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Madeline no podía caminar más con seis meses de embarazo no podía caminar como lo hacía cuando tenía tan sólo un mes de embarazo, Gabriel seguía entrenando duro, habían ocasionales ataques en diferentes territorios, ya sean de lobos o vampiros, Max estaba ideando un plan, pero sabía que dentro de poco atacarian, por otro lado, Walter su entrenador, había conseguido a una vampiresa hermosa que complacía todos sus caprichos, el estaba feliz y se había unido a ellos, y sin contar que Gabriel y el se habían hecho unos grandes amigos, Jonathan, estaba de viaje, pues estaba yendo a él último lugar que habían atacado.
-Max han atacado la zona sur de los vampiros-dice un vampiro, Máx lo mira y niega intentando controlar su respiración.

-se han defendido bien, pero han habido una gran pérdida-continúa el joven vampiro

-Es momento de atacar -susurra Máx para si mismo pero aquel vampiro logro escuchar aquellas palabras que lo sorprendieron

-Debemos estar alerta, llama a Gabriel y a los demás-demanda este, al ser el príncipe de los vampiros debía de controlar aquello que los estaba atormentando tanto.

-Está bien-dice el vampiro pars luego retirarse e ir a llamar a aquellos que había pedido su príncipe

-Debemos de atacar-susurra suspirando, su mirada está puesta en la ventana, temiendo que en cualquier momento puedan atacar, no estarían preparados, pues no todos los guerreros que había conseguido estaban aquí, algunos estaban de camino, y no podían hacer nada para ello.

-Para que nos mandas a llamar?-pregunta Gabriel, mirando al padre de su mujer, el lo ve y ve a todos los demás que se encuentran en ese lugar.

-han atacado de nuevo, debemos de atacar-habla este, mirando a cada uno de los presentes, desde el rey demonio hasta Gabriel.

-Bien, pero como lo haremos, no tenemos suficientes hombres?-dice el rey demonio con autoridad, y seriedad

-Vienen en camino los tuyos y los grogos venían en camino, los vampiros de igual manera, las manadas venían con sus mejores guerreros - a pesar que muchos de los vampiros, grogos, demonios y lobos ya estuvieran con ellos, aun no eran suficientes para un ataque como aquel.

-Bien los esperaremos pero dentro de cuanto tiempo vienen?-pregunta Gabriel, teniendo miedo de la respuesta que le darían, su mujer estaba embarazada, tenia 6 meses y esperaba que fuera cuando el bebé estuviese con ellos, pues Madeline apenas podía caminar

-Dos demás a lo mucho un mes-dice el demonio, el suspira cansado.

-Está bien, lo haremos dentro de un mes-dice Gabriel, pues sabe que no es suficiente tiempo pero no había otra forma

-Está bien, así podremos organizar todo, es todo por hoy, pueden retirarse-dice Máx, todos se retiran, a excepción de Gabriel que se queda mirando a Máx son.ninguna expresión

-Sabes que tu hoja está embarazada verdad? -pregunta Gabriel, Máx lo mira, sabe que Gabriel tiene el derecho de preocuparse y el también lo estaba pero debían de hacer algo antes que todo se le saliera de control

-Lo sé, y también se que en esa fecha Madeline aun no habrá dado a luz, pero debemos de hacer algo antes que se salga todo de control-habla Máx, Gabriel suspira y se retira sin decir ninguna palabra más.

Al salir miro a la pelirroja que jugaba con el pequeño Thomas, sonrió y se acercó para jugar junto a ellos.

-También quiero jugar-dice sorprendiendo a los dos jóvenes, Madeline sonríe mientras Thom hace una mueca.

-No el no!-dice Thom, Gabriel lo mira y se acerca para luego hacerle cosquillas, mientras el se retorcía con todas las risas que daba-está...esta...bien...pu...puedes..ju.. .jugar -dice entre risas.

-Muy bien, vamos a jugar-dice Gabriel incorporándose al lado de su mujer, viendo como el Pequeño Thom se levanta sacudiendo el polvo que se le había impregnado en la ropa.

-Está bien juguemos

El poder de mi Luna (2E.E.E.A)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora