Capítulo 3

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Llamé al timbre. Abrió la puerta mi hermana pequeña.
Sara: ¡Hola Gabi! - dijo saltando a mis brazos
Yo: Hola enana - dije mientras la cogía. La quiero un montón. Tiene 6 añitos - ¿Y mamá?
Sara: Ha subido a hablar con Susana
Yo: ¿Susana? - pregunté intrigada
Sara: Sí Gabi, la de arriba, la madre del Abraham.
Yo: ¡Ahh! ¿Y por qué?
Sara: Pues... no me acuerdo... creo que ha dicho algo de unas gotas.
Yo: ¿Unas gotas?
De todo lo que dice hermana, sólo la mitad es creíble. No se explica muy bien, que se diga.
Sara: Sí, no sé. ¿Quieres jugar conmigo a papás y a mamás? Esque papá no quiere... - dijo con su típica carita de pena con la que siempre consigue salirse con la suya.
Yo: ¿Ahora Sara? Tengo muchos deberes...
Sara: Porfi, porfi, porfi, porfi, porf...
Yo: ¡Vale vale, está bien!
Será pequeña, pero de tonta no tiene un pelo. De repente, llegó mi madre a casa, así que aproveché la ocasión para ir a hablar con ella e intentar escaquearme de mi querida hermanita.
Yo: Hola mamá. ¿Dónde estabas?
Mamá: Hola hija - me dió dos besos - he tenido que subir a hablar con los de arriba...
Yo: ¿Con Abraham y esos?
Mamá: Sí, con su madre.
Yo: ¿Y eso?
Mamá: Tenemos una gotera por su culpa. Su baño pierde agua y nos ha hecho una gotera.
Yo: Ala
Mamá: Pues sí... a ver si controlan un poco -dijo molesta.

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