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Max miraba a su hija con admiración jamás pensó que iba a avanzar en tan poco tiempo, sus fuerzas cada vez se intensifican sus poderes no los sabe controlar aún, maneja el fuego y el agua, pues controlar la sangre de cualquier ser vivo y puede hacer que la gente vea ilusiones, ella extraña a Gabriel pero no puede perdonarlo, no el le mintió "crees que hubiese sido de otra manera si se lo hubieses dicho...no Madelin...estarías igual que ahora" le reprocha su consciencia sabe que tiene razón pero ahora está muy dolida para perdonarle.

-Lo has hecho muy bien Madeline-dicevsu padre ella asiente sacándose las gotas de sudor que caen por su frente

-gracias Máx-dice al vampiro no le gusta que le llame por su nombre pero lo entiende, sabe que de un día para otro no le dirá papá, suspira y le sonríe a su hija.

-Bien vamos a comer que tu madre ha preparado comida o bueno a ti yo no como-dice Madeline suspira, aún no se acostumbra a vivir con vampiros o bueno con su padre biológico, el toma sangre de anuales indefensos y eso le molesta.

Madeline detiene el paso y mira hacia el cielo -¿Que estarás haciendo Gabriel? -Se preguntó pero volvió a la realidad, no debía de pensar en el asesino de su novio y padre adoptivo.

-Maddie vamos-dice Max ella asiente y lo sigue, ve al fortachon que se va al castillo, allí debería de estar ella, pero no quiso, si se siente extraña vivir solo con un vampiro no se podía imaginar una mansión o castillo peor dicho lleno de vampiros.

Al entrar se inunda de una sopa, sopa de pescado, su favorita, sonríe y le agradece a su madre con la mirada, esta le sonríe y empiezan a comer mientras que Máx las observa, ella se siente incómoda que el no coma, los primeros días le ofrecía pero era en vano.





Mientras tanto en el bosque se encontraban unos lobos ratreadores buscando algo o mejor dicho a alguien, miraban y holian los fragmentos del aroma de su luna, un vestido usado por ella tenían para rastrearla, Gabriel se sentía desesperado, no podía dejar su manada sin embargo lo hizo y dejó a su leal amigo a cargo.

El la encontraría y podrían ser felices, aún no la marcaba pero lo haría y cuando eso pasará nada ni nadie los separaria. El sabe que Madeline lo ama sino no se hubiese entregado a él, esos momentos fueron los más felices de todos, ya había oscurecido, no estaban muy lejos de la manada pero no podían regresar, yacía un día que habían saludo en busca de su luna y no regresarían sin ella, era una orden por parte del alpha, Gabriel.

Miro a la luna y susurro- ayúdame a encontrarla-en sus palabras se podía percibir temor, dolor y súplica, el quería a su luna, la quería juntaba el.

-Alpha!-Lo llamó uno de los rastreadores-hemos encontrado algo...al parecer es de nuestra luna.-y con esas palabras Gabriel sale corriendo en busca de esa prenda que le pertenece a su amada.

El poder de mi Luna (2E.E.E.A)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora