Camille. |h.s|

17.

—¿Qué piensas hacer mañana?

—No lo sé, creo que estar en casa.

—¿Qué te parece si nos vemos? Ya ha pasado bastante tiempo... sabes, quiero verte Camille. —Su tono de voz se escucha algo triste—

—Liam, sabes lo que pasó la última vez, no quiero que Harry te vuelva a lastimar, o tú a él.

—Ya entiendo, después de todo tú sigues casada con él... y lo quieres.

—No lo quiero, lo... —No termino mi frase ya que Liam me interrumpe—

—Lo sé, Camille, lo sé. Hablamos luego ¿Si? Tengo trabajo que hacer. —Se torna distante, no tengo tiempo de despedirme ya que cuelga la llamada—

Me siento culpable al no corresponderle de la manera que él necesita, y por más que yo quiera no puedo.

La puerta de la habitación principal se habré, doy media vuelta y observo a ese hombre de cabello ondulado sacar una camiseta del armario. Se ve tranquilo, pero también algo tenso, aún no nos hablamos y sólo lo hacemos cuando es necesario.

Por mi lado vuelvo a lo que estaba; Término de limpiar la habitación y tomo la ropa sucia para luego salir, no doy ni dos pasos cuando la voz de Harry me detiene.

—No he visto en tres días a Támara, ¿dónde se ha metido? —No me mira, sólo sigue arreglando su ropa—

Al igual que Harry no he sabido nada de ella, pero no me preocupa, sé que puede estar con Zayn.

Me duele un poco ese tema, pero no lo suficiente como para decir la verdad.

—Se ha ido. —Digo un tanto cortante—

—¿Qué? —Suelta una carcajada— Valla, ya se había tardado.

Sus palabras me tientan a encararlo, pero mientras no lo haga le doy a demostrar que no me importa lo que diga.

—Si, bueno, si quiso irse estaba bien, no la iba a detener. —Lo miro un poco, dándole a entender que el podría hacer lo mismo y no lo detendría. Doy un paso hacía la salida—

—Valla, —Se gira— ¿sabes Camille? Ese tono contigo y mucho menos conmigo va, así que no lo des a demostrar. —Está parado frente a mí y me mira detalladamente— Y sabes, quiero que sea la última vez que hablas con Liam.

Me sorprende su orden, no me lo esperaba pero no me quedaría de brazos cruzados tampoco.

—¿Pero qué...? ¿Acaso estabas escuchando mis conversaciones? —Mi tono de voz se hace un poco gruesa—

—Llamalo como quieras.

—¿Qué te da el derecho de prohibirme eso?

—Porque soy tu esposo y estás casada conmigo. —Hace un ademán mostrando autoridad—

—Entonces tambien te pido que sea la ultima vez que veas esa tal Jeny. —Digo rápidamente pero me arrepiento al instante—

Mala idea.

Harry se gira sobre sus talones y su mirada no da para más.

—¿Estás demente? —Gruñe—

—Es lo justo ¿no? —Lo reto, sólo espero que no pase a mayores—

—No, definitivamente.

—Pues tampoco dejaré de ver a Liam.

—No te atreverías...

—¿Eso crees? —Tomo mi celular y empiezo a marcar su número, Harry sólo observa mis movimientos—

Alrededor de tres segundos Liam contesta su celular, y mis nervios aparecen al instante.