Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

Afrontando pérdidas

Capítulo 24.

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Pánico.

Podía sentir como todo corría en cámara lenta.

Las palabras parecían haberse agotado en mi garganta y la escena que aparecía ante mis ojos me causaba pavor.

Desde hace algunos segundos Harry había mandado toda lógica al desagüe y se encontraba en el suelo mientras disfrutaba lanzar golpes a diestra y siniestra, al traidor que había entregado a sus padres; el señor tenebroso se lamía los labios con deleite como sí la dicha lo embargara, al ver a su enemigo comportarse como un auténtico animal salvaje.

Draco tenía sus brazos a cada lado de mi cintura y parecía evitar que cayera al suelo a causa de la debilidad que presentaban mis piernas.

No podría definir con exactitud la cantidad de tiempo que transcurrió entre la llegada de mi padre y el número de explosiones que se empezaron a escuchar desde afuera del local. Sólo recuerdo morderme el labio con fuerza para evitar detener la pelea y la mirada desesperada que le lanzaba a Tom, con el objetivo de que interviniera antes de que mi amigo fuera culpable de homicidio.

Luego de lo que me parecieron horas, Voldemort sacó su varita y apuntó directamente a Harry lanzándole un Cruciatus. Él simplemente grito a causa del dolor que seguramente recorrió todo su cuerpo, deteniendo su ataque contra Petter, mientras este último se levantaba lentamente con algo de dificultad y se posesionaba a al lado de su amo.

-Pero ¿Qué demonios tenemos aquí?- pronunció finalmente luego de varios segundos de silencio. Segundos que en realidad me parecieron varias horas- No sabía que ahora salías a dar paseos con el enemigo hija- afirmó molesto acercándose a mi posición y logrando que Draco aumentara el agarre sobre mi cuerpo a manera de protección.

El temor me recorrió de pies a cabeza y lo único que pude hacer fue responder con el primer comentario que se me vino a la mente.

El cual fue bastante estúpido debo aclarar.

-No estaba con ellos- aclare rápidamente dejando ver algo de duda en mis palabras.

Grave error.

Cuando se está en frente de Lord Voldemort, la peor reacción que puedes tener, es mostrar debilidad a la hora de enfrentarlo. No solamente quedas como un inútil ante su presencia, sino que confirmas que mientes, al no estar seguro al cien por ciento de tus palabras.

Esta no era la excepción.

Mi padre era excelente para descubrir la verdad y al tartamudear cuando le di la respuesta, estaba demostrando que era una pésima mentirosa y que mis anteriores palabras eran completamente falsas. Supe que estaba furioso cuando me observó con el mismo desprecio que reflejaban sus ojos durante las vacaciones y por primera vez en mucho tiempo, recordé lo que era sentir pánico.

-Sabes que no me gusta que me mientras Hermione- susurro fríamente sacando su varita y haciéndome recordar todas aquellas veces que me había torturado en el pasado. No pude evitar temblar y sentí que el sudor comenzó a invadir mi frente- Quítate Draco- ordenó molesto intentando intimidar al rubio. Él simplemente me miró asustado y con todo el valor que logró reunir, negó suavemente con la cabeza, consiguiendo que Voldemort lo atacara sin darle tiempo para arrepentirse.

Una parte de mi sintió que lo mejor que hubiera podido hacer, era haber aceptado lo inevitable.

Intenté contener las lágrimas y cuando le reclame para defender a mi novio, sentí que acababa de cometer el peor error de mi vida. Mi padre me miró furioso, apuntó su varita rápidamente hacia mí y antes de que pudiera reaccionar, pronunció un encantamiento de desarme que terminó lanzándome con fuerza hacia uno de los libreros. Alcancé a oír los gritos de los chicos y el ruido de gente enterando al local, antes de sentir un enorme dolor en el vientre que terminó dejándome completamente desarmada.