Llegamos directamente al sitio en donde según nuestros nuevos amigos/guapotes colombianos había las mejores fiestas, y tenían razón.
-Bien esta vez abrá que hacer piedra papel o tijera quién maneja, porque yo quiero emborracharme - Dijo Cam causando la risa del algunos, nos pusimos en un círculo.
-Piedra papel o tijera - Dijimos todos, fueron saliendo de a poco hasta que solo quedábamos Jc, Nash, Jack Johnson y yo.
-Bien vamos, piedra papel o tijera - Dijo Johnson.
-Eh - Gritó Jc bailando de alivio, ahora éramos solo los tres.
-
Todos los chicos estaban borrachos, que decir borrachos, en un estado de coma, excepto Nash, verán, perdió la apuesta. Yo ya iba por mi tercera copa de vodka, después de unos cuantos chupitos y cervezas.
-Eh, ¿que dijo un ataúd a otro ataúd? - Le preguntó Johnson a Gilinsky.
-No se - Respondió el.
-Esta noche vamos a mover el esqueleto - Dijo Johnson, que rayos Jack, ambos se rieron borrachamente.
Salí a tomar un poco de aire, en eso llega Mario...¿Como era que se llamaba?
-Hola - Dijo él.
-Hola - Dije.
-Vaya, creo que sí estás borracha - Dijo el.
-No me digas - Dije y lo mire seria, me largé a reir luego -Es broma, es broma, lo sé.
-Oh, me habías asustado pense que te habías enfadado conmigo - Dijo él, sonreí.
-No claro que no, no podría enojarme contigo - Dije mirándolo.
-¿Porqué? - Preguntó.
-Eres muy lindo para eso - Dije, el sonrió.
-Tú tambien eres muy guapa - Dijo el acercándoseme.
-¿Sí? No lo creo - Dije, el sonrió de lado, se acercaba aún mas a mi, mi sonrisa de borracha debería darme vergüenza pero en estos momentos no tengo mis cinco sentidos dispuestos.
-Yo si - Dijo y finalmente me agarró de la sien y me impulsó hasta que nuestros labios estuvieron juntos, sus labios carnosos se movían al compás de los míos, mordí su labio causando un gruñido de él.
-Megan ya nos vamos - Me despegué de Mario y miré hacia el lado, allí estaba Nash parado con una mirada que ardía.
-Ya está, tranquilo amigote, ya nos vamos eh Mario, nos volveremos a ver chico, un beso- Dije y me fui hacia dentro.
-
Mierda, resaca de mierda, era lo único que mi cabeza decía aparte de pedir agua como loca, me puse unas pantuflas y fui directamente a buscar un vaso de agua. Tomé una pastilla y listo, me metí a la cama nuevamente.
- ¿Resaca? - Preguntó Nash entrando a la habitación, miré y ya no había nadie.
-¿Cuanto he dormido? - Pregunté.
- Estuviste en un pequeño coma de 3 horas y media, por cierto ese chico tal Mario ha llamado varias veces a tu móvil - Dijo el.
-¿Mario? - Pregunté.
- Oh sí, con el que te comiste a besos anoche, por cierto ¿como besa? ¿muy bien como yo o más? - Preguntó el.
-Nash Grier, ¿estás celoso? - Dije, reí.
-No claro que no - Dijo el.
-Sí lo estás Nash - Reí nuevamente.
Seguimos peleando hasta que Nash se aburrió conmigo y se fue, pero lo seguí hasta la cocina donde todos comimos tocino y huevos. Luego de eso decidimos que era bueno descansar, pero mi descanso fue interrumpido por Sam quién llego a mi lado.
- ¿Qué quieres? - Le pregunté, él estaba muy cómodo y muy apegado a mi.
- Oh, quizás acostarme contigo pero hay un chico afuera esperándote, creo que sería inapropiado ahora - Dijo él, le golpeé el hombro y me incorporé para luego salir de la habitación.
- Hola - Dije, Mario se dio media vuelta para verme, me tomó por la cintura acercándome a el.
- Hola preciosa - Dijo él, sonreí.
- Disculpen - Dijo Nash mientras se interponía entre nosotros.
- Nash - Dije.
- Oh sí Megan, ¿dónde está tu novia? - Preguntó él.
- ¿Novia? - Preguntamos Mario y yo al unísono, ¿que está haciendo?.
- Sí, ayer me dijiste que tenías una nueva novia querida - Dijo él mientras se apegaba a mi lado, oh sí claro.
- Oh, no lo sé, por ahí - Dije.
- Hay Megan, no seas así con la muchacha, deberías presentársela a tu amigo Mario - Dijo Nash, guiñó un ojo.
- ¿Entonces eres...lesbiana? - Preguntó Mario - No puedo creerlo, besé a una lesbiana, no, no.
- Oye, no - Dije, miré a Nash con enojo.
- No, adiós, nos vemos luego, no tengo nada en contra de tu sexualidad pero... ¡Porqué no me lo dijiste! ¡Dios! - Gritaba él mientras se alejaba hasta el ascensor.
- De nada - Dijo Nash cuando ya no lo escuchábamos.
- ¿No se te ocurrió nada mejor? ¿Decirle que soy lesbiana? Dios Nash, ahora él creerá eso - Dije enojada.
- Lo alejé de ti - Dijo él.
- ¿Que te hace pensar que lo quería lejos de mi? - Le pregunté.
- No lo sé, quizás porque anoche cuando me besaste no decías que lo querías cerca - Dijo él y me guiñó nuevamente.
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