carta que les envió, además no me han informado alguna fecha para recogerme en la casa de los Weasley- termina preocupada y con una notable cara de desesperación.

- ¿Qué piensas hacer entonces?.

- La última vez logré arreglar mi chimenea y permitir que funcionara como un traslador hasta acá, después de todo nunca sabría cuando necesitaría huir o llegar aquí a causa de la guerra- Esa era mi mejor amiga, la chica inteligente y astuta que siempre era precavida en caso del caos.

- Entonces...

-Ya regreso, iré a visitar a mis padres y lograr que me expliquen lo sucedido.

- De acuerdo espérame y le aviso a Ron que nos vamos- empece a buscar a mi mejor amigo por todo el lugar.

- Lo siento Harry, debo hacer esto sola.

Algo me decía que eso no era lo correcto.

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- Papá- No escuche respuesta alguna al entrar a la sala de mi casa cuando salí por la chimenea.

No entiendo, deberían estar en casa a esta hora, son más de las 11:00 pm y mis padres no son de las personas que les guste ir a una fiesta.

Al entrar en el comedor lo primero que pude observar fue trozos de porcelana alrededor de la mesa; no entendía como la vajilla favorita de mamá se encontraba en tal aspecto y menos por qué habían pedazos de comida regados por doquier. Me entró pavor y empece a transpirar a causa de ello. Al tomar algunas de esas piezas pude sentir ruidos provenientes del corredor y luego escuchar una voz a mis espaldas que confirmaban mis peores miedos.

- No se le ocurra sacar la varita señorita Granger- me pronunció aquella voz tan conocida para mí.

Ay Harry, debí permitir que me acompañaras a casa.

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¡Hola a tod@s!

Como pueden ver ahora si comienza el inicio y el misterio de la historia.

De nuevo quiero agradecer por sus votos y comentarios.

Este capítulo está dedicado a @KristinaMartinez3, gracias por tu comentario linda me alegraste la madrugada (Así es lo leí como a la 1:00 am). Aproveche para subir la continuación pronto ya que este fin de semana estaré ocupada y espero les haya gustado mucho.

Tengo una duda y quisiera que me la comentaran para solucionarla ¿Qué prefieren un D&H o un H&H?, en lo personal a mi me gustan ambas, pero quisiera saber sus opiniones.

Cuídense mucho.

Besos.

AshleyG,