Capítulo 18

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Narra Abraham
Pasó el fin de semana. No pude ver a Gabi por que ella tenía un examen muy importante el lunes y tenía que estudiar todo el finde. Era domingo por la tarde. Estaba aburrido, así que decidí encerrarme en mi habitación a componer. Lo intenté y lo intenté, pero estaba bloqueado; no tenía inspiración. ¿Será por qué necesito ver a Gabi? De repente me sonó el teléfono. Era un whatsapp de Gabi.

Gabi: ¡Hey tú, necesito verte!
Yo: Yo también quiero verte♡
Gabi: ¿Puedes salir?
Yo: ¿Ahora?
Gabi: Sí
Yo: ¿Ya has estudiado?
Gabi: Sí, me lo sé perfecto.
Yo: ¡Bien! Esa es mi chica.
Gabi: Entonces... ¿puedes?
Yo: Por supuesto.
Gabi: Guay, te espero abajo.
Yo: ¡Ok!

Qué bien, menos mal. Necesitaba verla, y eso que sólo han pasado dos días desde la última vez que estuvimos juntos... Me vestí, me peiné un poco y me puse colonia.
Tony: Que sí, que estás mu' guapo hermanito - dijo mientras me miraba al espejo retocándome el pelo.
Yo: ¡Tony! Qué susto...
Tony: ¿Vas con Gabi? - preguntó sonriendo pícaro.
Yo: Sí.
Tony: Que vaya bien, enano.
Yo: Tampoco soy tan pequeño...
Tony: Para mí siempre serás un enano.
Mi hermano siempre consigue sacarme una sonrisa. Le quiero muchísimo, no se qué haría sin él.
Bajé abajo, al portal, y allí estaba ella, esperándome. Se abrieron las puertas del ascensor y al segundo vino corriendo hasta mí. Nos abrazamos.
Gabi: ¡Abe! ¡Tenía ganas de verte ya! - dijo mientras me abrazaba, la cogí en brazos.
Yo: Yo a ti más.
La dejé en el suelo y la besé. Fue un beso precioso; yo lo empecé y ella lo acabó. Nos separamos un instante.
Gabi: ¿A dónde vamos? - preguntó sonriendo a un centímetro de mí.
Yo: Quiero llevarte a un sitio.
Gabi: ¿A cual?
Yo: Ah... ya lo verás.
Gabi: ¡Eres malo! ¿Me vas a dejar con la intriga?
Me reí.
Yo: Te va a gustar.
Gabi: Miedo de dás - dijo cojiéndome del cuello.
Yo: ¿Confías en mí?
Gabi: Claro.
Yo: Pues ya está. Vamos.
Me agarró de la mano y fuimos hasta ese sitio. Ella estaba extrañada. Al fin, llegamos.
Gabi: ¿Qué es esto? ¿"Escuela de baile"? - preguntó leyendo el cartel que había sobre la puerta.
Yo: Sí, te he traído a la mejor escuela de baile de Cádiz.
Gabi: Oh... qué mono... Te quiero un montón.

