Alarma durante la cena

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Capítulo 7.

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Celos.

En días pasados si alguno de mis conocidos me hubiera comentado que podría sentir tanta envidia por un ser inferior a mi posición, además de perder absolutamente todo mi respeto, sin duda alguna me hubiera reído en su rostro.

Toda mi vida pude estar rodeada de lujos, joyas, ropa elegante, comida exquisita y hermosos muchachos que sólo estaban interesados en mi posición y notoria belleza.

Sin embargo, a pesar de ello era feliz y me creía capaz de insultar a todo ser que era inferior según mi percepción. La ventaja de esto era que a pesar de tratar con desprecio a la mayoría de la sociedad mágica, aquellos que compartieran mi educación y dinero eran mis fieles amigos, por lo cual nunca me encontraba sola y siempre tenía amigos y gente a mi alrededor.

Aunque en un mundo lleno de superioridad y envidia no se pueden tener muchos amigos.

Desde pequeña mis padres me explicaron la importancia de la pureza de la sangre y las notorias diferencias entre nuestro mundo y el de aquellos seres castigados sin posibilidad de practicar magia. Por ello y hasta a mis siete años de edad era claro que no podíamos compartir con esas personas; eran diferentes, incultos, sin gracia y su vida era completamente monótona y aburrida. Ni que decir de aquellos que se atrevían a tener magia, cuando sus padres no la poseían; ellos eran engendros, personas cuya genética y poder era completamente inexplicable y carente de sentido.

Por otro lado, estaban los mestizos. No había peor error que atreverse a ignorar las leyes de tu mundo y enamorarte de un muggle para finalmente tener a un niño cuya capacidad y poder era otorgado por uno solo de sus padres. Al menos eso era lo que se creía en la mayor parte del mundo mágico, hasta que un niño se atrevió a derrotar al mago más poderoso del mundo con tan solo un año de edad y donde la madre del bebe era una asquerosa sangre sucia.

A pesar de ello, aún quedaban familias respetables que no cambiaron de opinión; se unieron a las fuerzas oscuras y dedicaron toda su vida para lograr un equilibrio y erradicar a todos los seres que no se merecían practicar la magia ni conocer nuestro mundo. Debido a que lo más importante era mantener la pureza de la sangre, se recurrió a comprometer a los hijos de las familias más distinguidas en matrimonio y criarlos con la idea de que el amor podría formarse a causa de la costumbre o que simplemente no era tan importante.

De esa forma fui comprometida con Draco Malfoy.

En un principio la noticia me cayó como un balde de agua fría a la cabeza. En ese tiempo, a pesar de mi crianza perfecta era un poco rebelde y me había atrevido a desobedecer a mis padres al conocer algo del mundo muggle. No era tan malo como yo creía, lo malo fue cuando mis padres se enteraron de mis acciones y me castigaron de la forma más horrenda posible. Sin embargo no los culpo y eso hace parte de otra historia...

Luego de conocer aquel muchacho serio, arrogante, egoísta y completamente hermoso, quedé completamente flechada. Era imposible que no me gustara o me desagradara la idea de convertirme en su esposa. Los lujos, el dinero, las compras y mi vida perfecta ya estaban rondando mi cabeza cuando el chico a duras penas me había dado el saludo.

Lo que me molestó fue la indiferencia con la cual me miraban sus grises ojos.

Acaso no era hermosa, elegante, amable y la chica perfecta para cualquier muchacho de su edad como me habían repetido tanto mis progenitores- Fue lo primero que se me vino a la mente al ver su fría actitud.

Por esa razón no entiendo su actual actitud. Me está engañando en mi cara con esa despreciable sangre sucia e ignorando todas las enseñanzas a las que ambos fuimos sometidos a tan corta edad.

Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora