Primera Cita

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Veía como los autos pasaban a gran velocidad desde la ventana del autobús, Demian estaba enviando mensajes desde su teléfono, esbozando de vez en cuando una sonrisa amable. A pesar de que amaba verlo sonreír, la idea de que esa sonrisa era probocada por otra persona me hacía sentir enfermo.

― ¿Con quién hablas? ― pregunté celoso, intentando espiar la conversación.

―Con Alice, me dijo que conoció un chico genial... creo que ya no le interesa Brad, su interés duro poco...

―Él... — no me gustaba escuchar el nombre de Brad —¿aún lo quieres? ― pregunté con miedo a la respuesta que recibiría.

―No... bueno la verdad es difícil, claro que siempre lo queré después de todo es parte e mi familia, pero... en el sentido romántico sé que ahora quiero estar con otra persona...

― ¿Otra persona?, ¿Quién es? ― pregunté inseguro.

―Eres tu tonto... ― comenzó a reír ―Eres muy celoso, luego te pondrás celoso hasta de Cloud.

―No estoy celoso para nada ― respondí sintiendo como mis mejillas comenzaban a tintarse ― Es solo que... tenía curiosidad.

―Está bien... ― dijo acurrucándose a mi lado, descansando su cabeza en mi hombro ― despiértame cuando lleguemos.

― ¡No! ― lo scudíara que ose quedara dormido ― no se llegar al zoológico, nos perderemos.

―Aaah... es cierto... ― dijo sonriendo ― Entonces deja que me quede de esta forma un rato, quiero poder estar así contigo.

Demian volvió a acurrucarse, sujetando mi mano y entrelazando nuestros dedos. Mi corazón no dejaba de latir debido a la cantidad de sentimientos que me recorrían en este momento,  sus mejillas estaban adornadas con un leve rubor. Lo observé por un rat que pareció eterno, cerraba sus ojos de vez en cuando, dejándome ver sus largas pestañas que hacían sombra, su nariz perfilada e incluso sus labios color rosa pálido. Me sentí nervioso al observar sus labios por tanto tiempo.

― ¡Su...suéltame! ― dije avergonzado, sintiendo los fuertes latidos de mi corazón ― Soy un ángel... — dije en voz alta, intentando justificar los pensamientos que venían a mi mente, la única razón lógica de todo esto era alejar a Demian de mi lado por un segundo hasta recomponerme.

―Eres raro... Después de todo tu dijiste que me amabas... ― dijo con voz somnolienta mientras volvía a sujetar mi mano.

Esa extraña y desconocida sensación volvía a reinar en mi cuerpo, sentía pequeños hormigueos en mi estómago y aunque no quería, mi mano se aferraba automáticamente a la de Demian ¿será que los sentimientos humanos finalmente están reinado sobre mí?

―No... ― dije retirando nuevamente mi mano, se sentía extraño cuando nuestras manos se tocaban, algo que nunca antes había sentido... me asustaba sentirme de esa manera.

Demian me observó con una sonrisa, sin embargo sus ojos lucían tristes ¿Por qué esto también dolía? El ver los tristes ojos de aquel chico solo hacía que un amargo sentimiento me recorriera.

―Yo...

―Seth... ¿qué crees que es el amor? ― me preguntó mientras jugaba con sus dedos, evitando el contacto visual.

―Bueno el amor... es... ¡Demonios!

― ¿Demonios? ― preguntó al momento que lo abrazaba, casi sofocándolo en mi pech, impidiéndole ver lo que pasaba ¡Él no podía ver! ― ¿Qué pasa? no me dejas respirar.

Recuperando mis alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora