0.16

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Liam despierta e involuntariamente una preciosa sonría invade su rostro con toque mañanero, mostrando su hermosa hilera de dientes.

El recuerdo de la tarde anterior, hace que su humor de un giro de 360grados, porque claro, aquello que le dijo su hermano animaría a cualquiera.

Su hermano le ha dicho que le espere y estarán juntos. Él le cree.

Él le creería en todo lo que le dijera.
Si hubiera una manzana envenenada, de esas de los cuentos de hadas, y Zayn le dice que se la coma porque nada pasará... Liam lo haría. Si Zayn le pidiera que salte de un acantilado y que nada le va a suceder, lo haría sin pensarlo dos veces.

Liam confía en su hermano.

Se escucha sumiso, sí. Pero no... Liam quiere a su hermano y confía en él; pero no es que se diga que lo ama hasta morir. En algún momento, su hermano le habrá fallado tanto que Liam se casará y se irá de su lado. Porque lo mejor es alejarse de las cosas que lastiman, por más cariño que se le tenga.
Claro Liam no quiere que llegue tal día, no.

Entonces, dando fin a sus pensamientos, Liam se levanta de la cama.

Se dirige a su cuarto de baño propio y se da una rápida ducha.
Luego, baja a desayunar.

-¡Liam cariño! -Saluda Trisha, abrazado calidamente a su hijo, dándole a éste una hermosa sonrisa materna-. Vamos, desayuna porque llegarás tarde a la preparatoria.

Y Liam se sienta, segundos después, llega su hermano.
Éste le regala una tierna sonrisa y el castaño siente que su corazón se derrite.

-Como que últimamente se llevan muy bien, eh. -Su madre sonríe cómplice, los muchachos sólo se sonrojan, sólo que las mejillas de Zayn se tiñen aún más-. Amores... hoy no podré llevarlos al colegio.

-¿Qué? ¿Por qué? -El azabache frunce el ceño.

-Su padre llega hoy... debo arreglar la casa. -Informa la mujer, el moreno hace una mueca.

-No te preocupes, podemos ir caminando. -Habla Liam-. Claro, debemos irnos ya, o de verdad llegaremos tarde.

Los jóvenes no terminan su desayuno, pero no hay problema ya que llevan dinero para comprar algo en el colegio. Cepillan sus dientes y se despiden de su madre.

-Hey Li... -Zayn detiene sus pasos, Liam hace un ademán con la cabeza en señal de que está escuchando-. ¿P-por qué no faltamos hoy al colegio? Digo... podemos ir al parque por un helado o algo así. Sólo si te parece bien... -El moreno habla y baja la mirada un poco apenado.

Liam ve a su hermano con cara de ¿A este loco que le pasa? Pero, luego asiente.

-Claro, Zayn. -Sonríe con cariño y toma la mano del azabache. El pelinegro se tensa, pero luego se relaja disfrutando del cariño de su hermano, se siente tan bien.

Caminan riendo, decidiendo sobre al cual parque deberían ir.
Sus pasos despreocupados son lentos, disfrutando de estar juntos. El de orbes avellana ríe y se apega al cuerpo de su hermano.

Parecen una bella pareja de enamorados, y lo están. Están enamorados el uno del otro. Pero los estereotipos les impiden estar juntos.
A los ojos de los demás son sólo hermanos. Nada más. Pero todo cambia cuando nadie está al rededor. Porque son quienes son cuando nadie está mirando.

Las personas observan la preciosa escena y algunas les dirigen cálidas sonrisas que dicen está bien que se amen. Mientras otros les dirigen miradas llenas de terror, de asco. Miradas que, a diferencia de las sonrisas, dicen "pecadores, no tienen perdón", "son la más grande escoria en el mundo", "no deberían existir". Pero los jóvenes sólo ignoran esa miradas.

Innocent Love. (Ziam Mayne) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora