Capítulo 4

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Acabé de hablar con mi madre. Algo me tiraba de la camiseta. Miré hacia abajo.
Sara: Gabi, ¿jugamos ya?
Las cosas que tiene que hacer una hermana mayor...
Yo: Está bien...
Sara: ¡Bien! ¡Tú serás el... papá! ¡Y yo la mamá! - exclamó ilusionada.
Yo: ¿Y por qué el papá? No, yo seré la mamá y tú la hija pequeña. Y como madre, te ordeno que ordenes tu cuarto - intentando que me dejara en paz.
Sara: Jo... Bueno, vale.
Se fue a ordenar su habitación y yo a hacer los deberes. Empecé a hacerlos cuando sonó mi móvil. Era María, mi mejor amiga. ¿Que querrá? Cogí el teléfono.
Yo: ¿Si?
María: Holaa. ¿Puedes hablar?
Yo: Sí, dime.
María: ¿Gabi? No te oigo bien - maldita cobertura.
Yo: espera que salgo de casa - salí al rellano y me senté en las escaleras - Ya, dime.
María: Tía, mis padres me han regalado dos entradas para el concierto de Malú, ¿te vienes?
A las dos nos gustaba mucho malú
Yo: ¿En serio? ¡Sí! ¡Qué guay! - exclamé emocionada. Estuvimos charlando un rato.
María: Bueno, tengo que colgar que tengo que ponerme a estudiar...
Yo: Sí, yo aún tengo que hacer los deberes de física, y no sé cómo los voy a hacer... No sé hacer nada - me reí.
María: ¿Te ayudo?
Yo: No te molestes, si al final siempre me apaño, no sé cómo...
María: ¿Seguro?
Yo: Sí, sí. Gracias igual.
Colgamos el teléfono e insofacto oí unos pasos bajando escaleras hacia mí. Me giré, era Abraham. ¿Qué querría?

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