Finalmente y para solucionar todo, tuvimos que volver a nuestro país, por un lado me alegraba porque Nash iba a estar en un lugar mejor y con su familia pero por otro lado me costaba tener que dejar la gira, al menos por un tiempo.
(...)
El viaje fue corto, pero lo suficiente como para pensar las cosas, volvería con Juliet y mi vida volvería a ser la de antes, una verdadera mala vida sin Nash conmigo.
- ¿En qué piensas? - Me preguntó cuando íbamos en el coche que nos dejaría en nuestras casas.
- En que será mi vida ahora - Dije.
- Quiero que vengas conmigo - Dijo él, miré hacia abajo.
- Sabes que la última vez no fue bien, no quiero hacer algo mal de nuevo - Dije, él sonrío.
- Esta vez será diferente, viviremos en mi apartamento ¿recuerdas? - Dijo él, sonreí.
- Bien, porque tampoco quiero volver a incomodar a tu mamá - Dije.
- Nunca lo harás - Dijo él, apoyé mi cabeza en su hombro esperando a llegar a mi casa.
(...)
En cuanto llegamos a mi casa con Juliet, la saludé y nos abrazamos.
- Tengo un problema - Dije.
- ¿Cuál? - Preguntó ella.
- No puedo seguir viviendo contigo - Dije, solo para molestarla.
- ¿Qué? ¿Dime que he hecho mal? ¿Que merezco para tal desprecio? - Preguntó ella, su cara de sufrimiento pudo conmigo y me lancé a reír.
- Hay, ya,ya lo siento - Dije.
- ¿Qué es tan gracioso? - Preguntó ella.
- Solo estaba bromeando contigo, me iré a vivir con Nash, tú puedes vivir con George ¿no? - Pregunté, George era su novio, tenía razón que al dejarla sola se encontraría pronto un novio.
- Bueno sí, pero ya no será lo mismo sin ti, te extrañaré - Dijo, nos volvimos a abrazar.
Luego de un rato con ella, hice las maletas y Nash vino por mi, nos despedimos y nos fuimos a su apartamento, le dije que se fuera a recostar mientras que yo hacía algo de comer, encontré varias cosas he hice tortitas, también le preparé café con leche y algo de jugo de naranja.
- Comida en la casa - Dije, él se levantó en su cama y le dejé la bandeja sobre sus piernas.
- Vaya, se ve delicioso, me hace faltabas aquí, estaba aburrido de la pizza y los hot dogs - Dijo él, reí.
- Bueno, ahora te haré todas las comidas que quieras - Dije, se estiró para besarme y nos dimos un corto beso - Debes comer, luego besos.
- Está bien - Dijo a regañadientes.
Comió todo y cuando terminó fui a dejar todo al lava trastos, lavé los platos y luego fui a la habitación, Nash estaba viendo una película animado así que aproveché para ir a cambiarme el piyama porque se hacía ya muy de noche.
- Buenas noches - Dije en su puerta.
- ¿Dónde vas? - Dijo él frunciendo el ceño.
- A la habitación de al lado, no creo poder dormir contigo, vas a pegarme el resfrío - Dije.
- Ven aquí, dormirás conmigo quieras o no - Dijo él.
- ¿Qué pasa si no? - Dije jugando con él.
- Te iré a buscar y te traeré de una pierna hasta aquí - Dijo él, reí.
- Ya voy, ya voy, solo quería ver que decías - Dije, fui a su lado y me metí por entre las sábanas.
- Dame un beso - Dijo él, le di un beso y luego otro y otro.
La situación fue cambiando de perspectiva, Nash se posicionó entre mis piernas haciendo presión en mi parte baja lo que hacía que soltara uno que otro jadeo. La ropa fue estorbando entre nosotros y pronto desapareció por completo, cada caricia que él me daba era algo maravilloso, se sentía como la primera vez, lo extrañaba, no lo dudo.
- Te amo - Dijo, hundió su cabeza en el hueco entre mi cuello y hombro.
- Yo más Nash - Dije, eso fue lo último que dije cuando él se deslizó despacio dentro de mi haciéndome gemir.
- Dios, Megan - Dijo él, volvimos a besarnos y sus movimientos iban más rápido esta vez.
Cuando llegamos juntos al éxtasis caímos rendidos en la alcoba, me enrollé en las sábanas y juntos nos quedamos dormidos.