Camille. |h.s|

16.

*Narra Harry*

Suelto los pequeños brazos de Camille, y solo un poco de mi furia desaparece al escuchar sus quejidos. Ella me mira con terror a ser golpeada, jamás haría algo así, al menos no con ella.

Me retracto y rápidamente le pido perdón, en cambio la rubia solo sé aleja de mí y pide que me valla. De sus ojos empiezan a salir lágrimas y sus brazos tienen mis manos marcadas.

—Camille, yo...

—¡Vete! ¡Dejame sola! —Grita y su voz sé quiebra—

En ese momento reacciono, ¿Qué cojones me pasa? ¿Por qué motivo debería de importarme ella o su bienestar?

—Bien, como quieras. —Digo de mala gana y salgo de ésta casa—

Mi enojo vuelve y ahora lo único que me preocupa es mi empleo con Liam. Sería demasiado infantil si él me despide por aquella “pequeña pelea”.

*Narra Camille*

No quiero imaginar si esto hubiera pasado a mayores. Me sorprende que Harry halla ido a casa de Liam de esa manera, ¿Qué le da el derecho?

Ahora que estoy sola empiezo a tocar mis brazos, sus manos están marcadas, y no me imagino en dónde más puedan quedar así de detalladas..

Suelto una risa por mi estúpido pensamiento. Tengo que ponerme otra blusa, si Támara me ve así, sería capaz de llevarme de vuelta a Texas.

Me preocupa Liam, me da impotencia al saber que no pude hacer nada para ayudarlo o quedarme con él. Saco el teléfono móvil de mi pantalón y marco su número rápidamente. Después de tres segundo el contesta.

—En verdad como lo siento, no tenía idea que él iba a hacer eso... —Me disculpo al instante— Dime, ¿Cómo estás?

—Cam, descuida, no fue culpa tuya... Estoy bien, en verdad.

—Claro que si fue culpa mía. Me siento terrible, no pude hacer nada para ayudarte o defenderte.

—Hiciste mucho con venir a mi casa, pero no olvides que tenemos una comida pendiente. —Suelta una pequeña advertencia—

—Lo sé y te lo recompensaré, lo prometo... Sólo, ¿te puedo pedir un favor?

—Claro, dime linda.

—Yo, bueno... No quiero que esa pelea afecte a Harry en su trabajo, ya sabes, tú eres el nuevo jefe y...

—Entiendo Camille, después de todo te sigues preocupando por él... —Su voz suena un tanto enojada y decepcionada—

—Por favor, Liam. Te lo ruego. —Tengo la esperanza que Liam pueda ayudar a Harry después de todo— Te dejaré descansar...

—Vale, está bien. Hablamos luego, Cam. —Después de su despedida cuelga la llamada—

Dejo mi celular sobre la mesa de centro y me dirijo a la cocina. Tomo un vaso de agua y lo bebo todo de un sorbo. Suspiro pesadamente y el ardor vuelve a mis brazos, los acaricio un poco, sin duda quedará un gran moretón en ambos brazos.

(...)

Ha pasado una semana desde agresivomiento de Harry; Las marcas en mis brazos no han desaparecido, debió haberme tomado bastante fuerte para que aún no desaparezcan. Me ha costado esconderlas ya que nadie las ha visto.

No he hablado con Harry y cuando lo veo él solo me ignora por completo. Basta decir que me duele bastante su indiferencia, pero no daría mi brazo a torcer, yo no tuve la culpa de nada.