Camille. |h.s|

8.

Su respuesta la golpeó contra la cara, no se esperaba eso, definitivamente.

—¿Qué? —Susurró—

Harry bajó su maleta al piso de madera, estaba por caminar pero Camille se interpuso en su camino, lo tomó de los hombros y lo miro tristemente, sus ojos empezaban a derramar lágrimas.

—¡No me estorbes Camille! —Levantó la voz—

Harry de un sólo empujón aventó a la rubia, haciendo que esta callera a piso. Camille no sabia que hacer, pero una cosa estaba clara; Si Harry se iba la policía iría de tras de él. No podía salir de la ciudad de Nueva York o incluso alejarse más de lo debido.

Harry lo sabía y contaba que con el gran amor que Camille le tenía lo cubriría por completo. Pero ella ya no lo cubriría más.

—No te vallas, te lo pido. —Rogó la rubia, sus ojos estaban rojos por el llanto—

—¿Por qué? No tengo ningún deber contigo. —Dijo impotente—

—Si te vas la policía te buscará e irá detrás de ti, estas en libertad condicional y lo sabes. —La rubia lo miró con un brillo de esperanza, para que él pidiera reaccionar—

—Por eso estarás tú aquí, porque cuento con que tú me cubrirás ¿cierto?

Harry se acercó y se hincó al nivel de Camille, la miró a los ojos y empezó tocar su mejilla con su dedo pulgar. Él creía que ella iba a caer una ve más.

Por parte de Camille, ella sólo veía la falsedad de actuación que hacia Harry. Con sus dos mano empujó a su esposo, pero este no se movió ni un centímetro, lo que provocó la frustración de Camille.

—No. —Dijo decidida— Lo siento, pero yo no te voy a ayudar con eso.

—¿Qué? —Fruncio el ceño—

Harry se levantó, miró a Camille y dio media vuelta. Estaba dispuesto a irse, pero ahora que sabía que si él se iba desde luego la policía lo buscaría y tendría que cumplir su condena que le faltaba. La respuesta de Camille lo sorprendió bastante, pero no por ella detendría sus planes.

Al ver que Harry empezaba a caminar, la angustia de Camille salió a flote, quería hacar lo que fuera para que él no se fuera. No quería que la abandonara, ella estaba aferrada a una falsa ilusión, estaba aferrada e él.

El rizado estaba por salir de la habitación, así que Camille habló rápidamente, iba a decir lo que fuera necesario para que Harry se quedara.

—Por favor, escúchame.

Harry detuvo sus pasos y miró de reojo a la rubia.

—¿Qué quieres? —Dijo sin mirarla—

—Y-yo... Si tú te quedas, prometo que no te m-molestaré, no te hablaré, h-haré como si fueras un extraño p-para mí, no me meteré en tus asuntos... Pero p-por favor quédate. —Una lágrima se deslizo por el delicado rostro de Camille—

Harry giró sobré sus talones y miró directamente a Camille.

—¿Lo prometes?

—S-sí.

Harry sonrió ampliamente, era increíble el nivel en el que podía llegar. Y sobre todo una vez más, la tenía comiendo de sus manos.

(...)

Después de lo ocurrido hace una semana, Harry volvió a sus andanzas; Se levantaba, duchaba y salía de su casa para volver a salir con su amigo, o de vez en cuando se encontraba con Jeny, y no volvía a casa hasta después de media noche. Era un caso perdido.

Su amigo tenía una empresa que fue fundada por su padre, pero al morir pasó a manos de su único hijo, Liam. La empresa era American International Group, Inc. Es líder mundial de seguros y servicios financieros. Y en cuál próximamente Harry trabajaría.

Camille pasaba todo el día en su casa, o a veces salía a caminar, era como una distracción para ella. No tenía amigos, estaba sola. Después de lo ocurrido no volvió a cruzar palabra con Harry, hacia lo posible por no hablarle, y él tampoco le hablaba o miraba, era como si no se conocieran.

Su rutina era la misma; Se levantaba, duchaba, preparaba en desayuno, y no volvía a hacer nada. Se sentía inútil sin hacer algo.

La última vez salió de casa con la esperanza de encontrar un empleo, pero fracasó.

Sábado por la tarde y Camille estaba sentada en un sillón color marrón, en sus manos tenía una taza de té, sentía que cabeza iba a explotar. Harry estaba en la en la pequeña oficina instalada en su casa.

La rubia iba a tomar de su té, pero el timbre de la puerta la interrumpió de inmediato, dejó la taza en la pequeña mesa de centro y se dirigió a la puerta.

—Ho.. ¿Camille? —Habló asombrado—

—¿Liam? ¿Qué haces aquí? —La rubia también habló con asombro—

—Yo hmm... Creo que me equivoqué de casa. —Sonrió torpemente—

—Descuida —rió— Pero, ¿A quién buscabas?

—Oh, busco a mi amigo, tal vez lo conozcas, se llama Harry, Harry Styles. Y por alguna extraña razón él me dio esta dirección.

Las facciones de Camille endurecieron rápidamente, no lo podía creer.

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Heeeey!!
Realmente perdonen la tardanza bebés, no estaba inspirada en nada ni en escribir, literal. Pero se me ocurrieron nuevas ideas y ¡¡taran!!

Tienen todo el derecho en insultarme y golpearme :( Broma.

¿Que tal estuvo su navidad? Espero que hayan pasado súper (': No creo escribir cap hasta después de año nuevo, me iré a la playa jiji. Así queeee, les deseo lo mejor este año nuevo, mis mejores deseos para su familia y en especial a ustedes, las amo inmensamente