Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

La selección

Capítulo 8.

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Gryffindor.

Ese es el nombre que se le atribuye a la famosa casa de los leones. Sin embargo, quedar en un grupo determinado de alumnos no es una decisión al azar como en la mayoría de colegios del mundo Muggle. Por el contrario, a cada casa se le atribuye una serie de rasgos y características que comparten los estudiantes en común y para ser más específica ciertas cualidades y virtudes; aunque no siempre se consideren características positivas por la mayoría de la sociedad. Debido a esto, en nuestro colegio se asignó la tarea de evaluar los pensamientos y sentimientos de los alumnos al tan famoso "sombrero seleccionador".

Al parecer la imaginación y creatividad para los nombres no era muy buena en la época en la que fue creado.

Aún recuerdo el primer año, y específicamente aquel momento en donde se me fue colocó tal antigüedad sobre mi cabeza. En esa época, me caracterizaba por a ver leído la mayoría de textos de historia y características del mundo mágico (bueno tal vez aún tenga toda esa pasión por el conocimiento), y por esa razón conocía las características que se asociaban a cada casa. Sin embargo, para mi sorpresa y la de mis padres cuando les conté lo ocurrido, mi perfil podía ser ajustado a cualquiera de ellas.

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- HERMIONE GRANGER- gritó la mujer que al parecer era profesora en el colegio durante el tan famoso banquete del primer año escolar.

Podía observar como aquel famoso sombrero que había pertenecido a Godric Gryffindor, según me comentaban los libros que había leído, se encontraba sobre una silla y estaba cumpliendo su famosa labor: asignarles a los alumnos nuevos su casa respectiva. Según había investigado, el sombrero podía interactuar con los magos y descubrir a través de sus deseos y personalidad el sitio más adecuado para ellos.

Gryffindor significaba valor, coraje y honor o al menos alguna de esas características poseían los magos que pertenecían allí. En Hufflepuff eran justos, trabajadores y leales. Por otro lado, en Ravenclaw estaban las cualidades que se ajustaban más a mi personalidad (o eso era lo que yo creía) pues tenia la inteligencia, sabiduría, creatividad e individualismo. Sin embargo, la peor de todas ellas era sin duda Slytherin o como me gustaba llamar a sus alumnos "las ratas", aunque era claro que los representaba una serpiente.

Vaya ironía.

Mientras me metía en mis pensamientos fui arrastrada a la famosa silla donde el sombrero esperaba mi llegada.

- Vaya aquí tenemos valor, coraje, justicia, lealtad, inteligencia, independencia, astucia y determinación, por nombrar unas cuantas. Eso quiere decir que podrías pertenecer a cualquiera de las cuatro casas de este colegio- me susurro dicho objeto.

-¿Qué?- chille petrificada- Yo no tengo nada que ver con la casa de las serpientes- al parecer el famoso sombrero no era tan sabio como yo creía.

-Le soprenderia lo mucho que puede aprender de ellas e identificarse. Sin embargo no creo que una chica como usted la pase muy bien ahí los primeros días, así que prefiero mandarla a Gryffindor ya que en las otras casas no podría destacar demasiado.

-GRYFFINDOR- gritó finalmente luego de su monólogo.

Luego de eso pude entender a qué se refería con las semejanzas.

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Debido a eso, creía que era sencillo en este momento poder realizar un cambio; además la ocasión lo ameritaba: Necesitaba alejarme lo más que pudiera de Harry Potter.