MÁS DE MIL SUEÑOS

Capítulo 19

Narra Gabi.
No puedo creer lo afortunada que soy por tenerle, a pesar de que sólo llevamos una semana, me ha demostrado mucho más que otros con los que llevaba más tiempo. Es el chico perfecto.
Estaba deseando llegar a casa para contarle a mis padres lo de la clase de baile.
AM: ¿Nos vemos mañana?
Yo: ¿Nos vemos todos los días? Sería genial ¿eh?
AM: Ya ves...
Fuimos hasta casa. Como siempre, Abraham subió hasta mi piso antes de irse al suyo.
Yo: ¿Quieres pasar? -le invité a pasar - y así le damos la noticia a mis padres.
AM: ¿Que estamos saliendo? -puso una sonrisa torcida.
Yo: ¡Sí!
AM: Me parece perfecto.
Abrí la puerta de mi casa y dejé las llaves en la mesilla. No vimos a nadie al entrar, pero se escuchaban voces desde el salón. Abraham y yo fuimos a mirar cogidos de la mano. Al entrar al salón, vimos a mis padres y a los suyos sentados en el sofá charlando.
Yo: ¿Hola? - dije extrañada.
AM: ¿Papá? ¿Mamá? ¿Qué hacéis aquí?
Susi: Hemos bajado a charlar con los padres de Gabi.
Abraham y yo nos miramos confusos.
Mamá: Cómo ahora os veis tanto pues queríamos conocernos mejor.
Yo: Ah...
Antonio (padre de Abraham): ¿Y tú, hijo? ¿Qué haces aquí? -preguntó su padre mirando nuestras manos agarradas, cosa que hizo que nos soltáramos.
AM: Eh... Pues... - me miró pidiendo ayuda.
Yo: A ver, queríamos deciros una cosa. Y ahora que estáis todos juntos nos viene mejor, ¿a que sí Abraham?
AM: Sí.
Papá: ¿Qué cosa?
Yo: Abraham y yo estamos saliendo - dije mientras le cogía de la mano de nuevo.
AM: Así es. Estamos enamorados.
Abraham y yo nos quedamos un segundo observando la reacción de nuestros padres.
Mamá: Qué sorpresa -dijo irónicamente.
Susi: Estaba claro.
AM: ¿Cómo que estaba claro? - preguntó confuso.
Mamá: Que se notaba mucho -le respondió mi madre.
Volvimos a mirarnos extrañados.
Yo: Bueno... Entonces, ¿no os importa?
Susi: A mi, si él es feliz, yo soy feliz.
Antonio: Exacto.
Yo: ¿Papá? ¿No te importa?
Papá: Hombre, se me hará raro que mi niña ahora esté así con un chico, pero tengo que admitir que te has hecho mayor. Además Abraham es un buen chico y sé que no te haría daño.
Me quedé flipando con la respuesta de mi padre, por fin había aceptado que ya no era una niña pequeña.
Solté un suspiro de alivio.
Yo: ¡Guay! Pues todos contentos, ¿no?
AM: ¡Genial!
Nos sentamos en el sofá.
Papá: Abraham.
AM: ¿Si?
Papá: He hablado con tus padres de lo del otro día y estamos todos de acuerdo en que hagas unas pruebas en Sony, pero el primero que tiene que querer eres tú. Quieres, ¿no?
AM: ¡Por supuesto! ¡Lo estoy deseando! - exclamó.
Susi: ¿Qué te parece esta semana?
AM: ¡¿Ya?! Pero si no he preparado nada...
Antonio: ¡Pero si tienes un millón de canciones compuestas! - dijo su padre indignado.
AM: Pero no son buenas...
Yo: ¿Ya estamos, Abraham? - le miré mal - ¿qué te dije yo? Que la próxima vez que dijeras eso...
AM: Sí, sí, ya sé. Lo siento.
Papá: Chaval, tienes talento. Cualquiera canción que presentes será buena -le dijo mi padre poniéndole la mano sobre su hombro.
AM: Bueno, pues... vale, esta semana.
Mamá: Cuanto antes mejor, Abraham.
Yo: ¡Qué guay! ¿Yo puedo ir?
Papá: Sí, claro.
AM: Hombre, es que si no va Gabi que es la que más me ha ayudado pues no voy.
Yo: Voy a ir - le cogí de la mano.
Papá: Pues pensáis un día y me lo decís.
Susi y Antonio: Vale.
Charlamos un rato más hasta que llegó la hora de despedirse.
Me despedí de sus padres, y él de los míos. Por último, me despedí de Abraham mientras nuestros padres se despedían.
Me cogió de la cintura.
AM: Hablamos por whatsapp.
Yo: Vale.
Nos besamos más tiempo del previsto, nos dejamos llevar... Noté su lengua jugando con la mía.
Mamá: Ejem - tosió.
Abraham y yo nos separamos rápido.
Yo: Te quiero - le susurré al oído.
AM: Yo más.

Narra Abraham.
Subimos a casa.
Mamá: Bueno... Tendremos que pensar un día para ir a Sony, ¿no?
Papá: Yo quiero estar.
Mamá: Claro, y yo.
De repente, se infiltró mi hermano en la conversación.
Tony: No sé de que hablamos pero, yo también quiero estar - bromeó.
Me reí.
Yo: estamos hablando de cuando me presente a Sony.
Tony: ¡Wow! Así que, finalmente, ¿te vas a presentar?
Yo: Así es.
Tony: ¡Bien! Seguro que te cogen hermanito.
Yo: Todos me decís lo mismo -reí.
Papá: Es que es la verdad.
Acordamos un día que pudiesen ir mis padres y mi hermano, y cuando lo decidimos llamé a Gabi para contárselo.

Gabi: ¿Si?
Yo: Amor.
Gabi: Dime Abe.
Yo: ¿El martes os va bien?
Gabi: Espera que preguntó a mi padre. Papá, ¿el martes puede ser lo de Sony? Dice que sí, Abraham.
Yo: Perfecto.
Gabi: ¿Mañana ensayarás, no?
Yo: ¡Sí!
Gabi: Y... ¿Puedo estar ahí para ayudarte y darte ánimos en tus ataques de negatividad?
Yo: Cómo eres... Claro que sí. Te espero en mi casa.
Gabi: ¡Guay! ¡Hablamos! Buenas noches cielo.
Yo: Buenas noches Gabi, suerte con tu exámen de mañana. Lo vas a hacer genial.
Gabi: ¡Gracias! ¡Te quiero!
Yo: ¡Y yo!

Colgué el teléfono. Mis padres y mi hermano me miraban con una sonrisa torcida.
Yo: ¿Qué?
Tony: Love is in the air... -dijo cantando.
Mamá: Qué tortolitos...
Papá: Fiu, fiu... Parejita, parejita... -bromeó.
Yo: Bueno, bueno, bueno. Esto ya sí que no -dije molesto, cosa que hizo que ellos se rieran.
Tony: No te enfades, tonto.
Yo: Me voy a mi habitación...Llamarme para cenar.