Narra Gabi.
No podía creérmelo. Me había traído a la mejor escuela de baile. ¿Me lo como ya? Qué mono, por favor...
Yo: ¿Vamos a dar una clase de baile? - pregunté emocionada.
AM: Así es - asintió con la cabeza - y no nos la va a dar un profesor cualquiera...
Yo: ¿A no?
Abraham negó con la cabeza. De repente, ví entrar por la puerta a mi ídolo en el baile; Hugo Rosales Molina. El mejor bailarín de todos. Me quedé alucinada cuando le ví.
Yo: ¡Dios! - exclamé - ¡Abraham! -le agarré del brazo.
AM: ¿Qué te parece? - preguntó.
Yo: ¿Que qué me parece? ¡Ese es mi ídolo! ¡Qué fuerte! ¡No me lo creo! ¡Abraham! - comencé a dar saltos de alegría mientras él me observaba sonriendo.
AM: Ya lo sé.
Yo: ¿Sabías que era mi ídolo? - pregunté sorprendida. El asintió con la cabeza - ¿Cómo? ¡Si no te lo dije!
AM: Bueno... se puede decir que el otro día estuve charlando un rato con tu madre...
Yo: ¿Ha sido mi madre?
AM: Así es, me dijiste que te encantaba bailar, así que hablé con ella para que me contara algunas cositas más...
Yo: Dios mío Abraham... ¡Mil gracias! ¡TE AMO! - le abracé con todas mis fuerzas y él a mi. Después, le besé por toda la cara. Hugo: Siento interrumpir, parejita... pero va a comenzar la clase - dijo riendo mientras nos observaba. Qué vergüenza.
Yo: No puedo creer que te tenga delante -dije algo cortada.
Hugo: ¿Esta es tu chica, Abraham?
AM: ¡Sí! ¿A que es preciosa?
Yo: ¿Cómo? ¿Os conocéis?
Hugo: Sí, desde hace cuatro años... Fue mi alumno durante 3 de ellos.
Yo estaba flipando.
Yo: ¿En serio? -miré a Abraham boquiabierta.
AM: Así es - rió.
Hugo: Bueno... ¡Vamos a empezar la clase! - dijo dirigiéndose al resto mientras daba un par de palmadas.
Dimos una clase fantástica, aprendí un montón de cosas con él, y me lo pasé súper bien.
AM: ¿Te ha gustado? - me preguntó.
Yo: ¡Me ha encantado! ¡Gracias, amor! - le fui a dar un beso en la mejilla, pero el giró la cabeza a propósito y acabamos besándonos en los labios.
AM: Era una pequeña sorpresa que te tenía preparada por todo lo que me has ayudado con el tema de la música y tal... y, bueno, por todo. Gracias por todo Gabi.
Yo: Ay dios... ni se te ocurra darme las gracias por nada mi chico. Te amo, te amo, te amo y te lo repetiría mil veces - dije mientras le acariciaba la cara y él me escuchaba sonriendo.
Me despedí de Hugo, me hice unas cuántas fotos con él y nos fuimos de la mano camino a casa.
Yo: Abe, te quiero un montón... - dije con la mirada entristecida, cosa que hizo que Abraham me mirara preocupado y se parara.
AM: ¿Es algo malo?
Yo: Qué va, todo lo contrario...
AM: ¿Entonces a qué viene esa mirada?
Yo: Qué tengo miedo de perderte algún día.
AM: No me vas a perder Gabi - me cojió de las manos - siempre me vas a tener ahí para lo que sea. Voy a estar encima tuya siempre, literalmente, a no ser que te mudes... - dijo riendo.
Me hizo gracia el comentario y me reí.
Yo: Qué bobo, pero ¿y si cuándo seas famoso y viajes mucho no nos veamos a penas? No sé, me da miedo.
AM: ¿Famoso?
Yo: Sí, Abraham, todos sabemos que en cuánto enseñes lo que vales te vas a hacer famoso por tu talento musical, y no me digas que no...
AM: Eres mi novia, ¿no?
Yo: ¿Sí...? ¿Cómo que si soy tu novia? - pregunté sin comprender muy bien el sentido de la pregunta.
AM: Sí, eres mi novia, eres mi niña, mi chica, y no voy a perderte por nada del mundo. Si tengo que viajar nos las apañaremos para estar juntos el mayor tiempo posible, y si tengo que renunciar a algo por ti no dudes ni un segundo en que lo voy a hacer.
Yo: ¿Renunciarías a tu carrera musical por mi? - pregunté abriendo los ojos de par en par.
AM: Pues claro. Eres y serás lo primero para mí. Ahora que te "tengo" no voy a dejarte ir.
Yo: Dios... Abraham... -se me pusieron los ojos llorosos, cosa que odio - Te... amo... gr..gracia..s..  -no podía ni hablar de la emoción.
AM: Ven aquí - dijo mientras me abrazaba y me acariciaba el pelo.
Este chico es lo mejor que existe, nunca había sentido nada igual por ningún otro...

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