(Bradley)
Chad MacCarthy, mi nuevo objetivo. Estuve investigando a cerca de este chico, bastante atractivo, de la clase alta, de una de las familias mas prestigiosas de toda la ciudad de Nueva York.
Investigué casi todo a cerca de su vida, o digamos que al menos, lo necesario: lugar de estudio, residencia, hobbies, etc., también descubrí que es abiertamente homosexual.
Este es mi pasatiempo, conquistar los corazones de chicos vírgenes como estos, hasta tenerlos en mi cama, claro, no podrían resistirse ante mi, ante mis encantos, ante alguien como yo. Siempre consigo lo que quiero.
Soy todo lo que un adolescente podría desear, me considero alguien, atractivo, veintitrés años, cabello castaño, unos ojos con combinación entre azul y gris, nariz perfilada y unos labios que resultan irresistibles para todas mis "víctimas", así los llamo,además de una ligera barba que cubre la mayor parte de mi cutis, también un cuerpo bastante formado debido a las horas que dedico al gymnasio, claro, que además de todos mis encantos, digamos que, tengo bastante experiencia en esto.
Tengo conmigo una libreta, donde se encuentran todas las informaciones de mis "víctimas" y posibles víctimas, dieciocho, de hecho. Este completaría el número diecinueve, solo uno más.
¿Porqué lo hago?, me encanta el sexo, además de los niños vírgenes y atractivos, jamás me he enamorado, ni pienso hacerlo.
¿Estudiar?, eso no es para mí, mi madre, bueno, es mi madre adoptiva, tiene bastante dinero, dueña de una de las empresas de diseño y moda, o algo así, mas famosas de todo mundo; Donovan, así se llama al igual que nuestro apellido, su esposo falleció hace dos años, una vieja rica y solterona.
Hoy es el día, el día en que tendré en mi cama a mi víctima número diecinueve.
Apagué la Laptop y procedí a darme una ducha. Me vestí algo formal, una camiseta color negro, unos jeans azules oscuros y unos zapatos Lacost negros. Bajé a la cocina a desayunar, mire a la mesa del comedor y no vi nada puesto allí y el hambre me pone de muy mal humor.
- Gertrudis, ¿Donde esta mi maldito desayuno?.- Grité a la sirvienta enfadado.
- Perdón señor, enseguida la traigo.- dijo saliendo de la cocina, para luego dirigirse hacia la cocina nuevamente.
- Buen día joven Bradley.- saludó Elsa con una sonrisa, la ama de llaves.
- No estoy de humor, quiero mi desayuno.- dije sentándome en el comedor haciendo notar mi enojo.
Estúpidos sirvientes, para nada sirven.
- Aquí está, perdón por la demora.- se disculpó dejando en la mesa un plato con huevos con tocino acompañados de un zumo de naranjas.
- Si si, ¿Dónde está mamá?.
- Su madre salió temprano a la empresa, dijo que tenía que resolver algo y que tenía que ir temprano.- respondió la ama de llaves.
- Ok, apartense de mi vista.- dije haciendo un ademán con mi mano, para seguir comiendo, a lo que ellas entendieron perfectamente y salieron de allí lo mas rápido posible.
Terminé de desayunar y me dirigí al garaje donde se encontraban cinco vehículos de marcas diferentes, todos de último año, además de cuatro motos por igual.
Tome el Aston Martín color negro y me dispuse a conducirá, me dirigía hacia mi próximo objetivo, la secundaria privada para chicos "Robert Crawford High".
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Manzana Prohibida (Yaoi) #PGP2017
Teen Fiction*Novela ganadora en la categoría Yaoi de los Premios Gemas Perdidas 2017.* Bradley Donovan que tiene hobbie peculiar, el cual consiste en llevarse a la cama a chicos jóvenes -en especial si son vírgenes-, los apunta en una libreta que tiene asignán...