Después del beso ambos decidimos volver a nuestras cabañas, sí, me hubiera gustado haberme quedado más rato con él allí pero así sucedieron las cosas, llegué cuando ya las chicas estaban acostadas en sus alcobas, con la luz apagada, entré de puntillas pero la luz se encendió de repente.
- Cuéntanos -.
- Todo -.
- Ahora - Dijeron tres de las chicas en orden, reí y luego me senté sobre las cobijas y enrollé mis piernas.
- Nos... hemos besado - Dije medio gritando medio susurrando, ellas hicieron ese típico ruido de chicas cuando están emocionadas.
- ¡Osea que van a volver! - Dijo Vicky, le hice callar con el dedo ella asintió rápidamente.
- Chicas no quiero apresurar nada, quiero ir lento esta vez para que todo vuelva a ser perfecto - Dije con melancolía.
- Sí, eso es bueno - Dijo Gabriella, le sonreí a todas.
- Bueno creo que es hora de ir a dormir, buenas noches - Dije, apagué la luz, me puse la piyama y me metí entre las sábanas para dormir.
(...)
Desperté con el maldito sonido de una ¿trompeta? en mi oído. Levanté la cabeza, las chicas estaban igual o peores que yo, finalmente me levanté y me puse las pantuflas. Salí para ver, los rayos del sol dieron en todo mi rostro, alcé una mano para taparlos y luego me encontré con que la cocinera había tocado una campana, sí, eso era.
- ¿Porqué nos despierta tan temprano? Estamos de vacaciones - Le grité a ella.
- No están de vacaciones, ahora a comer que luego les espera algo por hacer - Dijo ella, sin decir más se fue por su camino, entré de nuevo a la habitación.
- Tenemos que ir a comer - Dije a las chicas, fui hasta mi maleta, saqué un short alto, una playera corta y unas vans, salí para ir a la ducha.
- A la fila Megan - Dijo Johnson al verme, delante de él estaba Gilinsky y por detrás Aaron.
- No puedo creerlo - Dije, me senté mientras esperaba a quién sea que estuviera dentro de la bañera.
- Al fin sales, llevábamos una eternidad aquí - Bromeó Johnson a Matt cuando salió del baño.
- Esto necesita de tiempo para verse tan perfecto - Dijo él haciendo círculos con su mano sobre su rostro, reí.
- Ya ve a ducharte Gilinsky - Dije, él rápidamente entró.
Cuando ya me hube duchado, me cambié la ropa y salí dejando entrar a las demás chicas. Fui a la cocina en donde se encontraba la cocinera que había tocado la campana hace un rato, ella me miró y luego bajó la vista, llegaron todos los chicos y ella sirvió el desayuno para todos.
Luego de salir, afuera nos esperaba un señor que estaba vestido ''formalmente'' o mejor dicho como un militar, nos miró y luego señaló que todos fuéramos delante de él.
- Bueno chicos, seguramente se preguntan quién soy, soy el oficial Smith, seré su ''instructor'' durante las siguientes dos semanas, seré el que vea todas las actividades que realizaremos - Dijo él.
- ¿Actividades? - Preguntó Hayes.
- Sí, juegos ya saben, a lo que vinimos - Dijo él.
- Ya lo entiendo - Dijo él.
- Lo primero que haremos hoy, será explorar, el bosque - Dijo él.
- Pero allí está lleno de insectos y bichos raros - Dijo una de las chicas.
- Eso no importa, vinieron aquí para entretenerse, eso es lo que haremos - Dijo él.
Después de que todos fuéramos a buscar una botella con agua y algo de comida, que era lo que nos daban para el camino, comenzamos con la travesía, pasamos por un puente no tan largo, hasta llegar al bosque, allí se respiraba verde, se veía verde y se sentía verde. Miles de árboles nos rodeaban, habíamos avanzado bastante que no sé que haría si me perdiera aquí.
Y como dije, no sabría que hacer si me perdía, lamentablemente, eso sucedió. Agradezco no haberme perdido sola, al menos me perdí con la persona que me gustaría morir, ese es Nash. Juntos comenzamos a buscar el grupo, tomé algunas piedras, lo había visto en una película.
- ¿Porqué las piedras? - Preguntó él.
- Para marcar el camino y no dar vueltas en redonda, pero creo que eso es lo que estamos haciendo - Dije.
- ¿Por? - Preguntó nuevamente.
- Porque hay piedras de las que ya tiré - Dije mirando al suelo, miré el camino que había formado hace un rato con las piedras.
- Ya está anocheciendo, creo que es mejor que nos protejamos en algún lado - Dijo él, asentí rápidamente, comenzamos a buscar donde, una especie de cueva estaba en frente de nuestros ojos, estaba formada con piedras.
- Creo que no somos los únicos que se han perdido antes - Dije, entré primera, estaba llena de piedras excepto por el suelo, había el agujero solo para entrar.
- Al menos tenemos la esperanza de salir vivos como los que han hecho la cueva - Dijo él, me senté sobre el suelo pero había algo redondo bajo mi trasero, lo tomé y cuando Nash entró todo su cuerpo me fijé en lo que realmente era, una calavera.
- ¡Dios! - Grité del susto y pegué un salto, lancé la calavera lejos de mí.
- Maldición - Dijo él al verla, no quedaba nada más de ella, solo la parte de la cabeza.
- Tenemos que salir de aquí, no podemos estar aquí - Dije rápidamente, solía hablar rápido cuando estaba nerviosa.
- No podemos Megan, seguramente él mismo o ella decidió eso y por eso le pasó aquello, debemos quedarnos aquí - Dijo él, asentí, me senté nuevamente a su lado, la noche comenzó a caer.
Comenzaba a bajar la temperatura rápidamente, me pregunto si nos estarán buscando, comencé a tiritar mucho, tenía la piel de gallina, froté mis brazos para mantener el calor.
- ¿Tienes frío? - Preguntó él, asentí y se acurrucó a mi lado, me abrazó y frotó él mis brazos para darme calor.
- Gracias - Dije, él se separó un poco y juntó algunas de las ramas que había, las frotó de arriba hacia abajo para formar algo de fuego, luego de unos diez minutos intentándolo lo logró, volvió a acurrucarse junto a mi, lo miré alzando una ceja.
- ¿Qué? Lo aprendí en un campamento de verano - Dijo él, se alzó de brazos, reí y me acurruqué más a él.
Si me hubiera perdido sola, de seguro hubiera muerto, pero me perdí con Nash, que es lo mejor que me podría haber sucedido, puede sonar loco pero en realidad lo estoy, estoy loca por Nash Grier.
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