Cambio de personalidad (Harry Potter, Hermione G y Draco Malfoy).

Escuchando la profecía

Capítulo 31.

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Esperanza.

No podía evitar que aquel sentimiento se expandiera por mi cuerpo así como la sangre es capaz, de recorrer por todas las venas en cuestión de unos segundos. Sé que una parte de mi se encontraba completamente aterrada al ver la facilidad con la que Ron había destruido el último Horrocrux, pero también era inevitable que un gran alivio se localizara en mi interior.

Cada vez estábamos más cerca de destruirlo. De ver poco a poco, como los trozos de su asquerosa alma iban desapareciendo y de hacerle pagar, por todo el sufrimiento de nuestros seres queridos.

Quería verlo suplicar; esperaba ver sus ojos llenos de angustia y necesitaba que supiera lo que era que alguien más, destruyera tus sueños poco a poco, al igual que él había acabado con los míos.

Sólo faltaban dos objetos.

Lo mejor de todo es que no necesitaba de ningún libro para conocer su origen exacto.

Era obvio para mi que la maldita serpiente tenía que ser aquella mascota que tanto apreciaba mi padre; así como también intuía que la espada no era otra que aquella que había usado Harry en segundo año, para terminar con el Bacilizco.

Las dos cosas simbolizaban el coraje de Gryffindor y la casa de las serpientes,por lo que esa tenía que ser la respuesta.

La único que tenía en mente era utilizar la espada para acabar con la serpiente y luego buscar alguna otra forma para destruir aquella arma, pero para ello necesitaba hablar con Dumbledore y no estaba segura que él me permitiera usar semejante reliquia, sin antes explicarle toda la teoría detrás de esta.

Supongo que no tengo otra opción que confiar en él.

-El mayor problema será tener la oportunidad de matarla- susurré frustrada al pensar que él jamás se separaba de aquel asqueroso ser y que necesitaría de un milagro, para poder acercarme sin que él lo notara- ¿Qué puedo hacer?

Tal vez sí me gano su confianza, logre que él me permita cuidarla por un rato.

Joder vaya estupidez.

A estas horas del partido él lo último que hará, será confiar en mi.

La única posibilidad es esperar a que se duerma o remplazarla de alguna manera.

Pero ¿Cómo?

Tal vez con una poción o alguna cosa parecida...

No se me ocurre nada y siento que nos quedamos sin tiempo.

-Mione necesito hablar contigo- saludó una voz a mi lado a la vez que me tomaba el rostro con suavidad y depositaba un suave beso sobre mis labios.

-¿Qué pasa Harry?- cuestioné preocupada ante su tono lleno de seriedad.

-Con todo lo que ha pasado estas últimas semanas, no he podido comentarte al respecto pero he tenido varios sueños que distan bastante de lo normal.

-¿Te refieres a que has tenido pesadillas?

-Más bien parece que quisieran decirme algo- comentó negando con la cabeza- Me encuentro en un salón lleno de bolas de cristal y al tomar una de ellas, una voz se repite sobre mi cabeza narrando una especie de premonición- explicó- Es como aquella vez que la profesora Trewlaney en tercer año dijo aquello con referencia a Sirius.

-¿Una profecía?- susurré ante su relato- ¿Qué es lo que dice?

-Jamás soy capaz de escucharla completa- contestó- Dice algo de dos almas unidas, sufrimiento y un destino. En realidad no es muy clara.